Cuando el número 100 apareció en los USA, la trama de Spawn
llegó también a un punto y aparte. El pobre engendro había asumido que él no
era Al Simmons y, tras romper el pacto con el infierno había asumido su papel
de protector de la tierra, lo que le llevó a acabar con la vida de Malebolgia,
su creador. Mmmm… ¿Había puesto eso de “Ojo, spoiler”? Bueno, ahora no tengo
ganas de editar.
En la edición española, visto el éxito de la serie y lo
difícil que resulta para un lector nuevo “engancharse” a un tebeo que ya lleva
más de 100 números (eso son 9 años de publicaciones), decidieron continuar la
serie con el número 1 y como “Volumen2”.
A partir de ese momento Spawn era un ser súper poderoso y
completamente libre, lo que, con el nuevo guionista (Brian Holguin) llevando
las riendas de la serie hacía temer que se iba a convertir en un comic de
superhéroe al uso, pero no, más bien pasó al contrario. La colección adquirió
un tono más oscuro, con un Spawn castigando a
los malos desde las sombras y con el continuo acoso del diablo (el
gordo, el máximo) tratando de devolverle al camino que había abandonado.
Finalmente (cuidado, otro spoiler), Spawn es engañado por un
antiguo amigo, traicionado por una nueva colega, y finalmente capturado por el
diablo, con lo que recupera su cuerpo humano pero es despojado, una vez más de
sus recuerdos. Y así, humano y amnésico, Al Simmons despedía este segundo
volumen. A partir de entonces y debido a la irregularidad de la publicación en
los Estados Unidos, la colección regular española se vio obligada a cerrar y a
continuar en forma de tomos que se publicaban de forma más o menos regular,
punto en el cual perdí la pista al personaje.
Así que buscaré, leeré y cuando tenga más material
continuaré.
El nuevo volumen llegó dibujado por un tal Dany Mikki, especialñista en hidrocefálias y microcefalias, según le pegaba. |
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