miércoles, 30 de octubre de 2019

Los fantasmas del rol (parte tres de la tetralogía)



Vaya mierda de día, ya ni me interesa el fresquito del otoño ni leches. Me meto en mi cuarto algo asqueado cuando faltan cinco minutos para las doce y me quedo sentado esperando al fantasma de hoy, que no sé si será el último o no. Aparece puntual como siempre, esta vez por la ventana, supongo que por variar. Se parece bastante a mi en estos momentos, con el cabello corto y engominado para atrás, camisa blanca, tejanos y unas deportivas marca Paredes voladoras. Voladoras porque flota en el aire como entidad, no es que sean un modelo especial ni nada.

-Buenas noches. Soy el fantasma del rol presente. ¿Nos vamos? Tengo un poco de lío -me dice-.
-Claro. te estaba esperando. 

Y sin más dilación, al tocarle la mano nos hundimos en el sótano de mi casa y allí me veo a mi mismo, más o menos ahora, sentado en mi cuartito friki. Un sillón antiguo junto a una enorme estantería repleta de manuales de rol nuevos y viejos, leyendo el Mutant Chronicles de La Factoría iluminado por una lámpara de Goku. En una mesa frente a mí una pila de miniaturas de Warhammer a medio pintar, un juego de mesa montado y notas y apuntes por todos lados. Miro en mi rostro y veo cierta paz, tranquilidad.

-¿Qué te parece esta escena? -me pregunta el fantasma del presente.
-Es... Lo que hago ahora. Leer manuales que difícilmente llevaré a la mesa, pintar muñecos con los que no voy a jugar y... pasar el tiempo, supongo.
-¿Y por qué crees que has terminado así?
-No sé. La edad, la familia, el trabajo, la falta de tiempo...
-¿Otra vez echando las culpas a los demás?
-En cierto modo sí. Ahora la gente juega a juegos de mesa de contar cuadraditos, a rol en vivo, quinta edición de mierda y cuando les hablas de rol clásico te nombran el Vampiro que es super gay y...
-¿Ves? ¿Te das cuenta de que el problema eres tu? Tu momento fue hace veinte años y desde entonces no has hecho más que resistirte a los cambios. Has sido el predicador de todo aquello que ya murió y has despreciado sistemáticamente todo lo nuevo. No has hecho ningún esfuerzo por adaptarte a nada ni a nadie y ahora te has quedado solo.
-¿Y qué otra cosa podría haber hecho si no me gusta nada de lo que gusta a los demás?
-¿Ya no recuerdas al primer fantasma del pasado? ¿Qué te enseñó?
-Que lo importante no es el juego si no la diversión. ¿No?
-No lo sé. Aquí las respuestas tienes que buscarlas tu. Vamos arriba otra vez y prepárate porque mañana viene el último fantasma. El del futuro.
-¿Como que me prepare? ¿Qué le pasa a mi futuro?
-Ya lo verás -me dice con una sonrisa antes de desaparecer.

Y en el próximo y último catípulo.... ¡Llega el misterioso fantasma del futuro!

9 comentarios:

  1. ¡Qué ganas de saber que que pasará!

    Parece que jugar a "lo de siempre" está mal. Yo no estoy de acuerdo, son gustos, y cada uno tiene los suyos, y no se trata de que esté bien o mal.

    Y si estoy equivocado, estaré atento, no sé qué un día venga a casa la policía del rol.

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    1. Para gustos colores. Lo difícil es encontrar un grupo que coincida con tu color.

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  2. Tu rincón friki mola J. supongo que tendrás una mesa por ahí también para jugar. A ver qué te dice el fantasma del futuro, pero con lo que tienes ahí solo necesitas gente para jugar. Es lo que tiene esta afición, no se puede jugar solo.

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    1. La solución es el mismo problema: La gente.

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    2. La paradoja del rolero. Gente "antisocial" (al menos en sus orígenes triunfaba entre los "marginados") que se reune para jugar, y encima funciona.

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