Hay que ver como pasan los años. Sin apenas darnos cuenta, ese arbolito del solar de enfrente ha crecido tanto que el ayuntamiento lo ha talado, esos niños que apartabas con desprecio mientras jugaban en el parque te atropellan con sus nuevos y flamantes coches y esa serie que veías tan ilusionado en la tele se ha convertido en una inmundicia que ofende a la inteligencia humana. Y como no, las gentes de Games Workshop siguen actualizando sus codex, llegando por fin a mis queridos Tau, que no veían actualización desde 2013. Ya os vale Games Workshop, ya os vale.
Como ya todos sabréis, los ejércitos actualizados suelen funcionar muy bien en mesa y van languideciendo con los años al irse renovando reglas y otras facciones. Hay malpensados que creen que esto es una estrategia empresarial para que la gente se vea fascinada por esos poderosos ejércitos y compre miniaturas y libros de forma compulsiva, mientras que otros lo ven como un daño colateral de la necesaria evolución del juego. Sea como fuere, los Tau llevaban algunos años con la cara hundida en el barro, solo siendo viables para torneos listas extremadamente afiladas y optimizadas (eso significa repetitivas y aburridas), dejando muy pocas opciones a la variedad de tropas. Ahora, el nuevo codex parece haber equilibrado las cosas y mejorado todas las unidades para permitir que podamos poner en mesa lo que nos de la gana sin hacer el más espantoso de los ridículos. Pero no me enrollo más y vamos a ver, así muy por encima, los cambios y novedades de este nuevo codex.
¿Qué hay de nuevo viejo?
Sinceramente, muy pocas cosas. Quienes esperábamos nuevas armaduras de combate, tropas auxiliares alienígenas y apoyos mecanizados, nos hemos quedado con las ganas. Esto es algo que me da mucha pena pues el lore (trasfondo) del Warhammer 40K tiene margen de sobra para meter cualquier locura imaginable pero de haber novedades nos las dan con cuentagotas. En este caso y tras diez años prácticamente desde el último codex solo se han renovado las miniaturas de Darkstrider y los pathfinders, que curiosamente ya eran de las “nuevas”. Sinceramente, esperaba nuevos muñequitos kroot o por lo menos algún vehículo nuevo pero no. Habrá que esperar otros diez años.
¿Entonces qué es lo que pasa aquí?
La actualización del ejército no se ha basado en meter cosas nuevas, como ya acabo de escribir, sino en mejorar las ya existentes. Ahora nuestra infantería lleva mejores armas, nuestras armaduras de combate llevan mejores armas, nuestros vehículos llevan… creo que ya se ha entendido. Lo mismo pero mejor, para matar más y desde más lejos y que no nos pase eso de lanzar cuarenta dados de disparo para cargarnos a dos marines espaciales.
¿Significa esto que se jugará como siempre?
No necesariamente. Ahora, debido al nuevo equipo, reglas de unidades y estratagemas, el juego tau pasará de ser tan estático, con todas las tropas detrás rezando por que el enemigo no llegue al asalto, a convertirse en una especie de guerra de guerrillas, con ataques relámpago (incluso a corta distancia gracias a los mantarraya y los equipos irruptores), retrocesos, incluso saltos en el tablero para aparecer por sorpresa por detrás y freír al rival. Resumiendo podríamos decir que ahora se jugará al movimiento, captura de objetivos y combate a larga distancia.
¿Y ya no hay nada más?
Por supuesto, solo que me había dejado lo mejor para el final. Y es que en esta actualización de reglas no solo tenemos las estrategias de combate actualizadas, sino que cada sector tiene su propio trasfondo, reglas y estrategias, además de permitirnos crear nuestro propio sectorial para adaptarlo a nuestra forma de juego. Ahora ya no hay excusas para decir eso de “me tengo que quedar atrás disparando con los ojos cerrados porque me asaltan” o por lo menos no decirlo tan alto ya que… ¡Otro juego es posible!
Y como novedad máxima, y en mi opinión personal lo único que salva a este libro de la quema, la posibilidad de crear un ejército enteramente kroot, o al menos liderado por un comandante de esta raza, con sus propias reglas especiales, equipo y tipo de juego.
¿Vamos con las conclusiones finales?
No sé si este nuevo codex valdrá lo que cuesta, cuanto tardarán en sacar los folios de “faqs” que lo modificarán o encontrarle los combos para jugar siempre con lo mismo, pero ahora mismo me parece que todo lo que hay en él era totalmente necesario para actualizar un ejército que lo estaba pidiendo a gritos. Y aunque realmente nada ha cambiado demasiado (ese disparo a 4+, pordios qué vergüenza), sí lo ha hecho lo suficiente como para darles una oportunidad a esas viejas minis que nunca veían mesa.
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