A
finales del año anterior al pasado (estoy hablando del 2015) me decidí a jugar
con más regularidad tanto a rol como a tablero u otras cositas, por lo que me
propuse una partida al mes durante 2016 y decidí llamar a tal iniciativa “12
meses, 12 partidas” en un alarde de originalidad sin precedentes hasta la
fecha. Pero si os soy sincero, no tengo ni idea de si llegué a cumplir tal
gesta ya que no me molesté en apuntar (ni siquiera recordar) las partidas que
jugué. Estoy casi convencido de que entre las partidas con mi grupo de rol,
alguna cosa suelta por ahí y las NoveldaRolea2 sí llegué a mi objetivo, pero no
apostaría ninguna parte de mi cuerpo. Es por eso que este 2017 voy a enmendar
mi error (aunque en realidad se trata de pereza) y a ir enumerando las cosas a
las que juego. ¿Qué no os lo creéis y ni siquiera os importa a qué juegue yo?
Pues aquí va la primera.
Partida
Nº1 (de 12): Conquest: el guejecillo de catras
Hace
algunos años ya que Edge publicó este bellamente ilustrado juego de
construcción de mazos ambientado en el siempre atractivo universo del Warhammer
40K y que cuenta con una mecánica muy simple pero efectiva. Os lo explico así
por encima y mal: En el centro de la mesa se sitúan cinco cartas que
representan planetas (no lo se ponen planetas de verdad porque ocuparían mucho
sitio) y frente a nosotros dejamos un espacio que representa nuestro cuartel
general, donde situamos a nuestro comandante junto con algunas tropas que le
acompañan. A partir de ese momento vamos robando cartas al azar de nuestro mazo
y jugando tropas, eventos u otras cosas a medida que libramos batallas en los
planetas contra el rival. De las batallas puede resultar la obtención de
recursos para poner en juego más cartas, la activación de habilidades
especiales de los planetas o la conquista de los mismos. En cuanto hayamos
conquistado tres planetas con los mismos símbolos o hayamos acabado con el
comandante enemigo, ganamos la partida, en cuyo momento podemos señalar con el
dedo a nuestro rival y reírnos de él con toda la boca abierta.
La
gracia del juego a mi parecer, es su simplicidad (no necesitas jugar una docena
de partidas para empezar a entender cómo funciona) y el hecho de que se base en
estrategia (no hay tiradas de dados), aunque claro está, hay un factor suerte a
la hora de robar cartas del mazo. El “problema” que tiene es que por lo visto
los de Fantasy Flight han roto su acuerdo con Games Workshop para seguir
sacando juegos ambientados en la franquicia Warhammer y eso ha hecho que la
línea haya sido cancelada. Lo de las comillas es porque realmente ya hay una
gran cantidad de cartas traducidas al español y pueden hacerse mazos completos
de cualquier ejército. Eso sí, en cuatro días el juego se agotará en tiendas y
habrá que pagar un ojete de la cara por él, así que si a alguien le interesa,
ya puede empezar a correr.
Una foto del juego por si no os creéis que existe. |
Nota
póstuma: Esta entrada no habría sido posible sin la ayuda de Mr.E, un hombre
que siempre tiene una mesa lista para jugar y unas patatuelas para picar. Que
Sigmar te bendiga y te proporcione estanterías más grandes.
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