La inercia de mi primera lectura
“warhammeriana” me llevó a este segundo libro de la saga de Goten y Trunks…
digo, Gotrek y Félix, que en esta ocasión se enfrentaban nada más y nada menos
que a los skaven, raza de rátidos mutantes que son casualmente el ejército que
yo juego en el juego de muñeq…miniaturas, perdón.
A diferencia de su predecesor, la acción
de esta novela es continua (es decir, que no se trata de capítulos
independientes autoconclusivos pterodáctilos) y nuestros héroes deberán
enfrentarse a las distintas amenazas perpetradas por los secuaces del Vidente
Gris Tanquol, señor skaven a cargo del clan que pretende hacerse con la ciudad
de Nuln para dominarla completamente. Y precisamente en ese tal Tanquol y sus subaleternos
es donde encontramos el punto fuerte del libro ya que en él se destripan las
psicología, forma de vida y sociedad skaven y el resultado es una raza que se
mueve entre lo hilarante y lo terrorífico. Resumiento y a muy grandes rasgos,
los skaven serían unos seres superinteligentes capaces de asimilar cualquier
tipo de mágia, tecnología, ciencia o habilidades humanas y mejorarlas hasta
convertirlas en algo letal; De este modo tenemos skaven ninja, skaven capces de
manejar armas avanzadísimas y otros capaces de crear monstruos terribles o
propagar enfermedades letales pero cuyo enorme poder, queda sepultado bajo una
aplastante capa de sospechas, paranoias,
traiciones y puñaladas por la espalda que hacen que todo fracase una y otra
vez.
Y mientras tanto los dos héroes van dando
tumbos tratando de detener una amenaza subterránea que quizás pueda acabar con
toda la ciudad sin ser del todo conscientes que puede que esa amenaza se
autodestruya aún sin su actuación.
Recomendación final: Leedlo. Leedlo y ya
veréis que todo lo que he dicho es verdad.
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