viernes, 29 de junio de 2012
Murcielagos en el campanario (Lagartos en la hierba pt2 / Warhammer en Glorantha pt3 / Ratas en el horizonte pt4)
Estoy un poco desencantado. Quise comenzar un ejército de Hombres Lagarto pero las últimas subidas de precios y los nuevos packs “económicos” con miniaturas de resina se han cargado mis planes de ir muy despacito en la creación del ejército. Por lo tanto: Cambio de planes.
Ahora he puesto el ojete sobre los Condes Vampiro, que son básicamente un ejército liderado por vampiros, nigromantes y banshees y compuesto por hordas de zombies, esqueletos, espectros y otros seres de la noche.
El ejército tiene varias ventajas:
1: Está totalmente actualizado, lo que significa que podré crearme una lista desde el principio sabiendo que estará equilibrada con ejércitos rivales.
2: No rompe con la estética gloranthana en la que quiero inspirarme y además me trae bonitos recuerdos de mi etapa como master de Ravenloft.
3: Aunque para las unidades especiales, héroes y demás hay que pasar por la piedra, el grueso de las tropas pueden comprarse de otras marcas (como mantic), en las que por el mismo precio tienes un 50% más de miniaturas.
Ya veremos si no cambio de idea pero en un principio espero comenzar a montar y pintar en breve.
viernes, 22 de junio de 2012
Tormenta Warhammer
El mundillo de Warhamer está revolucionado. Y es que en unos días llegará la nueva edición de Warhammer 40K, y esta vez lo hace acompañada de la polémica subida de precios de Games Workshop, lo que hace que jugadores de siempre anuncien a los cuatro vientos eso de “yo dejo el hobby”, “nosotros seguiremos jugando a la quinta y que les den a esos peseteros”, o “voy a convencer a mis amigos para pasarnos a otro juego”, todo ello seguido de un “wha hahahaha, vamos a hundir Games Workshop”; Pero lo cierto es que en cuanto salga el reglamento, la gente se volverá loca por tenerlo, actualizar sus listas de ejército y jugar como locos buscando la ventaja que las nuevas reglas puedan darle. Con el nuevo reglamento aparecerán los nuevos codex y algunas miniaturas imprescindibles dejarán de serlo mientras que otras, más prescindibles ahora, ganarán protagonismo, y todo eso, junto a los nuevos y flamantes muñequitos, harán que las ventas aumenten y que tanto rebelde se calle. Y es que algunos olvidan que esta compañía no lleva los años que lleva en el mercado por casualidad y que saben manejar muy bien a los frikis para mantenerse ahí.
Pero vamos a lo que iba.
A veces el Ebay te da sorpresas agradables. Una vez adquirí una armadura crisis por 6€ (valen 19) y al llegar descubrí que era una armadura de comandante, con piezas extra de plomo (esas valen 25), y hace poco me ha llegado otra ganga: Un tanque cabezamartillo por la mitad de su precio que resulta que no solo lleva la torreta con el correspondiente cañón, sino que además incluía la torreta de misiles del mont’ka. Eso, junto con el mantarraya que ya tenía de antes, me permitirá montar dos tanques, un tanque + transporte o un equipo de rastreadores + la torreta de misiles.
En definitiva, tengo más puntos, y más variedad a la hora de montar una lista, que espero poder probar pronto, en esta edición o la siguiente. ¿Qué importará si al final lo que cuenta es pasar un rato divertido?
Este montón de plasticos son los que me llevarán a la victoria en mi proxima batalla. Siempre que, claro está, mi rival no se haya comprado otro montón de plastiquitos de esos y acabe aplastandome como siempre.
viernes, 15 de junio de 2012
El Cuervo Pt3: El origen
Acabamos la semana dedicada al Cuervo, como no, hablando de su origen: El comic. Espero que os haya gustado y la semana que viene regresaré con mis temas habituales.
En el año 1978, un conductor borracho acababa con la vida de la novia de un tal James O’Barr. El pobre chaval, tres años después, siendo incapaz de superar la tragedia crea un personaje llamado El Cuervo, que habiendo perdido a su prometida en circunstancias todavía más truculentas, regresaba del más allá convertido en un ángel de la muerte.
Así nacía hace más de 30 años el comic que inspiró la famosa película. En blanco y negro y con un dibujo tirando a regular, sus páginas estaban repletas de poesía barata, fragmentos de canciones sementeras y muchas dosis de violencia; Y es que al pasar unas cuantas páginas nos damos cuenta que en el cine vimos la versión “Light” de la historia. Este cuervo se autolesiona, se inyecta heroína y habla como un verdadero pirado mientras asesina de las formas más crudas a los que acabaron con su mujer.
