lunes, 30 de septiembre de 2013

Dados zombis



Llevo más de un año posponiendo esta entrada en detrimento de otras que me parecían más interesantes (que no tenían por qué serlo necesariamente), pero ahora, el último día de este “septiembre zombi” toca hablar del “Dados zombis”, uno de los más simples de la nueva hornada de juegos de dados/ cartas/ tablero que inundan las estanterías de las tiendas.


En este precioso juego, diseñado por Steve Jackson (pero no el Steve Jackson de los librojuegos, creo), que consta de un cubilete de cartón y 13 dados, encarnaremos a un zombi que persigue a sus víctimas por las calles; cada dado representa a una de esas víctimas, que dependiendo del color (verde, amarillo o rojo) será más o menos vulnerable y podrá morir, huir o dispararnos. El objetivo es llegar a la cifra de 13 cerebros comidos antes de que nos llenen de plomo. Como cabía esperar, el reglamento es sencillo y permite dominar el juego a la primera partida; permite jugar a un buen número de personas y por si se nos queda corto… ¡Existe una expansión!

La primera expansión del juego incluye dos dados especiales (uno blanco y otro rosa que representan al “Tipo duro” y a la “Chica sexy” respectivamente, los cuales no solo tienen sus reglas especiales (doble cerebro o doble disparo por ejemplo) sino que pueden rescatarse el uno al otro. La cosa no tiene más, pero si se queda corto de nuevo… ¡Existe otra expansión!

La segunda expansión (que se vende junto a la primera) incluye el dado “Papa Noél”, que aporta cosas tan interesantes como un casco que nos convertirá en un zombi duro, una bebida energética que nos convertirá en zombis rápidos (si, como los de Brad Pitt) o si no, siempre nos podemos comer su cerebro.

Así que ya lo sabéis; si queréis un juego divertido con el que no estrujaros demasiado el cerebro y comeros otros tantos o si lo que buscáis es hacer un regalo a alguien gastándoos poca pasta porque al fin y al cabo no os cae tan bien y tenéis claro de que él/ella no haría más por vosotros… Dados zombi es vuestro juego.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Un librojuego zombi



Estaba yo el otro día tan tranquilo en mi casa cuando sonó el teléfono y pude oír la voz entrecortada de mi librero friki diciendo algo así como “Tienes que…(interferencias)…venir… tienda…(más interferencias)… zombis…(fin de la comunicación). Me asusté, pero al mismo tiempo pensé que por fin había llegado mi momento; había comenzado la invasión zombi en el pueblo de al lado además, y por fin podría lucirme aplicando todo lo aprendido en cienes de miles de pelis. Así que agarré mi hacha, la metí en el maletero y conduje a toda prisa hacia la librería.

Pero no, lo que mi librero quiso decirme a pesar de la mala cobertura, era que había llegado un librojuego de zombis. No era tan emocionante, pero sin duda menos peligroso. Y ese libro era: La sangre de los zombis, de Ian Livingstone. Y vamos a hablar de él.


Como ya sabréis casi todos, Ian Livingstone fue, junto a Steve Jackson, el creador de la mítica saga de librojuegos de Lucha Ficción hace ya un porrón de años. Ahora, el bueno de Ian decidió aprovechar el título de la saga y la popularidad de los zombis para sacarse unas perrillas con este libro. Hasta aquí todo bien y normal, pero… ¿Qué nos ofrece La sangre de los zombis que no nos hayan ofrecido ya antes? Poca cosa, la verdad. El libro está ambientado en la actualidad, en un antiguo castillo en el que un científico loco se ha decidido a zombificar al mundo entero. Nosotros seremos un héroe… o mejor dicho una víctima del tipo ese y deberemos movernos desde la celda donde nos tienen recluidos hasta los aposentos del mismo para acabar con él, valiéndonos de la multitud de armas y objetos que hay repartidos por el castillo. El argumento no es lo más original del mundo, vale, pero lo importante es que sea entretenido. Pero casi que no.  

Siguiendo el estilo de los viejos de Lucha ficción, nos encontraremos con múltiples situaciones que requerirán “Haber pasado antes por…” o “Llevar el objeto adecuado para…” Haciendo que muramos continuamente para volver a empezar una y otra vez acordándonos de qué debemos hacer en cada momento. Eso hace que una aventura en apariencia extensa y abierta se convierta al final en algo bastante lineal y repetitivo. Por ejemplo (y spoileando un poco el libro), no se os ocurra bajar a las alcantarillas si antes no has encontrado la pistola, ni subir al primer piso sin llevar la escopeta. Pero no todo está perdido; las ilustraciones son muy buenas, el equipo variado, el sistema de combate muy sencillo y rápido y de vez en cuando nos encontramos con alguna situación que nos arranca una sonrisa (como cuando entramos en la sala de juegos) y hace más llevadera la lectura.

En conclusión, un libro juego moderno pero chapado a la antigua; con mucha acción, buen aspecto y lo más importante: No hay que viajar a los más oscuros rincones de ebay para conseguirlo. Compradlo, jugadlo y me contáis. 


jueves, 26 de septiembre de 2013

Videojuegos zombis

El género de los videojuegos es, quizás, el que mejor se ha nutrido del fenómeno zombi gracias a, como no, el elemento interactivo. Se ha terminado eso de ver, cómodamente sentado en el sillón, cómo son otros los que sobreviven a los zombis; aquí seremos nosotros mismos los que tengamos que sacarnos las castañas del fuego.

Un gran juego con pocos recursos
La cosa comenzó hace ya mucho con ese “Zombies ate my neighbours” de la súper nintendo y siguió con el muchas veces imitado pero nunca igualado “Resident Evil” allá por los tiempos de la “Pley uno” y el arcade “House of the Dead”. A partir de ahí la cosa se propagó dando fruto a cientos (creo que hablo literalmente) de juegos de calidades variables, entre ellas las numerosas secuelas del “Resident…” y hasta la saga de “Left for Dead”, que a mí no me gusta mucho pero tampoco he jugado lo suficiente como para juzgarlo.


Las mejoras técnicas permiten hoy en dia cosas así, impensables años atrás.
Y entre tanto tiro, gemido y cabeza explotando podemos encontrar pequeñas joyas, más por su enfoque que por su calidad como son el ultraadictivo “Plantas contra Zombies”, que no es más que un juego de los llamados “tower defense” en el que debemos impedir que una oleada de zombis alcancen nuestra vivienda a base de plantar vegetales ofensivos y variopintos; también tenemos el “Stubbs the Zombie” en el que esta vez seremos un zombi de los años cincuenta que resucita muy cabreado en una urbanización futurista dispuesto a no dejar a nadie con vida gracias a sus poderes zómbicos y su control de los infectados y… bueno, muchos otros que ahora mismo no me vienen a la cabeza.

Ghost&Goblins y Resident Evil, dos clasicos que nadie que los haya jugado podrá olvidar.





Así que ya lo sabéis. Tanto si queréis matar zombis a lo loco, sobrevivir a su invasión o incluso caminar entre las filas de los condenados, tenéis opciones de sobra para no aburriros jamás.
Dicho he lo. (Sí. A veces mis entradas no son demasiado instructivas, pero algo tengo que escribir. Y para los insatisfechos… ¡Frikoteca al canto!)

Y hasta este punto hemos llegado con los juegos de zombis. ¿Evolución o degeneración? Posiblemente ambas.