lunes, 22 de septiembre de 2014

Matavampiros y Matagigantes (dos de una tacada)





Si hace unos meses (o años) alguien hubiese venido a decirme que a estas alturas de mi vida adulta me iba a leer toda una saga de libros de aventuras de un enano berserk y un humano poeta en el universo de Warhammer, me habría reído en su cara y, al contagiársele la risa habría aprovechado para escupirle en la boca. Y es que hace mucho que decidí dejar a un lado este tipo de literatura para centrarme en cosas más “serias” y ya veis; llevo ya siete libros de esta saga leídos pero ahora sí que digo basta.

Y no es que sean malos, al contrario. Matavampiros relata la salida de Praag de nuestros héroes en busca de un terrible vampiro que no solo pretende dominar el mundo sino que también ha secuestrado a la ex de Félix y posible de Max (el hechicero del grupo) para convertirla en su compañera no muerta. El viaje transcurre a través de las tierras de Sylvania, oprimidas y empobrecidas por la influencia de las fuerzas del mal que se ocultan tras sus decadentes nobles.

Matagigantes, en cambio, lleva a nuestros héroes hasta la otra punta del mundo después de viajar por las Rutas de los Ancestrales en un intento de impedir que el caos se desate y consuma el mundo entero acompañados por un elfo estúpido a quien Gotrek quiere matar todo el rato. Y a pesar de la simpleza de sus argumentos, ambos libros están bien escritos y se leen de un tirón.

Pero aquí me planto. No es que no me gusten o que esté cansado de los personajes, pero es que a partir de éste, cambian el escritor y después ponen otro y otro… Y me queda la sensación de que estoy leyendo algo que, a pesar que disfruto con la lectura, sé que no va a terminar jamás. Y a mí me gusta que las cosas empiecen y acaben algún día. Es por ello que me despido de Gotrek y Félix, (quizás no para siempre, quién sabe) y voy a leer otras cosas, como la aclamada “Ready Player One” que me han recomendado hasta el aborrecimiento y que como no me guste… van a rodar cabezas al más puro estilo Gotrek Gurnisson.

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