Vosotros
no lo sabéis porque es algo que nunca he hecho público, pero sobre todos los
varones de nombre comenzado en J de mi familia pesa una terrible maldición.
Tuvieron huevos mis padres, sabiéndolo, de no ponerme, yo que sé… Marcelo. Pero
eso ya lo hablaré con ellos en su debido momento. El caso es que pesa sobre mí
la maldición de ver cómo se va a la mierda todo aquello por lo que me intereso.
Sí amigos. Cuando mi padre (cuyo nombre empieza por J) encontró el trabajo de sus
sueños como instalador de teléfonos fijos y a los cuatro días aparecieron los
teléfonos móviles todos nos reímos mucho de él, pero ahora que me pasa a mí, no
le veo la puta gracia por ninguna parte. ¿Y qué me ha pasado os preguntaréis?
Pues que el Warhammer, juego que lleva toda la vida ahí y por el que yo comencé
a interesarme hace poco, se ha ido a tomar por saco.
Definiendo
“tomar por saco”.
Tomar
por saco es la versión light de “tomar por culo” en clara alusión a la sodomía
no consentida y, sin entrar en asuntos legales de por qué Games Workshop ha
llegado a la conclusión de que un juego que estaba funcionando, no era rentable
y había que acabar con él, voy a resumir diciendo que lo han finiquitado. Y ya
está.
Definiendo
“finiquitar un juego”.
Hace
años le pregunté a un chaval si seguía jugando al juego de cartas
coleccionables de Dragonball y me respondió muy serio que el juego “estaba
muerto”; lo siguiente que vio fue mi puño pasando a pocos centímetros de su
cara y agrietando la pared que había tras él. Y es que me indigna que se hable
de “juegos muertos” por el simple hecho de que sus editoriales hayan decidido
cancelar sus actualizaciones. ¿O acaso la gente no sigue jugando con la primera
edición del D&D a pesar de que ya van por la quinta? Pues eso. El Warhammer
ha sido cancelado en su (¿octava?) edición, pero eso no quita que cualquiera
pueda sacar sus miniaturas y jugar a esa o a cualquier otra. Lo cual tampoco
quita que los de GW hayan decidido cancelarla y sacarse de la manga el nuevo Warhammer
Age of Sigmar, que no es otra cosa que un juego de escaramuzas que se puede
jugar con pocas miniaturas, que valen las del antiguo warhammer, con reglas muy
sencillas y gratuitas… Todo ventajas, a primera vista, a pesar de lo que
afirman algunos agoreros.
Definiendo
“agoreros”.
Los
agoreros son personas derrotistas y tristes que siempre buscan el lado negativo
de las cosas para amargar las ilusiones del prójimo en un vano intento de sentirse
mejor por el simple procedimiento de la
comparación. Y lo que esos agoreros dicen acerca del nuevo juego basado en
Warhammer es que todo es una trampa. Perdón. No. Lo que dicen más bien es que…
¡¡Todo es una trampaaaa!! Ya que afirman que el nuevo reglamento gratuito es
temporal (luego valdrá 50€), que las nuevas miniaturas tendrán otra escala y
nos tocará comer las viejas al ajillo y que cuando éstas desaparezcan del ebay
y otros sitios de segunda mano, volverán a la escala original para horror y
desesperación de quienes se indigestaron con ellas y todo volverá a empezar
cual reino del terror resurgiendo de las cenizas del infierno.
Y ahora
sí, resumiendo todo esto. Ha sido meterme en el Warhammer e irse a tomar por
saco. Y ahora no sé si interesarme por el otro o crionizarme cual pasajero de
la Nostromo para despertar dentro de diez años a ver qué ha pasado.
Podrías interesanrte en la indrustria armamentísitca. así nos haces un favor a todos. o en los motores de explosión interna...
ResponderEliminarNo te preocupes, yo siempre quise jugar al warhammer o ver a nirvana... ya nunca podré.
Lo de Nirvana está chungo pero al Warhammer siempre se puede jugar.
EliminarEstoy flipando. ¿Que Games Workshop regala las reglas? Después de leer esto, acabo de entrar en su página web y... es verdad. Me he bajado gratis las reglas (4 páginas) y uno de los libros de ejército disponibles. Inaudito. Pero claro, luego el reglamento "guai" vale 60 euros... ¿No será que estos PDF gratuitos y con los nombres de las unidades en inglés son como aquellos cromos que te daban gratis a la salida del colegio?
ResponderEliminarNo sé qué daban en la salida d etu colegio, pero en el nuestro nos daban caramelos con droga.
EliminarEn cuanto a las reglas, efectivamente. Las gratuitas no llevan nada de trasfondo ni dibujitos ni ná. A pesar de eso es una buena iniciativa.