De vez
en cuando veo gente que hace listas sobre los juegos más vendidos, mejor
valorados, a los que juegan más a menudo etc… Pero pocas veces veo listas (creo
que nunca la he visto) que hable sobre juegos a los que uno les coge cariño,
por un motivo u otro, y sea mejor o peor, se haya jugado mas o menos o le
importe tres carajos al resto del mundo, se hacen un hueco en sus corazones
roleros. Quizás porque este tipo de listas tan subjetiva son venden ni dan
visitas y al final lo que todo bloguero de pro quiere es eso. Pero yo, como ya
he perdido la esperanza de que éste sea un blog de referencia desde ahora hasta
que me muera, voy a poneros mi top-5 de juegos de rol a los que les tengo
cariño.
En
primer lugar tengo que poner el Señor de los anillos básico, esa edición de Joc
Internacional que venia con su cajita (o no) y sus mapitas (o tampoco). Fue el
primer juego que dirigí, además con un éxito mas bien escaso al liarme y leer a
los jugadores la parte dedicada al director y no permitirles mirar el trasfondo
de los personajes que habían elegido. Salió mal pero eso es como el sexo, que
al ser todos novatos no sabíamos como se hacía bien y quedamos relativamente
satisfechos.
Durante
una buena temporada ese sistema fue el mas usado en nuestra mesa de juego hasta
que llegó el AD&D, juego del que no voy a hablar en esta entrada.
Luego
llegó el Stormbringuer, también de Joc. Llevábamos ya un tiempo jugando los
cuatro amigos de siempre cuando apareció Rafa, un nuevo miembro, con este juego
bajo el brazo. Era mayor que nosotros, un poco raruno, tenía mucha experiencia (en
el rol) y su misión era dirigir una sola partida para enseñarnos algunas cosas
sobre nuestra recién descubierta afición. Acabamos jugando todo lo publicado
por Joc y también lo de La Factoría.
El
Stormbringuer/ Elric no solo nos dio muchísimas horas de juego sino que trajo a
nuestras vidas a un amigo nuevo que aunque era mayor y algo raro, todavía
seguimos en contacto hoy en día.
Otro
juego a recordar era el Star Wars, también de Joc Internacional. Los que me
conocéis sabréis que no soy muy fan de Star Wars; ni he visto las pelis ni sigo
ninguna serie, libro o lo que pueda existir sobre ese universo. Es más, del
juego de rol apenas jugamos un par de partidas. Lo que pasó fue que lo dirigía Cristian,
el sexto miembro del grupo el cual al poco tiempo falleció en un accidente de
trafico con tan solo 18 añitos. Quizás no recuerde mucho sobre ese juego, pero
si recuerdo a Cristian, a su sentido del humor (esa nave espacial-vater era
genial) y hasta día de hoy cada vez que veo la portada de ese manual recuerdo a
ese amigo que ya no está. Por él y todas las horas que pudimos compartir, su
Star Wars se ha convertido para mi en un juego especial (y espacial, juas
juas).
Y para
el cuarto voy a dar un salto editorial y de algunas décadas ya que saltaré al
Cthulutech de Edge Entertainment. ¿Qué por qué ese juego? Sentaos junto al
fuego pequeños, que s una larga historia.
Resulta
que desde que me mudé, allá por los 25 años, no había encontrado un grupo con
el que jugar medianamente fijo. La gente iba y venia, a algunos les gustaba,
otros estaban por estar… Y así la desidia se apoderó de mi y acabé abandonando
este bello hobby. Jugué a cartas, a muñequitos, a juegos de tablero… Pero no
fue hasta dar con el Chtulutech en una estantería de ofertas en una librería
que no fui capaz de volver a reunir a un grupo de jugadores estable. Por lo
visto el juego le hizo gracia a la novia de un antiguo jugador que a su vez
animó a otro y alguno mas que me saqué de la manga y voilá… De pronto volví a
tener un grupo de juego estable con el que quedar de vez en cuando (una vez al
mes era la media) y jugar. Jugar y jugar y terminar campañas y probar juegos
nuevos y eso que algunos lamamos felicidad y alegría sin fin. Aunque bueno,
como todas las cosas, terminó. Al final por compromisos, hijos, bodorrios y
otras cosas la cosa quedó ahí. Pero nunca olvidaré ese resurgir temporal del
buen rol. Del que se juega con buenos amigos con complicidad y ganas de vivir
historias y aventuras.
Y
finalmente… Tengo que volver a Joc Internacional. Y es que en mi etapa actual,
la de coleccionista compulsivo, me hice con el Cazafantasmas, por estar
diseñado por Gregg Stafford y también porque las pelis molan. Se me ocurrió
leer este juego (no lo hago con todos) y me pareció una genialidad. Tanto que
lo llevé a unas jornadas, reuní a un grupo de osados aspirantes a Cazafantasmas
y pasamos una tarde divertida. Sin mas. Ni menos.
Puede
parecer pobre, pero no lo es. Pasarlo bien dirigiendo en jornadas no es tan fácil
y con el Cazafantasmas conseguí atesorar un recuerdo excelente. Además, he
seguido jugando ocasionalmente con mi hija y eso ha hecho que el juego no se
quede quieto en la estantería.
¿Habrá más?
¿Por qué no? Me gustaría pensar que dentro de unos años repetiré esta entrada
añadiendo algún título mas, contar que he vuelto a jugar y que dirijo campañas
de esas largas, que empiezan con unos personajes pidiendo limosna en un barrio
de mala muerte para acabar convertidos en héroes legendarios….o al revés.