Aunque
más o menos todo el mundo que conoce Ravenloft y haya oído hablar de Strahd, Azalín u
otros célebres personajillos, quizás el más famoso de todos sea el Dr. Rudolph
Van Ritchen. Éste señor de avanzada edad y que dedicó toda su vida al estudio,
se convirtió en el más famoso cazador de monstruos de todo Ravenloft cuando su
propio hijo fue vampirizado y le pidió ser destruido. A partir de ese momento
al buen doctor se le fue un poco la chaveta y convertido en una especie de Van
Helsing obseso, se dedicó a intentar erradicar el mal de la tierra; pero siendo
consciente de que su labor no estaba exenta de peligros y que en cualquier
momento podía palmar, decidió escribir varias guías para que nuevos héroes
pudiesen beneficiarse de sus conocimientos a la hora de combatir el mal. Y así
comenzó a publicarse esta serie de suplementos. No voy a detallarlos uno a uno,
ya que sería una tarea demasiado cansina para mí, pero sí haré un repaso general
para que sepáis de qué va la cosa.
Las
guias Van Ritchen son básicamente, una enciclopedia en fascículos sobre los
monstruos más comunes que pueblan Ravenloft, y contienen valiosa información
sobre su ecología, sus hábitos, su forma de actuar y como no, las formas más
eficaces de darles caza. Pero a pesar de lo que pueda parecer, no se trata de
fichas de monstruo ampliadas, sino que cuentan anécdotas, incluyen relatos y
son muy agradables de leer. En cuanto a ayuda de juego… Algunas de ellas son
realmente útiles, ya que nos permiten incluir variaciones en monstruos comunes,
para que los personajes no digan eso de “Oh, parece cosa de un hombre lobo,
vamos a preparar las armas de plata”. Gracias a estas guías, un director de
juego puede incluir gran variedad de variaciones variables sobre un mismo
monstruo para que no aparezcan dos iguales. El problema es que mientras que
algunos, como los licántropos, vampiros o fantasmas son bastante comunes, el
caso de las momias o los liches (en esa época “cadáveres”) no solían aparecer
tanto en las partidas como para necesitar una guía tan completa.
Se
publicaron un total de nueve guías a lo largo de diez años, llegando a
traducirse una al español (la de los vampiros, de 1991), aunque habría algunas
curiosidades en esas publicaciones, como la de los vistani, que no eran
monstruos. Luego habría una pequeña sequía hasta que en el 1999 comenzaron a
recopilarse en unos libros llamados “Van Richten's Monster Hunter's Compendium”,
que constaban de tres volúmenes que incluían tres guías cada uno y una bella
ilustración del Doctor. El volumen uno incluía vampiros, hombres lobo y “creados”
(haciendo referencia a golems), el segundo contenía fantasmas, liches
(cadáveres) y momias, y la tercera… era la especial. ¿Por qué especial? Pues
porque solo habían ocho guías para tres volúmenes de tres guías cada uno y a
los de TSR no les salían las cuentas, por lo que decidieron meter las dos que
faltaban que eran fiends (demonios) y vistani, y luego se sacaron una nueva e
inédita hasta el momento que era la de las brujas, solo disponible en este
volumen. Así nos encontramos con que el último suplemento creado para el
Ravenloft de segunda edición fue esta guía de brujas que solo se puede
encontrar en el volumen tres. Pero oh amigos, no todo iba a ser bonito. Y es
que estos volúmenes recopilatorios… Tenían una terrible maldición sobre ellos.
¡La maldición del formato!
Llamadme
maniático, idiota o repugnante alimaña de pantano, pero yo si me hago una
colección y me cambian el formato… miau. Y es que mientras que las guías Van
Ritchen seguían con el formato americano de los demás módulos y suplementos, los
tres volúmenes recopilatorios fueron publicadas en un tamaño más reducido, con
lo que queda feo en la estantería y cada vez que paso por delante me sube la
fiebre y me pica la barba. Porque ahora llevo barba y me estoy dejando el pelo
largo otra vez. Voy a ser el Alan Moore levantino. Solo que escribiendo como el
culo y sin que me haga caso ni dios.
El cambio de formato, está claro que es marketing, cuando pasa al lado, podías acordarte de otro volumen, pero no, te acuerdas de ese descuadrado. ¡Son uno genios!
ResponderEliminarUnos genios del mal que buscan descuadrar nuestras estanterías. Eso es lo que son.
EliminarEl retrato del señor Van Richten me da cosica...
ResponderEliminarRealmente los hay mejores. Aquí ya estaba muy viejuno el hombre.
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