Marvel Heroes Battle Dice: El juegazo.

Supongo que a estas alturas de la vida todos conoceréis esa aplicación para teléfonos móviles llamada Wallapop y que nos permite convertir nuestro terminal en una especie de tienda de segunda mano interminable que hace las delicias de coleccionistas, cazatesoros y otras formas de llamar a nuestro creciente Síndrome de Diógenes. Pues bien, como ya sabréis yo siempre llego tarde a los sitios, pero llego, y así este mes de agosto entre vacaciones y tiempo de asueto me instalé la maldita cosa verde esa y caí en un miasma de búsquedas frenéticas y un maelstrom de pequeños gastos insignificantes pero considerables si los juntamos. 

Joder. Acabo de empezar la entrada y ya he puesto tres palabras que ni sé lo que significan… Bueno, es igual, así parezco más listo. Continúo.

Tal app (programa para móvil) me ha permitido hacerme con algunos libros de rol (Ravenloooft!!!!), reencontrarme y ampliar mi colección de cartas de Goku (miradaquí para más información)y de paso, ya que estaba por allí, me hice con un divertido interesante curioso juego de miniaturas y dados llamado Marvel Heroes Battle Dice. Y es que parece que se ha convertido en tradición adquirir durante las vacaciones algún juegucho marginal de esos (mirad aquí para el del año pasado). ¿Pero qué es esto del Marvel Heroes Battle Dice? Pues en seguida os lo resumo muy mucho.

El juego consiste en un tablerito sobre el que tenemos que colocar unos enormes dados de plástico en cuyo interior habremos colocado en secreto varias figuritas de superhéroes o villanos (sí, las miniaturas van dentro de los dados) y que al lanzarlos sacaremos de dentro para que se peguen; y dependiendo del número obtenido y las habilidades/ superpoderes de los personajillos, saldremos victoriosos o seremos capturados por el enemigo y pasaremos a la siguiente ronda en la cual repetiremos la operación hasta ser los ganadores. 

La cosa no tiene mucho más: Azar; Habilidades de los dados; Habilidades de los héroes/villanos; Superpoderes (viene una plantilla con las descripciones de todos ellos), por lo que el factor de estrategia es mínimo y al final nos damos cuenta de que estamos jugando a un “piedra papel tijera” pero muy lioso. La caja básica contiene seis dados, con tres héroes (Lobezno, Espaiderman y Capitán América) y tres villanos (Magneto, Dr. Octopus y un robotejo que no recuerdo como se llama) y se podían adquirir packs de ampliación con un dado extra y dos o tres muñecos más, con sus poderecillos y demás. En mi caso me hice con el pack básico y dos expansiones, con lo que tengo… ¡8 dados de plástico huecos y 10 o 12 muñequitos! Ahora solo tengo que esperar a que se revalorice y… y… ¿Conquistar el mundo con la pasta que me den? No ¡Comprarme otro juego de mierda el año que viene! ¡¡¡¡Muahahaha!!!! (Se me está yendo la pelota. Necesito volver al trabajo cuanto antes.)

¿Pero otra vez publicidad? Este blog se está echando a perder...

Sí amigos. Vuelvo a hablaros de Dosdediez, la nueva tienda online de juegos, pero esta vez es por vosotros, ya que Chema, su propietario y buen amigo mío, me ha anunciado que va a haber descuentos especiales para los lectores de este blog. Sí chavalines ansiosos de nuevos juegos que devorar. ¿Y qué hay que hacer para conseguir tales descuentos? Pues muy fácil; solo hay que seguir estos sencillos pasos:

1: Hacerse seguidor del blog. Si aún no lo eres, es tan sencillo como ir al panel de seguidores De la derecha (donde están los cuadraditos con los caretos) y darle a “Participar en este sitio”.

2: Comentar en esta misma entrada poniendo vuestro email (también podeis comentar en Google+ si deseais algo más de privacidad).

Y3: Esperar tranquilamente en vuestras casas a que os llegue el cupón de descuento (un 10% que se apila a los descuentos ya existentes en la tienda) y una explicación de cómo usarlo.

