El sector galáctico conocido como
Tevi' ste-ban ha quedado controlado en su totalidad por los Necrones
que se han encargado de expulsar al Imperio Tau de todos los planetas
clave para sus propósitos. Sin los molestos defensores del bien
supremo, Imhotep, Señor de la Tormena y lider supremo Necrón,
saborea la victoria de los suyos el tiempo justo para ver acercarse
un enjámbre tiránido hacia el sector. Los tiránidos fueron
mantenidos a raya en repetidas ocasiones por los Tau, pero esta vez
algo ha cambiado: Bestias enormes jamás catalogadas con anterioridad
y una de ellas, puede que el líder del enjambre, parece portar un
pequeño libro entre sus garras. ¡Un nuevo códex! Los necrones
toman posiciones y sus cuerpos metálicos reflejaban la luz de los
relámpagos de una tormena antinatural.
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El campo de batalla antes del despliegue |
Una batalla de estreno, como bien reza el título. Por un lado los
nuevos tiránidos, recién sacados de las estanterías de novedades y
por el otro los necrones, que sin ser nuevos era la primera vez que
yo los jugaba. La batalla iba a ser la de "La voluntad del
emperador" y el despliegue del tipo de "Yunque y Martillo",
es decir, por los lados estrechos de la mesa. Cuando las tropas
estuvieron desplegadas comenzó tan incierto encuentro.
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Despliegue tiránido |
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Despliegue necrón |
Turno1: Los tiránidos comienzan
moviendo y el Tiránido de Enjambre junto con los Carnifexes logran
derribar a una docena de guerreros necrón, algunos de los cuales se
alzan de nuevo gracias a sus protocolos de reanimación. El turno
necrón comienza con la temible lluvia de rayos de Imhotep que logran
herir al Tirano de Enjambre. Los guerreros centran su fuego en los
voladores, pero no son capaces de derribarles.
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Los tiránidos avanzan hacia sus rivales. |
Turno2: Aparece un Mauloc desde las
entrañas de la tierra que aniquila a seis guerreros; los
destructores y espectros canópticos caen bajo el fuego tiránido. En
el turno necrón la tormenta sigue, causando bajas en los guardias de
enjambre y los recién llegados omnicidas causan cuatro heridas al
Tervigón, pero sin acabar con él. Los asaltos son inminentes y los
necrones tienen las de perder en ellos...
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La espectacular entrada subterránea del Mauloc |
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Turno3: En el fragor del combate
cuerpo a cuerpo, ni siquiera los cuerpos de metal de los necrones son
capaces de resistir la fuerza de los monstruos ni aguantar bajo las
hordas de bestezuelas. Con un numero considerable de bajas, la
tormenta amaina e Imhotep decide retirar a sus tropas.
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Escabechina máxima entre las filas necronas. |
Resumen: Los tiránidos han mejorado, y
mucho. Ahora no solo son un ejército implacable en el asalto (una
unidad de termagantes llegó a efectuar 56 ataques en un asalto),
sino que ahora, además, disparan (12 disparos acoplados no son
ninguna tontería) y tienen bonificadores a la cobertura y demás.
Habrá que enfrentarse a ellos con los Tau, a ver qué pasa.
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Una partida perdida a pesar de mi infalible técnica personal de medir mal, pero siempre a mi favor. |