Un
elemento común en todas las historias fantásticas, ya sean en forma de novela,
juego de rol o en formato videojuego, son las vistosas armaduras que portan los
protagonistas, ya sean pesadas corazas de placas, cotas de malla o elaboradas
piezas de cueros endurecidos y tachonados. No hay excepción; En cualquier grupo
de héroes que se precie deben existir una o más armaduras que indiquen quiénes
son los tipos duros del grupo. Pero lo cierto es que en el mundo real (incluso
en un mundo no tan real lleno de monstruos y amenazas extrañas) el uso de
armaduras no podía ser algo tan habitual por varios motivos.
En
primer lugar, llevar una armadura pesada suponía una incomodidad para cualquier
hombre, incluyendo a aquellos héroes con una fuerza y resistencia más allá de
lo normal; Por lo general estas armaduras pesadas impedían caminar hasta el
punto de que muchas veces eran vestidas solo por caballeros, que se las ponían
ya encima de sus monturas para no quedarse impedidos y debían rezar por no caer
del caballo ya que levantarse del suelo resultaba tarea casi imposible. Es
conocida la leyenda del caballero que decidió deslumbrar a la dama que estaba
cortejando vistiendo una armadura completa de placas y saliendo a su encuentro
a lomos de su brioso corcel con tan mala suerte que cayó del caballo en medio
de un prado y no consiguió levantarse; Cuando encontraron su cuerpo ya llevaba
varios días muerto, cocido bajo el sol en el interior de su coraza. Del mismo
modo existía una espada llamada “Misericordia” que no era más que un puñal
curvo y fino y con el que tras cada batalla se acuchillaba a los caballeros
caídos; El nombre de la espada provenía, lógicamente, de las últimas palabras
de esos caballeros caídos.
Así imaginamos a nuestro héroe pertrechado con su superarmadura de placas +2
Y ésta es la pinta que tiene realmente cuando consigue ponersela y sale a la calle donde todos le miran con atención.
Otro
motivo para la escasez de ese tipo de equipo sería su elaboración. Además del elevadísimo
coste económico, algo que no debería ser problema para alguien acostumbrado a
derrotar bestias mitológicas y hacerse con sus tesoros, tenemos el tiempo y
disponibilidad de producción. En la mayoría de videojuegos podemos entrar en la
pequeña herrería de un pueblecito perdido de la mano de dios y encontrarnos con
un variado surtido de armas y armaduras a cada cual más elaborada (por no
hablar de hechas a la medida de nuestro personaje), pero en la vida “real” eso
no debería ser así. Los herreros “de pueblo” se limitaban a fabricar
herraduras, utensilios de cocina y de trabajo, pero muy raramente sabrían cómo
forjar armas o armaduras funcionales; Para esos menesteres, los señores que disponían
de milicias o ejércitos disponían de uno o más herreros dedicados casi
exclusivamente a la forja de armas y piezas de armadura “estándar” tales como
cascos abiertos o petos. La fabricación de una armadura completa supondría un
trabajo arduo al tener que forjar cada pieza a medida del portador y que se
prolongaría durante semanas o quizás meses en el tiempo.
Y por
último tenemos el aspecto puramente estético que, aunque queda muy bien en los
dibujos o en las películas, debería resultar chocante para cualquier habitante
de a pie de un pueblo o ciudad normal. Las armas y armaduras están fabricadas
para matar y evitar ser matado, por lo que la visión de un grupo de extranjeros
entrando en el pueblo fuertemente pertrechados con tales objetos sería el
equivalente en nuestra actualidad si viéramos a media docena de tipos armados
con fusiles de asalto y chalecos antibalas paseándose por el pueblo preguntando
donde está la taberna. Acojone máximo. Es por ello que en cualquier lugar
habitado, de este u otro mundo de fantasía, el uso de armaduras y armas estaría
vetado a miembros del ejército local o milicias y cualquier otro que lo hiciera
debería dar explicaciones ante las autoridades.
Algunas veces merece la pena sacrificar protección en pos de la estética. Y eso debe ser aplaudido.
El novio de esta muchacha consiguió convencerla no solo de que estaría muy sexy con un bikini de malla, sino que logró fotografiarla y subirla a internette para ¿disfrute? de todos nosotros. En este caso mejor ahorrarnos los aplausos.
Con
ello no quiero animar al veto de equipo bélico en partidas de rol y demás; Soy
consciente de que son elementos necesarios para la supervivencia de nuestros
queridos personajes, pero si me gustaría que se hiciera una reflexión sobre la
necesidad de que cualquier héroe deba vestir una de estas armaduras por el
simple hecho de “ser un guerrero” y se deban ignorar por ello otros elementos
más lógicos y coherentes para con el mundo que le rodea.
esa no sabe ni quien és Red Sonja jaja
ResponderEliminarEstoy de acuerdo hasta cierto punto. Las armaduras en general no eran tan incómodas como parece (o como ha trasladado el cine). Daban calor y restringían el movimiento, pero los caballeros entrenados con ellas podían ser sorprendentemente ágiles. Hace tiempo vi en You Tube un vídeo en el que especialistas daban hasta volteretas con ellas! XDD!
ResponderEliminarCreo que el mayor inconveniente, de largo, era el coste. Con todo cuando mejoraron los materiales la coraza (o armadura de placas completa) se hizo más usual, pero lo que en realidad la retiró fue el desarrollo de las armas de proyectiles: primero el arco largo inglés y por fin, las armas de fuego, que las agujereaban que daba gusto.
Y sí, no debería ser tan sencillo conseguirlas. Ni las armaduras ni los caballos de monta, que eran un auténtico lujo para la economía medieval.
Mola que hables de armas medievales ;)
Me alegra que te guste la entrada y te tomo la palabra para futuras entradas. No soy demasiado experto en el tema, pero en general hablo de cosas que no me entero y me quedo tan ancho, así que... Habrá más entradas sobre armas (y otros equipos) de esos que tanto abundan en los juegos de rol.
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