El otro
día me pasó una cosa horripilante. Encontré el módulo Howls In the Night en
Ebay a un precio bastante aceptable y pensé “Coño, el Howls in the Night a un
precio bastante aceptable” y lo compré. Tras una larguísima espera mirando
fijamente el buzón a través de la ventana vi aparecer a mi cartero, con su
sonrisa y su alegre caminar (es ironía ya que se trata de un señor apático y
malhumorado que mea en la calle cuando cree que nadie le puede ver) depositando
un sobre tamaño módulo de TRS en él. Bajé a abrirlo, comprobé que estaba en
buen estado y corrí a colocarlo en su lugar correspondiente en mi estantería
cuando me percaté de que… ¡Ya lo tenía! Allí estaba, en su fundita de plástico
esperando pacientemente ser jugado, leído o por lo menos, recibir algo más de
atención que el absoluto olvido en el que lo tenía sumido. Me sentí mal. ¿Hasta
dónde había llegado mi ansia coleccionista? ¿Me habría convertido ya en uno de
esos coleccionistas compulsivos que ya ni saben ni disfrutan de aquello que
tienen? Y como me temía que la respuesta a esta última pregunta iba a ser que sí, me apresuré a enmendar mi
error. Puse a la venta el ejemplar sobrante al mismo precio que yo lo había
adquirido (no a la especulación rolera, por favor, que aquí todos somos
colegas) y coloqué el mío anterior en la mesita de noche, dispuesto a echarle
un buen vistazo. Y he aquí las conclusiones.
Howls in the night es un módulo escrito por Colin McComb
(uno de los grandes artífices del Planescape a nivel papel y videojuegos) e
ilustrado por Paul Jaquays que se publicó a finales de 1994 poco después que la
caja roja. Está diseñado para ser jugada con personajes de niveles 4 o 5 y por
lo tanto tenemos la seguridad de que no será ninguna escabechina como suele
suceder con módulos para niveles superiores.
La acción se desarrolla en el domino de Mordent, el cual los
más veteranos conocemos por albergar uno de los grandes clásicos de Ravenloft como
es House on Griphoon Hill, aunque la trama no tiene absolutamente nada que ver.
En este caso los jugadores se verán metidos en una historia de fantasmas del
pasado y rivalidades entre familias adineradas que les llevarán a descubrir un
misterio que llevaba enterrado desde
hacía 100 años.
Pero quizás la característica más relevante de esta
aventurilla de 32 páginas sea la de tener cuatro posibles soluciones al
misterio para que el master pueda elegir la que más se adapte a los gustos de
sus jugadores o incluso rejugarlo si fuera necesario, muy al estilo del primer
módulo Ravenloft.
En definitiva, un buen módulo, con sabor a genuino
Ravenloft, situado en un emplazamiento emblemático y jugable con personajes de
nivel medio. Pero eso sí, con tener una copia en casa basta y sobra.
Clasica portada sin grapar con los mapas en el interior. |