Sam (el
comedonuts bonachón) y Twitch (el pequeñajo serio), eran policías buenos que
aparecían en la serie regular de Spawn aportando un punto de vista policíaco y racional
a los hechos que sucedían en la serie. Por lo visto no solo gustaron a los
lectores sino al propio autor que fue dándoles más y más protagonismo a medida
que avanzaba la historia, haciéndoles colaborar con el protagonista y convirtiéndose
en piezas clave de la trama principal. Pero el ambiente demoníaco y
sobrenatural no acompañaba a los dos detectives, así que se tomó la decisión de
otorgarles una serie propia en la que pudiese “sacar el jugo” a los dos
personajes.
Sam y
Twitch se presentó como un comic oscuro, sombrío, lleno de callejones humeantes
y textos complejos apoyados por un dibujo en ocasiones mínimo donde se relataba
como los dos policías se enfrentaban a casos extraños, con toques
sobrenaturales pero con un fondo realista de crimen y justicia. Su primera
saga, llamada “Udaku” fue muy aplaudida en España y en ella hacía un cameo el
propio Spawn en el que se dejaba claro que ese no iba a ser un tebeo de
superhéroes al uso. Por desgracia y a pesar de la buena acogida de la misma, al
final solo llegaron a publicarse veinte números que actualmente están recogidos
en dos tomos recopilatorios.
| Esta página, que me he tomado la licencia de escanear para disfrute del mundo, representa la distanciación entre la serie y la colección principal protagonizada por Spawn. |
A nivel
personal, debo reconocer que comencé a comprar la serie por amor al personaje
de Spawn y la abandoné al terminar la primera saga (Nº8) viendo que eso no era
lo que yo buscaba tanto a nivel argumental (un poco complejo para un chaval que
solo puede pensar en tetas) como por el dibujo poco convencional.
Afortunadamente he podido completarla, releerla y disfrutarla como se merece,
ahora que soy un señor mayor.

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