Este
verano adquirí una copia de “La crida de Cthulhu” (La Llamada de Cthulhu pero
en catalán, supongo que ya lo habríais adivinado) de Joc Internacional, el de
toda la vida; pero no hablé de él porque al fin y al cabo ya sabemos todos de
qué va y poco podría aportar por mucho que me esforzara. Pero hace poco me hice
con el Delta Green, un suplemento quizás menos conocido que he estado hojeando
(y ojeando también) y del que me gustaría hablar un poco, por hacer algo más
que nada.
El
Delta Green fue publicado por La Factoría (de ideas) allá por los dosmiles y
consistía básicamente en una nueva ambientación en los años noventa que vendría
a actualizar las tres presentadas en el libro básico de “La llamada…” ¿Y por
qué? Os preguntaréis alzando los brazos hacia la lluvia furiosa de una tormenta
de otoño. Pues porque sí. Porque los años ochenta se quedaban cortos para los
jugadores de los noventa y además, el tío que se curró ese Delta Green tenía
alguna idea que rozaba la genialidad.
A
grandes rasgos, Delta Green sería una organización creada por los Estados Unidos
de América para combatir contra la recién descubierta amenaza de los profundos
así como otros cultos adoradores de seres primigenios; a medio camino entre Expediente
X, Men in Black y Los Mercenarios, los Delta Green actúan allí donde se les
solicita, siendo tan discretos como implacables, pero desgraciadamente, actualmente
se halla en decadencia debido a sus muchos enemigos como Majestic-12, otra
organización gubernamental pero controlada por los terribles Mi-go o los nazis
locos de la Karotequia, así como muchas otras.
Así que
tenemos que este libro es pura ambientación, detallada y muy bien escrita que,
combinado con el otro librito llamado “Aventuras” (varios módulos que en la
edición americana iba incluido en el libro básico) nos proporciona todo lo
necesario para jugar mil millones de partidas llenas de locura, terrores más
antiguos que el universo y pulpitos saliendo de orificios corporales varios.
Los primigenios no será lo más horrible que nos aceche en los años 90 |
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