Sí, pequeños seres de luz que solo brillan en el momento de desprecintar nuevos juegos. Es una oportunidad única en vuestras vidas, ya que el cupón descuento se puede usar las veces que quieras pero solo funcionará durante un tiempo limitado (un par de meses), así que ya sabéis qué tenéis que hacer.

Llega warhammer Age of Sigmar

Vosotros no lo sabéis porque es algo que nunca he hecho público, pero sobre todos los varones de nombre comenzado en J de mi familia pesa una terrible maldición. Tuvieron huevos mis padres, sabiéndolo, de no ponerme, yo que sé… Marcelo. Pero eso ya lo hablaré con ellos en su debido momento. El caso es que pesa sobre mí la maldición de ver cómo se va a la mierda todo aquello por lo que me intereso. Sí amigos. Cuando mi padre (cuyo nombre empieza por J) encontró el trabajo de sus sueños como instalador de teléfonos fijos y a los cuatro días aparecieron los teléfonos móviles todos nos reímos mucho de él, pero ahora que me pasa a mí, no le veo la puta gracia por ninguna parte. ¿Y qué me ha pasado os preguntaréis? Pues que el Warhammer, juego que lleva toda la vida ahí y por el que yo comencé a interesarme hace poco, se ha ido a tomar por saco.

Definiendo “tomar por saco”.

Tomar por saco es la versión light de “tomar por culo” en clara alusión a la sodomía no consentida y, sin entrar en asuntos legales de por qué Games Workshop ha llegado a la conclusión de que un juego que estaba funcionando, no era rentable y había que acabar con él, voy a resumir diciendo que lo han finiquitado. Y ya está.

Definiendo “finiquitar un juego”.

Hace años le pregunté a un chaval si seguía jugando al juego de cartas coleccionables de Dragonball y me respondió muy serio que el juego “estaba muerto”; lo siguiente que vio fue mi puño pasando a pocos centímetros de su cara y agrietando la pared que había tras él. Y es que me indigna que se hable de “juegos muertos” por el simple hecho de que sus editoriales hayan decidido cancelar sus actualizaciones. ¿O acaso la gente no sigue jugando con la primera edición del D&D a pesar de que ya van por la quinta? Pues eso. El Warhammer ha sido cancelado en su (¿octava?) edición, pero eso no quita que cualquiera pueda sacar sus miniaturas y jugar a esa o a cualquier otra. Lo cual tampoco quita que los de GW hayan decidido cancelarla y sacarse de la manga el nuevo Warhammer Age of Sigmar, que no es otra cosa que un juego de escaramuzas que se puede jugar con pocas miniaturas, que valen las del antiguo warhammer, con reglas muy sencillas y gratuitas… Todo ventajas, a primera vista, a pesar de lo que afirman algunos agoreros.

Definiendo “agoreros”.

Los agoreros son personas derrotistas y tristes que siempre buscan el lado negativo de las cosas para amargar las ilusiones del prójimo en un vano intento de sentirse mejor por el simple  procedimiento de la comparación. Y lo que esos agoreros dicen acerca del nuevo juego basado en Warhammer es que todo es una trampa. Perdón. No. Lo que dicen más bien es que… ¡¡Todo es una trampaaaa!! Ya que afirman que el nuevo reglamento gratuito es temporal (luego valdrá 50€), que las nuevas miniaturas tendrán otra escala y nos tocará comer las viejas al ajillo y que cuando éstas desaparezcan del ebay y otros sitios de segunda mano, volverán a la escala original para horror y desesperación de quienes se indigestaron con ellas y todo volverá a empezar cual reino del terror resurgiendo de las cenizas del infierno.

Y ahora sí, resumiendo todo esto. Ha sido meterme en el Warhammer e irse a tomar por saco. Y ahora no sé si interesarme por el otro o crionizarme cual pasajero de la Nostromo para despertar dentro de diez años a ver qué ha pasado.

