He ido
fijándome en estos últimos meses en la cantidad de blogs que se ponen
nostálgicos pensando en los años pasados, las partidas jugadas y los colegas
reencontrados; el último, el soberano de los blogs roleros que en su última
entrada hacía una pequeña introspección aprovechando que había alcanzado la
nada desdeñable cantidad de 300 seguidores (¡300! ¿Pero qué regalan en ese
blog?) y que podéis disfrutar aquí. Y yo, como no podía ser menos y viéndome
cerca de los cinco años de Mediocridad, he decidido hacer lo mismo (que no
copiar… ¿O si?) y explicar el cuándo y el porqué de todo esto. Así que apagad
las luces, poned música tristona a lo Mike Oldfield y si no os quedáis
dormidos, disfrutad con mi historia.
Corría
el verano del año 2009 (sí, cinco años, ya lo había dicho antes) y estaba
asistiendo a unas jornadas de rol minimalistas donde conocí a una chica que se
estrenaba en el rol “de mesa” tras algún tiempo de jugar vía foro; Me contó que
escribía en un blog de rol (hoy día desaparecido) y yo recibí la información
con más desprecio que indiferencia, ya que por esa época consideraba a los
blogueros seres tristes y solitarios que buscan agrandar su ego a toda costa
exponiendo sus ideas, sus experiencias y sus mierdas en la red, a ver si
alguien les dice algo. A día de hoy no he cambiado mi opinión, pero la
percepción de mí mismo me ha acercado tanto a esa definición que lo he logrado
aceptar mucho más y mejor. Y fue ese día, en esas microjornadas frente a esa
chica cuando pensé: “Coño, si esta tipa escribe un blog de rol sin haber jugado
nunca, qué no podría aportar yo al mundo con 15 años de juego a mis espaldas?”
Y copié su blog. Os lo juro. Misma plantilla, mismos tags, mismos temas…
Algunas veces pienso que ella cerró el suyo al sentirse invadida (violada) por
el mío. Y a partir de ahí ya conocéis la historia. ¿Seguro? Para nada, porque
hubo una buena razón para pasar del dicho al hecho.
La
clave de todo residía en que por esas fechas mi mujer estaba sufriendo su primer
embarazo y yo era perfectamente consciente de que mi tiempo en el mundo de las
personas individuales se estaba terminando; entonces yo jugaba a rol de forma
compulsiva en una carrera contra el tiempo; jugaba a cualquier cosa, en
cualquier sitio y de cualquier manera (los que me vieron interpretar a mi
justiciero enmascarado sabrán a lo que me refiero), con lo que me convertí en
una especie de moribundo del rol, luchando por aprovechar cada fin de semana y
poder sostener la bandera rolera un instante más. Y cuando el momento llegó,
decidí pasar de la práctica a la teoría, y como el abuelo cebolleta de los
cuentos, dedicar el resto de mis días a repartir mi sabiduría online. Primero
fue un blog, después el otro, luego las partidas de rol vía web… Y cuando quise
darme cuenta había conocido a un montón de gente interesante y participado en
varias redes relacionadas. Pero esto es el pasado reciente y se merece un punto
aparte.
Como
decía, a través del blog conocí a algunos seres interesantes, como
Cabezadeplomo con el que compartimos
buenos ratos en familia todos los veranos, Artus Silenis que me introdujo en la
pequeña comunidad de Glorantha Hispana lo que desembocó en las ya descritas
“Quedadas Gloranthanas” o Bayo, maestro rolero que me permitió formar parte de
su equipo de correctores beta (joder, esto suena a grupo de superhéroes, como
mola) de uno de sus libros. Pero esto solo era el principio. En estos cinco
años he jugado una liga del juego de cartas de La Leyenda de los 5 anillos, he
montado, pintado y jugado dos ejércitos de Warhammer y otro del 40.000, he
descubierto el magnífico Infinity, y finalmente he logrado reunir a un grupo de
jugadores entregados a la causa rolera para alzar de nuevo la bandera al
viento. Y es ahora, en este justo momento, cuando los que habéis llegado hasta
aquí os preguntaréis si el hecho de que el blog cumpla cinco años justifica
semejante rollazo que me estoy soltando, y la respuesta es que no; por supuesto
que no. Lo que pasa es que a día de hoy mi esposa está padeciendo otro embarazo
y eso hace que mi recién construido bastión rolero se tambalee cual castillo de
naipes encima de lavadora. Pero vamos, digo yo que si con una niña me ha dado
tiempo de todo lo arriba enumerado, con otra la cosa no debería ser mucho peor…
...¿O si? |
Buenas,
ResponderEliminarTienes razón en muchas cosas, entre ellas que quizá lo que más merezca la pena de todo esto de los blogs es acabar conociendo a personas con las que sientes afinidad.
Alégrate porque al menos has construido un bastión mientras otros sólo han llegado a dibujar los planos y juntar algunas piedras... ya encontraremos los medios y las formas para seguir en la brecha (me ha gustado lo de la bandera).
Ya veremos donde nos lleva esto de la doble paternidad... no lo sabemos, pero lo que está claro es que allí donde nos lleve, habrá dados. Y total, si millones de m.... hombres encuentran forma de perder 4-5 horas cada tarde de domingo para atender al fútbol, ¿por qué no habríamos de encontrar nosotros un ratejo para el rol y esas cosas?
Un abrazo desde el frente Centro.
Eso es. Hay que fingir que nos aficionamos al fútbol para contar con el favor de la presión mediática y luego quedar para jugar.
EliminarMe han parecido interesantes tus inicios con el blog y, sobre todo, el mensaje que, si uno quiere de verdad hacer algo, no hay obstáculos insalvables.
ResponderEliminarDicen por ahí que "el que quiere hacer algo busca los medios y quien no quiere hacerlo busca las excusas" y es muy muy cierto.
EliminarNo sabía que te habías inspirado en otro blog :p
ResponderEliminarEsta entreda me recuerda a las de tu otro blog (mejor que este) ;)
Nos conocemos de hace muchos años ya... Deberías saber que casi todo lo que hago es copiado. No me gusta ir cortando la maleza con el machete; prefiero caminar por el sendero ya abierto.
Eliminar¿Pero al final te has apuntado a Glorantha Hispana o no? Apúntate, hombre, no tengas miedo. :-D
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