jueves, 22 de septiembre de 2011

Caca is in the air

Algunas veces, no siempre, cuando termino de defecar y procedo a adecentar la zona, por un error de cálculo, coordinación o cualquier otro proceso cerebral, un dedo se desliza fuera de la zona segura y roza donde no debería. Cuando me levanto a lavarme las manos noto que no huele normal pero pienso en ello, y descubro que ese olor lleva implícito un extraño poder que conlleva libertad y amor hacia el producto interior bruto de uno mismo; asi que dejo el agua para otro dia y me paso la mano por el rostro, por el cuello y la camiseta. Y salgo a la calle para que el aire fresco del atardecer me envuelva, con todo lo que ahora soy y llevo conmigo. Y camino por la ciudad, libre y despreocupado dejando tras de mí una estela imperceptible de aquello que debería corre rbajo nuestros piés. Y nadie lo sabe, nadie lo nota, pero todos lo respiran y sin saberlo, formo parte de cada persona, de cada casa y cada edificio, adhiriendome a todo para acabar fundiendome con una ciudad que tantas veces he detestado y menospreciado.
Una ciudad y unas gentes que se alimentan de mi caca.

2 comentarios:

  1. Bueno, después de leer esto y de saber que hay gente que no ha sabido qué comentar ante semejante horror guarril, te digo, que no estás bien. Por mucho que te empeñes en explicarme que no contiene sentido literal, que es todo una metáfora, a mí sólo me parece una guarrada asquerosa, y me estoy planteando seriamente volver a "dormir" contigo...

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  2. Aqui, el único problema es tomarse las cosas de forma literal. Esto que he escrito es una metáfora, una forma de explicar lo que a veces siento por el mundo que me rodea.
    Que la forma que he usado para expresarme no sea de muy buen gusto no cambia ni mi forma de pensar ni debería cambiar la forma de entenderse.
    Pero claro, oímos "caca" y pensamos en mierda, y así no es.

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