jueves, 27 de abril de 2017

Novedades lúdicoroleras.


No os preocupéis, oh queridos lectores, que a pesar del título de esta entrada no voy a hcer un repaso a los últimos lanzamientos lúdicos de nuestras editoriales favoritas. ¿Y porqué no si eso es algo que siempre gusta y no está de más dar un repasito por si interesa comprar algo así como el que no quiere la cosa ya que trabajamos mucho y nos merecemos darnos un capricho de vez en cuando y cuando se líe la cosa esa nuclear entre Trump y el chinaco gordo ese es preferible morir entre juegos que solo y desnudo en el cuarto de baño? Pues no, porque las novedades son tantas y se acumulan de tal forma en la lista de deseos, que uno se agobia, se cansa, y al final acaba no comprando ni queriendo saber nada de nadie. Pero voy al lio.

Éste es el rostro de la saturación jueguil.
Hace unos meses me compré el "Jardin en el infierno" del juego Faith, el cual estoy dirigiendo a mi grupo con una éxito considerable (el juego nos gusta y la mecánica se entiende) y con la intención de jugar a otra cosa en acabar. El problema es que esa campaña no se termina en dos días, menos aún teniendo en cuenta que el ritmo de juego no es precisamente vertiginoso, con lo que mis posibles opciones de futuro se van acumulando en mi celebro, el cual en un esfuerzo por detener el ímpetu consumista ha decidido cerrar las puertas a cal y canto y allí están todos esos juegos, bloqueados.

Estuve a punto de participar en el crowdfisting del Deus X Machina, de pillarme el Fanhunter Urban Warfare (aunque reconozco que su elevado precio me disuadió), de reservar el Heroquest 25 aniversario, de hacerme con el Faith corebook, de lanzarme a la piscina del Walkure, de... Demasiadas cosas. Además, en casa tengo pendiente de leer el Nexus, el cual me dejó la tienda Dosdediez para hacer una reseña y el recién llegado Walpurguis, así como varios modulos de Ravenloft y algunos juegos de Joc Internacional que adquirí hace ya tiempo. Y claro, si a eso le juntamos la campaña en curso de Faith, la de Mice and Mystics y alguna otra cosila que tengo pendiente de preparar y dirigir en AOCAN... me saturo. Me saturo y casi no juego.

¿La solución? Está muy clara. Necesito una máquina de clonar y hacer otro yo para que lea y juegue mientras yo trabajo y atiendo a mi familia para luego intercambiarnos e ir alternándonos cada mes o cada 15 dias. Aunque conociéndome... Seguro que mi otro yo me acaba traicionando y quedándose con lo bueno mientras yo trabajo como un esclavo. Auque pensándolo bien... las cosas no iban a cambiar tanto para mi.

jueves, 13 de abril de 2017

Personajes mediocres: A-16



En esta sección me gusta meter tanto a personajes reales como ficticios y entre estos últimos tengo cierta predilección por los secundarios de Bola de Dragón, una de las series que más me ha traumatizado en toda mi vida. Y como ya tengo muy trillado al pobre Yamcha, esta vez hablaré de otro de mis favoritos como es el caso de A-16, el androide grandullón.

A-16, androide creado por el malvado Dr. Guero del ejército de la Red Ribbon y según él, un total fracaso, apareció por primera vez en la llamada “saga de los androides” y fue despertado por A-17 justo en el momento de rebelarse contra su creador. Cabe decir que en ese momento de la serie, A-16 era con diferencia el ser más poderoso que existía y que podría haberse pulido a los otros androides, a Goku y compañía e incluso al mismo Celula, pero no. A-16 era un bonachón ecologista que solo pensaba en pasearse por ahí mientras esperaba que Goku se le cruzara en su camino para eliminarle que era al fin y al cabo aquello para lo que le habían programado.

La primera y única vez en la que sacó los puños (literalmente además) fue luchando contra Celula (segunda forma, la más fea) pero ya cuando era demasiado tarde, ya que éste alcanzó la perfección del cuerpo y le voló la cabeza, o al menos media. Después de ser reconstruido apareció en el torneo de Celula y allí tuvo la oportunidad de lucirse haciendo el ridículo más espantoso al intentar detonarse con un explosivo que ya no estaba alojado en su cuerpo. ¿Sabéis cuando vuestra madre os dice que le ayudéis a abrir un bote de garbanzos pero no podéis? En ese momento es destrozado por Celula y de él solo queda una cabeza que logra, eso sí, despertar la fuerza oculta de Gohan a base de hacerse el tristeresante.
 
Al final A-16 juega un papel tan pasajero en la serie que nadie se molesta ni en reconstruirlo ni resucitarlo y de él solo queda el recuerdo de ese tipo grande que molaba al principio pero que no hacía nada más que mirar pájaros y ser todo lo bueno que puede ser alguien obsesionado en matar  a un completo desconocido.