martes, 11 de noviembre de 2014

De frikis y no-frikis



Como todo en este mundo, los idiomas evolucionan (cambian, mutan, se enriquecen, se corrompen… cualquier término sería correcto) y van incluyendo nuevas palabras para definir nuevas cosas o simplemente para sustituir a otras. Éste es el caso del tan usado término “friki” con el que supongo que más o menos todos los que estemos por estos lares nos habremos o nos habrán definido. Debo reconocer que yo lo utilizo, y mucho, a pesar de que no soy del todo afín a él. Llamadme viejo si queréis, pero en mis tiempos no existían los frikis como tal y en aquél entonces los que jugábamos a juegos de rol o de cartas éramos, como mucho “raros”, que es al fin y al cabo, lo que significa “friki”. ¿Y por qué tal cambio? Supongo que por el hecho de que el que te llamaran “raro” se acabó convirtiendo en algo ofensivo (véase términos como “maricón” o “idiota”) y hubo que buscar un sustituto adecuado para la palabra. Pero vamos a lo que vamos que me voy por las ramas.


Como ya he dicho, el término “friki” no me gusta. Prefiero “raro”. Soy así de tradicional. Y el caso es que ni éste me gusta porque si nos ponemos a conocer a cuantos tenemos alrededor, descubriremos que quien más quien menos tiene alguna rareza. Y pobre de aquél que no la tenga pues esas rarezas son las que nos caracterizan y nos definen como individuos individuales individuosos… Ya se me está yendo el tema otra vez. Últimamente no tengo la cabeza en su sitio.

Digo que no tengo la cabeza en su sitio porque han puesto una chica nueva en la gasolinera que además de ser muy guapa, me ríe todas las gracias y me pongo tonto como un veinteañero. Y se supone que ya soy un hombre maduro, cabeza de familia, padre responsable y marido entregado, pero las hormonas simiescas de tiempos anteriores a la humanidad están ahí, ocultas, acechando… Pero no me desvío más. ¿De qué estaba yo hablando? Ah sí, la chica de la gasolinera. Pues eso, que tiene dos buenas… Eh, no, lo de los frikis, ya ya, voy a ello.

Todo un clasico, y lo sabéis.
Lo que quería decir era que hace poquito pasé el día en un centro comercial de una ciudad cualquiera en un día cualquiera y me vi sorprendido por la cantidad de gente que podrían ser etiquetada como “friki” que se paseaba por el lugar: Padres de familia con camisetas de superhéroes, bebés vestidos de pokémon, parejas normales con colgantes de juego de tronos, tiendas especializadas en ropa “freak”llenas hasta los topes, grupos numerosos de adolescentes leyendo mangas en los rincones… Raros por todas partes… Y eso me hace pensar en que en el preciso momento en el que los raros son más numerosos que los no raros, las tornas deberían invertirse. ¿No o qué? A partir de ahora deberíamos llamar frikis a aquellos que se sientan en un banco del parque a hablar del tiempo, a los que se toman unas cañas en la terraza de un bar vestidos de domingo, a los que suben en el ascensor y se miran en el espejo sin decir nada…

Y hasta aquí mi reflexión. Las habrá mejores y puede que hasta peores, pero nunca jamás, bajo ningún pretexto, podrían ser expuestas en este blog porque es mío y de nadie más. Bueno. Salvo que me lo pidiera la chica de la gasolinera, porque a esa lo que le haga falta.
(Se oyen unos golpes huecos como de puños contra el pecho y fundido en negro)

3 comentarios:

  1. Gran entrada. En realidad, la mayor parte de la población es friki. Yo me di cuenta tras una cena de empresa, cuando pusieron en la disco en la que estábamos Guns N' Roses y todo el mundo se sabía el estribillo de Sweet Child O' Mine. Lo triste es que cuando éramos jóvenes (sonido de silbido del viento a través de las ruinas de Persépolis) todo eso del metal (llamado entonces jevi), fantasía, informática y similares provocaba reacciones de repulsa y prevención, y ahora está maravillosamente aceptado (ya que se ha demostrado que genera ventas y por tanto es aceptable por gobiernos y sociedad; ya se encargan ellos de hacer lo que haga falta).

    Ya nos contarás si te has hecho tarjeta de puntos en la gasolinera, que yo nunca me decido. Un saludo, y bravo por la entrada.

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  2. Por cierto, me ha gustado mucho el nuevo diseño de la página. Enhorabuena!

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  3. He sido absorbido, abducido suena a sonda anal, por un agujero negro y he llegado a esta entrada de hace más de un años, por una treta del abuelito capdemut.

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