Matademonios

Habiendo terminado el segundo libro de la saga, "Mataskavens", pensé en abandonar la lectura de estos libros ya que no creía posible que éste fuera superado en calidad y yo soy de los que les gusta quedarse con el buen sabor de boca. Pero teniendo en cuenta que mi amigo Mr.E me había regalado los tres primeros por SU cumpleaños (si, habéis leído bien), me sentí en la obligación moral y me embarqué (y nunca mejor dicho) en la lectura de este tercero "Matademonios".

En él vemos a la pareja de héroes formada por Gotrek Gurrinson, el enano matador que busca una muerte grandiosa y Felix Jaeger, el poeta humano que solo piensa en sobrevivir, embarcandose (de ahí el "nunca mejor dicho" de arriba, que soy un profesional de la escritura y me gusta enlazar las cosas) en una nave voladora diseñada por un enano loco que partirá con el proposito de adentrarse en los Desiertos del Caos (una especie de Mordor de Warhammer, para que nos entendamos) con la misión de recuperar unas reliquias sagradas de una antigua ciudad enana. Por supuesto, la cosa no estará exenta de problemas tales como el Vidente Gris Tanquol que les colará un polizón skaven en la nave, tormentas de disformidad, ejércitos del caos y otros muchos peligros con el colofón del combate contra un Devorador de Almas. Y no, no es spoiler porque sale en la portada del libro.

Y así, analizando a grosso modo, puedo concluir que este "Matademonios", aunque no tan bueno como "Mataskavens" a mi parecer, es muy útil para dentrarnos en el mundo de Warhammer y descubrirnos que no se trata de un mundo formado por razas que luchan entre ellas todo el rato, si no que tiene tanta profundidad y matices como cualquier otro, mostrándonos la decadente nobleza imperial, la desesperada resistencia de los kislevitas frente a las hordas del caos en la frontera con los temidos desiertos y la extraña sociedad enana.

En definitiva, una lectura más que entretenida y que nos deja con ganas de ir a por el siguiente.

Lo siento. No me he podido resistir.