Aquí no hay “Si matas al cuervo que le acompaña perderá sus poderes…”, ni regeneraciones instantáneas que no dejan huella de la herida; Esta es una historia de venganza sin cuartel, salpicada por flashbacks de un pasado tan feliz, que no hacen más que avivar el ansia de venganza que se transmite al lector.
Hubieron secuelas, si, pero es mejor no hablar de ellas y quedarnos con la grandiosa oscuridad de esta primera parte.
En el año 1978, un conductor borracho acababa con la vida de la novia de un tal James O’Barr. El pobre chaval, tres años después, siendo incapaz de superar la tragedia crea un personaje llamado El Cuervo, que habiendo perdido a su prometida en circunstancias todavía más truculentas, regresaba del más allá convertido en un ángel de la muerte.
Así nacía hace más de 30 años el comic que inspiró la famosa película. En blanco y negro y con un dibujo tirando a regular, sus páginas estaban repletas de poesía barata, fragmentos de canciones sementeras y muchas dosis de violencia; Y es que al pasar unas cuantas páginas nos damos cuenta que en el cine vimos la versión “Light” de la historia. Este cuervo se autolesiona, se inyecta heroína y habla como un verdadero pirado mientras asesina de las formas más crudas a los que acabaron con su mujer.
Aquí no hay “Si matas al cuervo que le acompaña perderá sus poderes…”, ni regeneraciones instantáneas que no dejan huella de la herida; Esta es una historia de venganza sin cuartel, salpicada por flashbacks de un pasado tan feliz, que no hacen más que avivar el ansia de venganza que se transmite al lector.
Hubieron secuelas, si, pero es mejor no hablar de ellas y quedarnos con la grandiosa oscuridad de esta primera parte.
jueves, 14 de junio de 2012
El Cuervo pt.2: BSO
Cuando vi la película no tardé mucho en hacerme con el CD de su banda sonora y pasarme semanas enteras con él en mi reproductor dando vueltas sin parar. De hecho, lo llegué a escuchar tanto que su música pasó a formar parte de mi vida, asociándola a recuerdos y momentos concretos hasta el punto de que no sabría decir si es un disco de calidad o no; Aunque esa no es mi intención.
En el CD encontramos los sonidos góticos y oscuros de The Cure, el rock de los Stone Temple Pilots y la Rollins Band, la rabia de Rage Against The Machina (antes de llenarse los bolsillos y perderla) y los sonidos industriales de aquellos Nine Inch Nails de Trent Reznor que levantaban ampollas cuando gritaban aquello de “Dios está muerto y no me importa”, hasta que se acostaron a dormir a la sombra de Marilyn Manson. Y eso por citar solo a los más famosos.
El disco está lleno de buenos temas que se mueven entre el pop más melódico de Jane Siberry y el metal más pesado de Pantera, pasando por todo un amalgama de sonidos que evocan escenas de la película.
Al cabo de un par de años de tener el CD, recuerdo que pasé por una fase de “seguidor del verdadero metal” y decidí deshacerme de toda la música que no fuese “pura”, entre la que se encontraba esta banda sonora. Otros años más tarde, ya recuperado, pude escucharlo en el coche de una amiga (a la que yo mismo se lo había grabado) y le tuve que pedir que me lo regrabara para poder recuperar esos sonidos perdidos.
Si, esto último sobraba, pero pasa que me dijo el médico que si no hablaba continuamente de mi mismo, podría desaparecer del mundo.
En el CD encontramos los sonidos góticos y oscuros de The Cure, el rock de los Stone Temple Pilots y la Rollins Band, la rabia de Rage Against The Machina (antes de llenarse los bolsillos y perderla) y los sonidos industriales de aquellos Nine Inch Nails de Trent Reznor que levantaban ampollas cuando gritaban aquello de “Dios está muerto y no me importa”, hasta que se acostaron a dormir a la sombra de Marilyn Manson. Y eso por citar solo a los más famosos.
El disco está lleno de buenos temas que se mueven entre el pop más melódico de Jane Siberry y el metal más pesado de Pantera, pasando por todo un amalgama de sonidos que evocan escenas de la película.
Al cabo de un par de años de tener el CD, recuerdo que pasé por una fase de “seguidor del verdadero metal” y decidí deshacerme de toda la música que no fuese “pura”, entre la que se encontraba esta banda sonora. Otros años más tarde, ya recuperado, pude escucharlo en el coche de una amiga (a la que yo mismo se lo había grabado) y le tuve que pedir que me lo regrabara para poder recuperar esos sonidos perdidos.
