No os preocupéis, oh
queridos lectores, que a pesar del título de esta entrada no voy a
hcer un repaso a los últimos lanzamientos lúdicos de nuestras
editoriales favoritas. ¿Y porqué no si eso es algo que siempre
gusta y no está de más dar un repasito por si interesa comprar algo
así como el que no quiere la cosa ya que trabajamos mucho y nos
merecemos darnos un capricho de vez en cuando y cuando se líe la
cosa esa nuclear entre Trump y el chinaco gordo ese es preferible
morir entre juegos que solo y desnudo en el cuarto de baño? Pues no,
porque las novedades son tantas y se acumulan de tal forma en la
lista de deseos, que uno se agobia, se cansa, y al final acaba no
comprando ni queriendo saber nada de nadie. Pero voy al lio.
Éste es el rostro de la saturación jueguil. |
Estuve a punto de participar
en el crowdfisting del Deus X Machina, de pillarme el Fanhunter Urban
Warfare (aunque reconozco que su elevado precio me disuadió), de
reservar el Heroquest 25 aniversario, de hacerme con el Faith
corebook, de lanzarme a la piscina del Walkure, de... Demasiadas
cosas. Además, en casa tengo pendiente de leer el Nexus, el cual me
dejó la tienda Dosdediez para hacer una reseña y el recién llegado
Walpurguis, así como varios modulos de Ravenloft y algunos juegos de
Joc Internacional que adquirí hace ya tiempo. Y claro, si a eso le
juntamos la campaña en curso de Faith, la de Mice and Mystics y
alguna otra cosila que tengo pendiente de preparar y dirigir en
AOCAN... me saturo. Me saturo y casi no juego.
¿La solución? Está muy
clara. Necesito una máquina de clonar y hacer otro yo para que lea y
juegue mientras yo trabajo y atiendo a mi familia para luego
intercambiarnos e ir alternándonos cada mes o cada 15 dias. Aunque
conociéndome... Seguro que mi otro yo me acaba traicionando y
quedándose con lo bueno mientras yo trabajo como un esclavo. Auque
pensándolo bien... las cosas no iban a cambiar tanto para mi.