Basado en las famosas tiras cómicas y posteriores cómics del barcelonés Cels Pinyol, el juego de rol de Fanhunter resultó ser un éxito total. No se qué me llevó a comprarlo, aunque conociendome, seguramente se debería a su bajo precio. Para quien no lo sepa diré que Cels Pinyol es un simple dibujante que se dedica a parodiar personajes de cómic y que a la larga ha creado su propio universo y aunque alguien no se lo crea, puedo asegurar que en el salón del cómic de Barcelona superó al mismo Stan Lee en número de autógrafos firmados. Pero no voy a extenderme en la vida de ese señor. Voy a hablar del juego.
El Fanhunter se presentaba en un formato muy simplón, de pequeño tamaño y en blanco y negro; Por ello tenía un precio muy reducido y atraía a gentuza como yo que buscabamos un juego nuevo, diferente y sin arriesgarnos a que nos estafaran. El sistema de reglas era muy simple, tirando dados de 6 caras y con un número objetivo que alcanzar. Pero lo que mas destacaba del juego era el humor. Desde la historia del mundo de juego a la descrioción de las armas, pasando por las reglas de creación de narizones (asi se llaman los pejotas), era una lectura desternillante de esas en las que no puedes reprimir la risa y comentrlo con los jugadores. En el libro básico, además, venía una bonita aventura introductoria en la que los narizones debían proteger a un grupo de jubilados cuyo autobús se había accidentado en un pueblo de montaña muy extraño. Por supuesto, la mitad de los viejos acababan asfixiados, defenestrados, quemados o devorados, pero qué s ele va a hacer, así es el mundo de Fanhunter.
Tras el éxito del libro básico llegaron otros como la expansión de reglas (que incluía la pantalla que a mi no me vino y me enteré tanto tiempo después que ya no pude reclamar), la guia de la ciudad, Operación ANNIHILATE, una aventura de esas con final épico y finalmente el juego concluyó con The Spanish Show, una megacampaña en la que los narizones recorrían España entera en busca de unas poderosas cartas de Magik con las que devolver a la vida a un héroe de la resistencia.
Desgraciadamente con el Fanhunter pasó lo mismo que con la spelis de comedia en Hollywood: Ya pueden ser buenas y hacerte pasar el mejor d elos ratos que nunca les darán un Oscar. Fanhunter era un buen juego, pero no podía ser tomado en serio y existió siempre en un segundo plano en el mundillo. Pero todos los que lo hemos jugado recordaremos esas noches de risas y esos momentos irrepetibles con sombreros de papel.
Fanhunter era uno de esos juegos que te divertían sólo leyéndolo. Desgraciadamente, nunca convencí a nadie para jugar una partida, aunque me seguía partiendo leyendo los módulos. De hecho, es un juego que descubrí tarde, y ahora siempre que me encuentro un viejo módulo en alguna tienda me lo compro.
ResponderEliminarTenía un sistema ágil y rápido y aunque a veces cargaba, estoy de acuerdo en que es uno de esos sistemas injustamente relegado a un segundo plano por su carácter.
Salud