Hablar
de juegos de rol en España no es lo mismo que hablarlo en estados unidos y
posiblemente, no será lo mismo que en otros países. Aunque el rol como libros
que se vendían en librerías más o menos convencionales, ya ha pasado a mejor
vida en nuestro país, la idea que queda en las mentes de las personas
“normales” están algo distorsionadas.
En el
año 1994, un hombre de 50 años fue asesinado a sangre fría en una parada de
autobús y por esas cosas de la abogacía, se relacionó un hobby común y no muy
popular que compartían los dos asesinos con el crimen: Los juegos de rol. Si se
hubiese tratado de fútbol o toros posiblemente no habría trascendido, pero ya
se sabe que las minorías son demonizadas con mucha más facilidad.
A raíz
de tal desgraciado hecho los juegos de rol pasaron de las estanterías,
ignorados de la vista de todos, a formar parte de una cultura criminal, dando
fruto a películas infames y episodios de series policíacas malas, lo cual no hacía más que acrecentar su mala reputación.. A finales de
la década un tal Daniel Monzón presentó “El corazón del guerrero” con la
intención (según él mismo dijo) de restaurar la imagen de los juegos de rol
como una opción lúdica sin más; Pero aunque la película es bastante buena, los
roleros quedan como una pandilla de inadaptados con facilidad para perder la
cabeza. Desde entonces hemos tenido que soportar el estigma de “asesinos”
(todavía no existía el término “friki” tan de moda hoy en día) y hemos tenido
que explicar, a familiares y amigos que no, que eso a lo que jugamos los sábados por la tarde no va de matar a gente.
Han
pasado algunos años ya desde todo aquello y esos chavales de 15 años se han
convertido en señores de 35, con sus trabajos respetables y parte de su
imaginación (estimulada sin duda por largas aventuras en mundos extraños)
todavía intacta. Y es por ello que resulta relativamente fácil encontrar
algunos guiños a esta afición en series y películas, esta vez reflejando el hobby como realmente es. Un claro ejemplo estaba en
la serie de sketches de humor “La Tira” donde en uno de los episodios
montaban una partida de Dungeons & Dragons.
Y como
no, en Estados Unidos, cuna de los juegos de rol, no podían ser menos y su
presencia está presente ahora y siempre. De hecho, la primera vez que vi jugar
a rol fue en la película E.T, (El extraterrestre en pelotas), y desde entonces
hasta hoy en series y películas varias, relacionadas o no con el tema de la
fantasía. Por poner unos ejemplos, en la serie Malcom, el amigo gordo de la
madre alardea varias veces de ser un hechicero elfo de nivel 18, en
Futurama aparece el mismo Gary Gigax lanzando dados y la serie de El
Laboratorio de Dexter nos deleitó con un episodio sublime sobre juegos de rol,
que desgraciadamente fue eliminado del youtube y no he podido recuperarlo en el
que una partida demasiado difícil dirigida por el mismo Dexter frustraba a sus
jugadores y al tomar las riendas su hermana creaba una historia algo
edulcorada, con princesas y tesoros que les encantaba (para frustración de
Dexter y su tirana dirección del juego).
Actualmente
la serie de dibujos que está captando toda mi atención es “Hora de Aventuras”,
en la que un héroe humano y su perro defienden Chuchelandia de todo mal, como
el rey hechicero del hielo, mientras el protagonista sufre en silencio su amor
por la Princesa Chicle. ¿Suena algo infantil, verdad? Pues es una de esas
series que no deberían emitirse en canales infantiles (creo que la hacen en
Boing todas las tardes a las 18:00 y por las noches sobre las 22h) ya que en
ella aparecen espectros condenados, zombies, liches, vampiros absorbe-almas y
además, algunos argumentos son difícilmente comprensibles para los niños e
incluso para adultos no familiarizados con estos juegos que tanto nos gustan.
No os dejeis engañar por lo infantil de su aspecto. Algunos episodios son cualquier cosa menos infantiles. |
Y
aunque sé que me dejo mucho, muchísimo en el tintero, éstos ejemplos son los
que demuestran que quizás esos viejos roleros ya no nos reunamos alrededor de
una mesa para pasar horas y horas de juego, pero el encontrar tantísimas
referencias a ello solo viene a demostrar que esa afición con la que “perdíamos
el tiempo” cuando éramos chavales era algo más que eso; Era la semilla que hoy,
20 años después, ha germinado en ideas útiles e inspiradoras que siguen ahí,
para deleite de pequeños y mayores.