Aunque ya hablé sobre esta famosa “caja roja”
hace bastantes años en este
blog, creo que ya va tocando analizarla de forma más detenida para
que encaje con las otras reseñas del blog. Y si la anterior fue la
del vademécum del Dark Sun, esta vez pasamos del ardiente y luminoso
desierto de Athas a la fría bruma del semiplano del terror.
Pero antes de seguir
debo advertiros que será raro que veáis algo de imparcialidad en el
texto que sigue ya que para mi Ravenloft ha sido MI ambientación,
quizás la que más he dirigido, por encima incluso de Glorantha, y
la que a día de hoy sigue despertándome más admiración con cada
suplemento que voy descubriendo. Y ahora sí, vamos allá.
El
como, el cuando y el quién:
Aunque
el módulo original tiene fecha del 1983 y el primer “setting” de
Ravenloft como tal salió en el 1990, no sería hasta principios de
1994 cuando se pusieron serios y decidieron unificar todo el material
existente hasta el momento, así
como rediseñar el mundo para darle más consistencia para dar forma
a la caja de la que estamos hablando. Los encargados de tamaña
empresa fueron Bruce Nesmith (que ya diseñó la caja negra en
el 1990), Andria Hayday y William W. Connors, todos ellos piezas
clave en el diseño de módulos y suplementos de AD&D.
Contenido:
En
esencia esta caja contiene dos libros que no son más que reediciones
ligeramente actualizadas (incluso comparten portada) de los que
contenían las cajas de “Realm of terror” y “Forbidden Lore”.
El primer libro incluye las reglas especiales de Ravenloft (miedo,
horror y locura, controles de poderes oscuros etc.) así como
consejos de dirección para crear una buena atmósfera terrorífica.
El segundo es básicamente un recopilatorio de dominios y sus lores
oscuros. Además contiene una pantalla de máster de cuatro paneles
en cartón duro, un mazo de cartas de tarokka, dos mapas desplegables
a color y un póster que en mi caso ya no poseo pero que recuerdo que
era la portada de la caja.
Los
que tengáis las dos cajas anteriores echaréis en falta los dados
hyskosa esos, las láminas con los mapas de fortalezas, los árboles
familiares… Pero a pesar de eso esta caja es mejor que las otras
dos juntas y os voy a decir porqué.
Es
mejor porque está en español y es de lo muy poquito que se llegó a
traducir de este mundillo en la época.
Conclusión:
Sería
fácil ponerse a comparar y buscar las carencias de este vademécum
respecto a otros como el de Reinos olvidados o el citado
anteriormente de Sol Oscuro. En el de Ravenloft no hay ninguna
aventura introductoria, hay mucho material repe si ya se poseen las
dos cajas anteriores y además la edición española contó con la
contrariedad de que se publicó esta caja antes que los módulos de
la gran conjunción, lo que hacía que la geografía no nos encajara
ni con calzador, pero es igual, Todo es igual. Para mi, éste fue el
suplemento rolero por excelencia, por lo menos hasta que llegó a mis
manos el Domains of dread, pero esto será en otra entrada.