Reconozco que lo estoy haciendo mal. Desde que empezó esto del
confinamiento para sobrevivir a la pandemia soy incapaz de
concentrarme en escribir nada con cierta continuidad, trabajar en la
que ya debería ser mi página web o simplemente entender como
funcionan esas aplicaciones para jugar a rol online y unirme a la
marea de cyberjugadores. ¿Y qué hago en lugar de eso? ¿Ejercicio?
Por supuesto que no. En realidad paso mi tiempo deambulando por casa
en bata, mirando juegos en la estantería y jugando en el móvil a
videojuegos. Y es de esto precisamente de lo que quiero hablar hoy.
En mi teléfono hay
tres juegos instalados ahora mismo. El primero es el Dragonball
Dokkan Battle, del que ya hablé en este blog hace unos años y al
que sigo jugando ocasionalmente. El segundo es el Warhammer 40K
Combat Cards que hace muy poco que lo tengo y me está enganchando
bastante. Y el tercero es justo el que voy a describir aquí, nada
más y nada menos que el Tortugas ninja Leyendas.
Al igual que el
Dokkan (y el Warhammer), este Leyendas es un juego de cartas
coleccionables. Empezamos con un número muy reducido de personajes y
a medida que avanzamos tenemos la opción de adquirir nuevos, ya sea
como recompensa al completar misiones o comprando sobres de cartas.
Cada personaje tiene un valor en mutágeno que al alcanzarlo podemos
desbloquearlo y a partir de ahí ir subiéndole de nivel, mejorando
sus habilidades, etcétera. Del mismo modo si creamos un equipo
(hasta un máximo de 5 pjs) que tengan relación entre sí (las
cuatro tortugas y splinter, por ejemplo), nos daremos cuenta de que
sus habilidades se complementan de maravilla y aumentará aún más
nuestro poder en combate.
Como no, el juego
tiene gran variedad de modos. En primer lugar tenemos el modo
historia, con dos dificultades, que es la forma sencilla de avanzar,
obtener objetos (esenciales para mejorar las habilidades), mutágeno
y nuevos personajes; por otro lado hay misiones especiales y retos
para conseguir personajes especiales y un modo de torneo semanal que
nos recompensa a medida que subimos en el ranking. Además, y hablo
en favor del juego, cuando nos enfrentamos a otros jugadores no lo
hacemos “en directo” si no que jugamos contra sus mazos
controlados por el juego, lo que nos evita esperas, lags y abandonos.
Quizás eso no guste a los jugadores más competitivos, pero a mi me
parece toda una ventaja.
Pero al igual que
pasa con el Dokkan, éste es un juego de coleccionismo puro y duro.
Las partidas, torneos y combates no son más que una excusa para
conseguir más y más personajes en todas sus versiones (Nickelodeon,
serie de animación clasica, comic original y película), subirlos de
nivel a tope y buscar la forma de evolucionarlos para que molen
todavía más. Por supuesto, y creo que sobraba decirlo, está creado
para fans de las tortugas y quien no conozca la serie se aburrirá en
seguida sumido en el desconcierto de no conocer a casi ningún
personaje y no hallar lógica ni propósito en el tiempo invertido en
el juego.
Lo mejor: El diseño
de los personajes, los movimientos especiales, los escenarios y el
modo torneo.
Lo peor: Llega un
punto en el que cuesta subir a los personajes, a no ser que pagues un
precio abusivo con dinero real por sobres especiales (he visto sobres
de hasta 50€) y se vuelve algo monótono.