viernes, 22 de noviembre de 2019

Tormenta de nada.



Tengo que reconocer que esto se ha ido al carajo. Aunque pensándolo empíricamente, que no sé qué significa, nunca ha dejado de estar un poco en el carajo. Este blog nunca ha llegado a despegar, dejando de lado los primeros años en los que contaba con algunos amigos y compañeros de afición como lectores y ese repunte que tuvo en la época del Google+, nunca fue algo para tirar cohetes. Y ya van diez años de blog, no os creáis que acabo de llegar...
Comencé a escribir azuzado por eso que se decía en la época de que “los blogs están muertos” y ahí me tiré de cabeza, por mi amor a las cosas decadentes, olvidadas, inútiles… y aquí sigo diez años después, sin un número significativo de lectores, sin apenas comentarios que llevarme a la boca, sin “feedbacks” ni “hypes” ni otras cosas de esas modernas que hacen populares a los contenidos de internet.
Pero ya he reflexionado muchas veces sobre las causas de esto. Que si empecé en mal momento… Que si los contenidos son demasiado dispersos… Que si escribo mal y a nadie le interesan mis mierdas… Y no voy a seguir por ese camino, lo juro. Lo que voy a hacer va a ser sintetizarlo todo con un ejemplo de algo que me pasó hace muy poquito y que resume muy bien no solo el sentido de este blog, sino mi vida en general.

Hallábame yo ejerciendo mis obligaciones laborales casi empezando mi jornada intensiva de 12 horas divididas en dos fracciones mañana-tarde para mayor comodidad de mis viejos y cansados huesos cuando mi teléfono móvil me notificó una notificación, válgame la redundancia. Al abrir la tapa del aparato me encuentro con que he recibido un mail de una chica, lo que hace que me lama la palma de la mano y me la pase por el pelo instintivamente. Al leerlo descubro que ésta se ha puesto en contacto conmigo ya que forma parte de una nueva editorial rolera llamada Shadowlands y quieren contar con el apoyo de mi blog para reseñar sus nuevos productos, basados en la quinta edición del D&D. Y aún no jugando a esa edición me siento profundamente halagado ya que en secreto siempre he sentido cierta envidia de esos blogs a los que una o varias editoriales eligen para ser sus reseñadores oficiales. Y fantaseo, como no.

Cierro los ojos y me imagino recibiendo cada mes una caja con libros que analizo con profesionalidad y reseño exhaustivamente, cuyas visitas van aumentando, las ventas de esos libros creciendo y debido a la fuerte conexión entre blog y editorial terminamos forjando una alianza irrompible. Lo demás ya lo imagináis: hordas de jugadores peregrinando hasta mi casa para que les dirija campañas que no piensan abandonar a medias por nada del mundo, bragas y sujetadores colgadas en mi puerta todas las mañanas, sacrificios en mi honor, baile y jolgorio en celebraciones narcotizadas por el efecto de las drogas y los dados de veinte trucados… Pero me dura poco la alegría.

Al cabo de unas semanas comienzo a ver reseñas de “Tormenta de fuego” (así se llama el libro) en otros blogs y páginas especializadas. Al principio son los habituales y no me puedo quejar ya que tienen enormes audiencias y no me extraña que también se lo hayan ofrecido, pero poco a poco la cosa se va volviendo extraña. Comienzo a ver reseñas del juego en blogs no especializados en el rol, como los dedicados a wargames, empiezan a aparecer en páginas que ni conocía, blogs que llevaban meses o incluso años abandonados, comentarios en las redes sociales diciendo cosas como “Fijaos, me han regalado un juego a pesar de que abandoné mi blog rolero hace quince lustros” y cosas así que hacen que pierda esa ilusión de exclusividad que me creé yo solito y termino aceptando que no soy especial para nadie, sino un mediocre más. Desgraciadamente, siempre se puede caer más bajo. Ya veréis, ya.

Pasan los días y no dejo de mirar mi buzón al llegar a casa, esperando que por lo menos, siendo más o menos exclusivo el libro me mole, pero no llega. Pasa una semana, dos, tres… Todo el mundo ha reseñado el módulo ese en sus blogs, canales de youtube y podcasts excepto yo, porque ni lo he olido. Supongo y temo no equivocarme, que esa editorial llamada Shadowlands dedicó una parte de la tirada inicial, treinta o cuarenta libros a promoción y yo estaba el número cuarenta y uno. Y me quedé fuera. Como siempre. Con la ilusión hecha para nada. Con los sueños construidos para ahora poder sentarme y ver como se deterioran y se caen, convertidos en polvorientas ruinas roleras. Como todo en esta vida ya. Que asco me da todo a veces, joder.

He aquí mi ejemplar del libro.

16 comentarios:

  1. Te diré que siendo este un blog mediocre, me parece de lo más correcto que no te hayan enviado el manual para reseñarlo. Otra cosa es que aún no se haya entendido bien la belleza de lo mediocre, pero así es la vida compañero 🤷🏻‍♂

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    1. Si el problema no es que no me lo envíen. Lo malo es que me digan que sí lo van a hacer y luego me tengan un mes mirando el buzón.

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  2. Joder (¿Se puede escribir "joder" en los comentarios?), que susto, cuando empecé a leer el post, pensé que era un posteo de despedida y cierre! Pues yo te sigo (vía RSS) y te leo, aunque comente muy poco.

    Y vaya, que también es mala suerte. Podías (si te sobra el tiempo, la energía, y las ganas) escribir una reseña del Dark Dun original. Yo, mirando atrás, lo recuerdo con bastante aprecio, como una de las ambientaciones más originales de AD&D segunda edición (...como molaban aquellos halflings caníbales!).

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    1. Bienvenido al blog como comentarista, amigo Refojo.
      Me apunto tu propuesta de reseñar el Dark Sun, que aunque no tengo todos los suplementos aparecidos en España, puede molar sacarles el polvo.
      Gracias por tu apoyo.

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  3. Al menos podían enviarte la versión digital. ¿No?

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  4. Pero es que hombre su blog parece un sobreviviente de los 90'. Les falta calacas en llamas animadas. Ni texto justificado ni interlineado. Bloques de texto separados por un uso abusivo de los puntos suspensivos. Así duele leerlo.

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    1. Amigo Matías, si me tomara las molestias en hacer todas esas cosas ni sería un blog mediocre, ni seguramente sería nada en absoluto. Los textos cuidados, corregidos y bien maquetados los pongo siempre de pago.
      En cuanto a los puntos suspensivos...
      Gracias por comentar.

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  5. Yo no he leído ninguna reseña de ese suplemento, pero la tuya la leería. Envíales un mail para preguntar qué ha pasado, ¿no? 😯

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    1. No hombre, eso me haría parecer un desesperado y no queremos que lo descubran. Me haré el interesante un tiempo más y ya verás como caen.

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  6. Pues no habrían encontrado un bloggero mejor que Capdemut. Doy fe.

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  7. No te quejes, a mí ni siquiera me han contactado y eso que he tratado en el pasado cosas de rol xD

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