Como ya anuncié el més pasado, ésta va a ser la útima escalada oficial de Infinity. ¿Y por qué? Os preguntaréis angustiados. Pues el motivo es que tanto a Mr. E como a mí, la vida nos ha llevado a un punto (cada uno el suyo, que esto no es una encrucijada gay ni nada de eso) en el que nos vemos obligados a apretarnos un poco el cinturón y dejar a un lado esa manía de comprar muñequitos en detrimento de la vida real, la familia y los valores tradicionales. ¿Significa esto que ya no vamos a pintar ni jugar más? Para nada. A día de hoy tenemos suficientes miniaturas en la recámara como para seguir escalando durante un año, por lo que a finales de cada més, iremos presentando miniaturas variopintas para seguir fieles al rollo ese de la "Guerra en color", que si no sabéis lo que és, solo tenéis que pinchar en el banner ese amarillo de la derecha donde lo dejo muy bien explicadito. Pero vamos ya con las fotos, que me enrollo demasiado.
Comenzando con el bando Nómada, tenemos a los Crazykoalas, unos robotitos porculeros que corren y explotan sobre el primer enemigo que entra en su radio de detección. Les acompaña una señorita que se asegura de que no se desmadren antes de tiempo.
Y en el lado alienígena (para despedir la escalada he decidido completar los shasvastii) tenemos al calibán, un bicho especializado en el sabotaje y la aniquilación desde la sombra, flanqueado por dos soldados semilla que me faltaban.
Y hasta aquí. El més que viene habrá más, aunque todavía no sé qué pintaremos, así que... ¡Sorpresa, sorpresa!
martes, 27 de mayo de 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
Tanquol y Destripahuesos: La bilogía
La última
vez que acudí a mi librería frevorida a por otro libro de la saga de Gotrek y
Felix, me encontré, así por sorpresa, con dos libros protagonizados por el
Vidente Gris Tanquol y su guardaespaldas Destripahuesos. Hasta el momento, el
hechicero skaven no había sido más que un secundario que acumulaba un fracaso
tras otro en la saga de los dos héroes creados por William King y al verlos
pensé “Mola. Tanquol a pleno rendimiento” Pero la cosa no iba a ser tan bonita
para él a pesar de eso. Os cuento así muy por encima:
Los
libros están escritos por un señor llamado C.L. Werner que además de dedicar el
primer libro a William King, sigue con su estilo de escritura en los dos
volúmenes, es decir, divide el libro en capítulos que a su vez están divididos
en pequeñas partes en las que se alternan los diferentes personajes que
aparecen en ellos. Eso hace que la lectura sea muy rápida y entretenida, además
de que se evita que todo el texto se centre en los sakvens, que os aseguro que
al final agobian.
El
primer volumen se llama simplemente “El vidente gris” y trata sobre cómo a
Tanquol, después de su incapacidad para robar el “Espíritu de Grungi” y de
haber provocado una guerra civil en la ciudad del clan Moulder, es llamado por
el mismo consejo de los trece en Plagaskaven que le encargan recuperar un
poderoso objeto que se halla en el subsuelo de Altdorf. Lo que Tanquol no sabe
es que el objeto tiene trampa, el ayudante que le asignan quiere traicionarle y
todos sus contactos en Altdorf le quieren muerto excepto uno que, por supuesto
Tanquol cree que es el traidor; como tampoco nadie sabe que un grupo de
contrabandistas humanos se han hecho con el objeto por pura casualidad y que un
poderoso hechicero también anda tras él. Un follón digno de cualquier película
de Esteso y Pajares pero cambiando a las suecas en topless por hombres-rata
mutantes.
El
segundo, llamado “El templo de la serpiente” tiene lugar en Lustria, tierra de
los hombres lagarto y tiene como principal aliciente a éstos mismos. Si la
psicología skaven llama la atención por su eterna paranoia y necesidad de sacar
provecho de todo a cualquier costa, las mentes frías y sincronizadas de los
eslizones y saurios resultan igualmente curiosas, además de la “gran matemática”
que rige el universo en la que piensan los slann. Pero vamos al libro. Como
decía, Tanquol es enviado a Lustria junto con un contingente de skavens del
clan Eshin (los ninjas) para eliminar al profeta de Sotek, un poderoso
hechicero eslizón. Al mismo tiempo, un barco mercante humano a la deriva llega
a las mismas costas y ambos grupos, sin saber el uno del otro, se dirigen al
templo de Sotek. Y lo que suele pasar: Dinosaurios, traiciones, plantas
carnívoras, traiciones, muertos vivientes, traiciones… Todo ello en un relato
en el que Tanquol parece un personaje cómico más que el terrible y malvado
hechicero de anteriores libros, con unas reflexiones acerca de sus errores
dignas de Groucho Marx.
Y
concluyendo solo me queda decir que ambos libros son entretenidos, que al fin y
al cabo es lo que uno espera encontrar en la literatura fantástica, sin
lecciones de moral ni grandes reflexiones sobre la vida y la amistad (como
dicen que hacía Tolkien pero que yo nunca ví), que se leen rápido y bien.
¿Alguien da más?
domingo, 11 de mayo de 2014
Runequest6: Ambientaciones alternativas
Ya
hablé en la anterior entrada (o la otra), que los de RunaDigital no iban a
publicar Glorantha de momento entre otras cosas, porque no existe todavía; y
comenté también que las otras ambientaciones que proponían en su página no
acababan de convencerme, ya que todas ellas tienen ya un sistema de juego
asociado. ¿Qué hacer entonces? Pues no nos queda más remedio que crear nuestras
propias ambientaciones. Es por ello que hago un llamamiento a blogueros,
roleros y gentes de bien en general, para proponer qué ambientación sería mejor
para nuestro inminente RuneQuest6. Y para ir rompiendo el hielo, ahí va mi propia
ambientación:
Cthulhupop
Pautas
generales: Es el año 2015 y los hipsters dominan el mundo gracias a sus
bigotes, sus barbas y sus bufandas en pleno mes de agosto. Las magdalenas se
han extinguido al convertirse en muffins, la música rock y la electrónica se han
convertido en una sola y las galerías de arte están repletas de tipos con gafas
de pasta y pantalones de cuadros. Pero una amenaza oculta se cierne sobre ese
mundo ideal.
El
enemigo: Lentamente, un nuevo tipo de arte basado en principios no euclidianos está
apoderándose de galerías, exposiciones y otras formas de regocijo
artístico-cultural, lo que hace que la idílica sociedad moderna se tambalee a
causa de esas nuevas tendencias venidas de más allá del espacio y el tiempo.
Los
héroes: Los pejotas serán hipsters dedicados en cuerpo y alma a investigar el
origen de ese arte alienígena con la intención de aniquilarlo a base de golpes
de corbata si hace falta, pero que se encontrarán con que detrás de él hay una
serie de sectas misteriosas dispuestas a renovar todas las tendencias con la
ayuda de sus dioses primigenios. ¿Lograrán devolver al mal de nuevo al lugar de
donde salió? ¿O terminarán sucumbiendo ante los secretos oscuros, perdiendo sus
mentes y terminar metidos en camisetas de Judas Priest, renegando de todo lo
que es pop y cool?
Las
aventuras están servidas, amigos. Y esto no es todo; ahora mismo se me vienen a
la cabeza muchas otras posibilidades como el Cyberconan o los Trogloditas
espaciales, pero no quiero pecar de acaparador y lo dejo aquí.
¿Qué
otras ambientaciones proponéis hasta que nos saquen “Aventuras en Glorantha”?
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