Si, esto último sobraba, pero pasa que me dijo el médico que si no hablaba continuamente de mi mismo, podría desaparecer del mundo.
martes, 12 de junio de 2012
El Cuervo pt.1: La película
Esta va a ser una semana temática, ya que llevo tiempo queriendo hablar de uno de mis personajes favoritos y nunca encuentro el modo. Por ello, las proximas tres entradas hablarán de "El Cuervo", una de mis peliculas/ comic/ Banda sonoras, favoritas. Espero, como siempre resultaros instructivo.
Recuerdo que fui a ver El Cuervo al cine de debajo de mi casa sin tener ni idea de qué iba a ver, empujado por un primo que por aquel entonces era más mayor que yo (y sigue siéndolo si no me equivoco) y que quería verla por segunda vez.
Lo que me encontré en esa sala de cine fue una historia de tristeza, dolor y venganza en un escenario oscuro y opresivo de mafias, drogas y violencia que me cautivó (si, yo era un chaval un poco raro).
¿Pero en el fondo que es la película El Cuervo? No se trataba más que la adaptación de un comic del mismo nombre, protagonizada por un actorucho famoso por ser hijo de un tal Bruce Lee, un presupuesto al borde de la serie B y unas expectativas no muy lejanas a la mediocridad. ¿Por qué triunfó entonces? Pues porque debido a un desgraciado accidente (¿?), el protagonista fue disparado con una bala real en lugar de una de fogueo y murió. La gente comenzó a hablar de esa película y comenzaron a ir al cine para poder decir aquello de “Pobrecito, con lo joven que se le ve…”
Del argumento no debería hablar, ya que seguramente todo el mundo la haya visto y quien no, debería salir corriendo al videoclub más cercano y arrastrarse por el suelo un rato en busca de las estanterías más bajas hasta dar con la película y verla, aunque sea en VHS, pero para los más vagos, ahí va una breve sinopsis:
Una pareja de enamorados megafeliz, es asaltada cuando acababan de estrenar casa por unos desalmados, que la violan a ella y los matan a ambos. Un año después, el novio de la chavala regresa en busca de venganza, enfundado en cuero negro y guitarra en mano, y se va puliendo, uno a uno, a los asesinos de su mujer. ¿He dicho que era inmortal? Era inmortal.
La película me marcó, y no solo a mi; Toda una generación de adolescentes se dejaron una pasta en pantalones de cuero y chupas negras y en cualquier carnaval pueden verse decenas de frikis disfrazados de cuervo.
La película tuvo varias secuelas que pasaron con más pena (algunas mucha) que gloria y que realmente no merece la pena ver y por lo cual no voy a hablar de ellas y me quedo con esta, la primera, la del muerto de verdad.
Recuerdo que fui a ver El Cuervo al cine de debajo de mi casa sin tener ni idea de qué iba a ver, empujado por un primo que por aquel entonces era más mayor que yo (y sigue siéndolo si no me equivoco) y que quería verla por segunda vez.
Lo que me encontré en esa sala de cine fue una historia de tristeza, dolor y venganza en un escenario oscuro y opresivo de mafias, drogas y violencia que me cautivó (si, yo era un chaval un poco raro).
¿Pero en el fondo que es la película El Cuervo? No se trataba más que la adaptación de un comic del mismo nombre, protagonizada por un actorucho famoso por ser hijo de un tal Bruce Lee, un presupuesto al borde de la serie B y unas expectativas no muy lejanas a la mediocridad. ¿Por qué triunfó entonces? Pues porque debido a un desgraciado accidente (¿?), el protagonista fue disparado con una bala real en lugar de una de fogueo y murió. La gente comenzó a hablar de esa película y comenzaron a ir al cine para poder decir aquello de “Pobrecito, con lo joven que se le ve…”
Del argumento no debería hablar, ya que seguramente todo el mundo la haya visto y quien no, debería salir corriendo al videoclub más cercano y arrastrarse por el suelo un rato en busca de las estanterías más bajas hasta dar con la película y verla, aunque sea en VHS, pero para los más vagos, ahí va una breve sinopsis:
Una pareja de enamorados megafeliz, es asaltada cuando acababan de estrenar casa por unos desalmados, que la violan a ella y los matan a ambos. Un año después, el novio de la chavala regresa en busca de venganza, enfundado en cuero negro y guitarra en mano, y se va puliendo, uno a uno, a los asesinos de su mujer. ¿He dicho que era inmortal? Era inmortal.