DosdeDiez (Una entrada que es publicidad)

Los que leáis este blog y/o me conozcáis un poco, sabréis que no soy muy amigo de la publicidad y por ello ésta nunca ha aparecido aquí a pesar de los intentos de Blogger de llevarme al lado oscuro con promesas de montones de monedas de oro apiladas en el fondo de mi cueva, objetos mágicos y mujeres ligeras de ropa… Pero hoy voy  a hacer una excepción.

Voy a hacer una excepción porque un buen amigo ha decidido lanzarse a la aventura de montar una tienda de juegos (una tienda online ya que la versión física ya existió hace unos años y desgraciadamente no llegó a buen puerto) y sé que va a necesitar todo el apoyo y difusión posibles. Y claro, para eso estamos los amigos; para hacer excepciones.

¿Y qué ofrece esta nueva tienda que no ofrezcan las otras? Os preguntaréis. Pues muchas cosas. En primer lugar tiene un extenso catálogo con unos precios inmejorables; en segundo lugar tiene un blog asociado (del cual voy  a ser un orgulloso colaborador) en el que se harán análisis playtestings i unboxings (algunas cosas no sé ni que son, pero lo haremos. Os juro que lo haremos) de algunas novedades; y en tercer lugar… Es una sorpresa, pero va a ir de sorteos, regalar cosas de gratis y demás.

La tienda se llama “Dosdediez” (sí, como la revista aquella de antes) y voy a colocar un enlace permanente en este precioso blog (de ahí lo de poner publicidad y eso que decía antes) para que, si queréis, podáis pasaros a mirar, a leer el blog, a ver una foto mía así en blanco y negro muy estilosa, e incluso, si vuestras esposas os lo permiten, a compraros algún caprichito porque solo se vive una vez y el rol está ahí para algo.

Ampliando Ravenloft

En los años 1991 y 1992 aparecieron “Darklords” e “Islands of Terror” respectivamente, convirtiéndose en los únicos suplementos dedicados a ampliar el mundo de Ravenloft (de su primera edición, véase la “Black Box”). En estos libros, que venían en tapa blanda y no eran especialmente gordópilos (gruesos), detallaban una serie de nuevos personajes y entornos para añadir a nuestras campañas ravenloftianas. Y ahora os preguntaréis… “¿Era necesario hacer eso?” Y yo os responderé…  “No. Para nada”, aunque añadiendo un “Pero…” al final.

El “pero”: Puede que no necesitemos de esos libros para ser felices disfrutando de nuestro inigualable entorno de campaña, pero sin duda representan una lectura interesante y una increíble fuente de ideas.

En “Darklords” se amplía la información referente a algunos lores ya existentes, así como se presentan otros nuevos, que poseen dominios minúsculos o itinerantes, perfectos para añadir en cualquier campaña o partida. Por poner un ejemplo, tenemos al “Headless Horsemen”, un jinete sin cabeza a lo Sleepy Hollow cuyo dominio es un simple camino que aparece por sorpresa en la noche para gozo y diversión de los personajes.

En el “Islands of terror”, además de uno de esos mapas desplegables que tan dura me la ponen, tenemos descripciones completas no solo de los lores sino también de la geografía y población de las islas. A destacar las “Wildlands”, un domino salvaje habitado por animales parlantes que conspiran unos contra otros (Tigres, tigres, leones leones, todos quieren ser los campeones…) y a su vez tratan de derrocar al “Rey Cocodrilo”, el tirano que los tiene a todos sometidos; ¿A quiénes se unirán los valerosos aventureros? ¿A los monos? ¿A los elefantes? Puede sonar a risa pero a mí se me ocurren decenas de ideas para convertir una idea divertida en un festival del horror.

Además, ambos libros proporcionan ideas para crear una atmósfera oscura y opresiva para dirigir nuestras partidas con un toque único y característico, con esa fragancia “ó de ravenló” tan interesante.

Lo dicho. Dos libros no imprescindibles para jugar pero repletos de historias terribles, personajes atormentados y lugares listos para ser explorados por los aventureros más osados o temerarios.