La película me marcó, y no solo a mi; Toda una generación de adolescentes se dejaron una pasta en pantalones de cuero y chupas negras y en cualquier carnaval pueden verse decenas de frikis disfrazados de cuervo.
La película tuvo varias secuelas que pasaron con más pena (algunas mucha) que gloria y que realmente no merece la pena ver y por lo cual no voy a hablar de ellas y me quedo con esta, la primera, la del muerto de verdad.
martes, 5 de junio de 2012
...Y tiro porque me toca.
Los dados son el símbolo distintivo de los juegos de rol, de eso no hay duda. Vale, también se tiran dados en el parchís, pero eso es otra historia. Como decía, no se puede entender una partida de rol al uso sin un buen puñado de dados rodando sobre la mesa; Incluso los mal llamados "juegos de rol narrativo" necesitan esos dados. Pero a veces debemos reconocer que abusamos de ellos (y no hablo a nivel sexual, aunque hay gente para todo), y basamos nuestras partidas en ello.
En juegos como el RuneQuest, Stormbringer o Aquelarre hay que tirar, si o si, para subir nuestras habilidades y mejorar al personaje; Y es por ese motivo que los jugadores están todo el rato con la cabeza hundida en la ficha pensando qué habilidades utilizar en cada situación para marcarlas. Y otras veces es el master quien pide tiradas a discreción para hacer tiempo, que los jugadores hagan algo y poder introducir la siguiente escena. Pero en mi opinión, a veces nos pasamos.
Recuerdo en una de mis últimas partidas como jugador, hace ya demasiado tiempo, en la que DEBIAMOS encontrar un objeto oculto para continuar la partida; El master nos pidió una tirada de buscar y la fallamos todos. El pobre hombre no se esperaba tal indice de fracaso y tras echar un rápido vistazo a las fichas, nos pidió una tirada de inteligencia, para deducir por lógica donde podía estar el objeto. 100% de fallos. El master comenzó a sudar; La partida se acababa allí. Yo esperaba un "Pues nada, no encontris nada y volveis para casita. Experiencia.", pero no, se sacó de la manga el objeto y nos lo entregóo sin más. La partida debía continuar. ¿Y porqué no comenzó por ahí?
Supongo que todo perdería gracia si limitaramos las tiradas a aquello que pone en peligro la vida del personaje, como los combates y esquivar fosos llenos de pinchos envenenados (algun dia dedicaré una entrada a aquellas trampas horribles y divertidas que te matan sin mas), pero algunas veces lo de tirar "porque si" nos puede dar algunos sustos.
Esto es lo que pasa cuando se abusa de los dados. Tantas horas con ellos en la mano hace que adquieran, lentamente, forma de pene.
En juegos como el RuneQuest, Stormbringer o Aquelarre hay que tirar, si o si, para subir nuestras habilidades y mejorar al personaje; Y es por ese motivo que los jugadores están todo el rato con la cabeza hundida en la ficha pensando qué habilidades utilizar en cada situación para marcarlas. Y otras veces es el master quien pide tiradas a discreción para hacer tiempo, que los jugadores hagan algo y poder introducir la siguiente escena. Pero en mi opinión, a veces nos pasamos.
Recuerdo en una de mis últimas partidas como jugador, hace ya demasiado tiempo, en la que DEBIAMOS encontrar un objeto oculto para continuar la partida; El master nos pidió una tirada de buscar y la fallamos todos. El pobre hombre no se esperaba tal indice de fracaso y tras echar un rápido vistazo a las fichas, nos pidió una tirada de inteligencia, para deducir por lógica donde podía estar el objeto. 100% de fallos. El master comenzó a sudar; La partida se acababa allí. Yo esperaba un "Pues nada, no encontris nada y volveis para casita. Experiencia.", pero no, se sacó de la manga el objeto y nos lo entregóo sin más. La partida debía continuar. ¿Y porqué no comenzó por ahí?
Supongo que todo perdería gracia si limitaramos las tiradas a aquello que pone en peligro la vida del personaje, como los combates y esquivar fosos llenos de pinchos envenenados (algun dia dedicaré una entrada a aquellas trampas horribles y divertidas que te matan sin mas), pero algunas veces lo de tirar "porque si" nos puede dar algunos sustos.
Esto es lo que pasa cuando se abusa de los dados. Tantas horas con ellos en la mano hace que adquieran, lentamente, forma de pene.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)