La trama general:
La
acción de las tres películas se desarrolla en la ciudad de Detroit, en un
futuro cercano donde la crisis económica hace estragos en el ayuntamiento y el
capitalismo salvaje lleva a privatizar la gran mayoría de servicios básicos.
Uno de ellos, el Departamento de Policía de Detroit, es comprado por una gran
corporación llamada OCP, que tiene como objetivo construir un ambicioso
proyecto urbanístico llamado “Delta City”: Una ciudad entera bajo su control en
todos los aspectos. El único problema es que la delincuencia en lo que ellos
llaman la “Vieja Detroit” ha llegado a tales extremos que el gasto en policías,
centros penitenciarios y de rehabilitación puede imposibilitar la creación de
Delta City. La solución de la OCP consiste en recortar los salarios de la
policía e ir sustituyéndolos por robots, más eficientes y a la larga, baratos.
Por supuesto, tales recortes hacen que los agentes se rebelen y anuncien una
huelga que de llegar a producirse, sumiría en el caos la ciudad.
Primera
parte:
Tras fracasar con su primer robot de seguridad (el ED-209), la OCP pasa
al plan B, que consiste en crear un robot utilizando como base un cerebro
humano. Para ello toman prestado el de Alex Murphy, un agente caído en acto de
servicio. La cosa parece funcionar bien hasta que el robot, llamado Robocop
(claro), reconoce a uno de los asesinos de Murphy en una detención ordinaria.
Entonces sus recuerdos anteriores van llegando en oleadas y comienza una
investigación que le llevará hasta la red criminal que acabó con él y que,
casualidades de la vida, tiene una estrecha relación con uno de los altos
directivos de la OCP. A partir de ese momento, Robocop debe clamar venganza por
su muerte, reencontrarse con su antigua familia y acabar con la corrupción de
la OCP incluso estando incapacitado para ello a causa de las directrices
integradas en su programa principal.
El malo maloso de la primera, junto al ED-209, robot falluco donde los haya. |
Segunda
parte: La policía de Detroit está en huelga y eso, además de hacer que el
crimen se multiplique, ayuda a que el “Nuke”, una nueva droga superadictiva,
asole la ciudad como una plaga. Habiendo “limpiado” la OCP, Robocop, ahora
Murphy y agente esquirol, sigue cumpliendo con su deber con la ley y debe tomar
la dura decisión de romper su vínculo con su antigua familia para liberarse
completamente de su antiguo yo. Mientras tanto, la OCP busca la forma de crear
más robocops, ya que la situación del departamento de policía es insostenible,
pero todos los intentos de repetir la operación son fracasos en toda regla: Los
nuevos robocop enloquecen y acaban suicidándose, lo que lleva a pensar que el
caso de Murphy fue excepcional. Es entonces cuando una nueva miembro de la OCP
tiene la brillante idea de utilizar el cerebro de un criminal adicto al Nuke
para el proyecto, para así poderlo mantener bajo control a base de drogas.
Crear un policía con el cerebro de un asesino yonki no gusta a nadie, a
excepción del viejecito del jefazo que casualmente, se tira a la nueva.
Mientras tanto, Robocop es formateado y le instalan algo parecido al Windows
Vista, por lo que comienza a funcionar raro y no solo debe encontrar la forma
de volver a la normalidad, sino que debe acabar con Robocop 2 (el yonki) que
como no podía ser de otra manera, se ha vuelto loco y está matando a todo el
mundo.
Con un diseño así, no me extraña que se tirara a las drogas. |
Tercera
parte: Tanto robot falluco ha llevado a la OCP al borde de la quiebra y la
única manera de terminar con el proyecto de Delta City es venderlo a una
megacompañía japonesa. Para lograr los objetivos es necesario “limpiar” la zona
de la futura construcción y para ello la OCP crea la “Unidad de desahucios”, que no son más que un grupo de militares sin
escrúpulos vestidos de policía. Los desahuciados son conducidos a punta de
pistola hasta campos de concentración donde malvivirán el resto de sus días,
aunque un pequeño grupo decide quedarse y hacerse fuerte en su zona, sabiendo
que si no los expulsan antes de que expire el plazo, todo el proyecto se
paralizará. Es entonces cuando Murphy-Robocop entra en escena y debe cumplir
dos de sus directrices principales y que ahora se contradicen: Proteger al
inocente y No dañar a un agente de la OCP. Por si el dilema informático fuera
poco, los japoneses han enviado a un ciborg-ninja para hacer el trabajo sucio,
con lo que la cosa se complicará bastante para nuestro héroe.
En la tercera parte, Robocop contaba con algunos elementos de equipo en plan Inspector Gadget. |
Cuatro
cosas más:
-Aunque
mucha gente piensa que la trilogía consiste en cine de acción sin más, no es
así. Las películas ofrecen una visión del capitalismo algo radical, pero que el
tiempo está demostrando que no está tan lejos de la realidad. También trata
temas como la amistad, la familia y si uno debe anteponer sus ideales a su
sueldo, algo que se repite en las tres partes.
-Los
efectos especiales, especialmente en las dos primeras, pero también en la
tercera, pueden parecer obsoletos (al
igual que los peinados) hoy en día; Pero a pesar de eso, las vistas subjetivas
en primera persona (especialmente en la primera parte desde la muerte de Murphy
hasta que se levanta convertido en Robocop) son sencillamente geniales y el
hecho de que no hayan puesto una fecha concreta a ese “futuro cercano”, le dan
un aire novedoso a las películas.
-En su
puño, Robocop posee un apéndice retráctil (comúnmente conocido como “el pincho
de Robocop") que sirve para, una vez introducido en un terminal informático
cualquiera, cargar y descargar información a su disco duro. Cuando salió la
película era algo de ciencia ficción; Hoy en día lo llamamos USB. ¿Significa
eso que el guionista de la película era un genio visionario a la altura de
Julio Verne? Si, sin duda alguna.
-Aunque
Nancy Allen, la actriz que encarnaba a
Louis, la compañera de robocop tanto como humano como después, estuvo presente
en las tres películas, éste no fue el caso de Peter Weller, el protagonista,
que rechazó participar en la tercera parte diciendo (y cito textualmente) que
“Estoy hasta los huevos de que solo se me vea la boca”*, por lo que fue
sustituido por Robert John Burke.
*La
frase puede no ajustarse a la realidad, ya que se trata de una simple (pero
lógica) deducción.
Las cosas que hay que ver, se puede decir que pronto Robocop aparecerá en los libros de historia.
ResponderEliminarSi tuviesemos un sistema educativo como dios manda,ya aparecería. Robocop y Goku.
EliminarRecuerdo con cariño sobre todo la primera peli, la de Verhoeven. Un iconoclasta enloquecido que cuando le das la mano se coge el brazo y parte del tórax. Yo añadiría un par de cosas a tu "revival". Una, que hay que aplaudir los informativos televisivos que se ven en la peli, absolutamente delirantes y divertidos, un fórmula que repetiría posteriormente en Starship Troopers (uno de mis placeres culpables). Y dos... en el guión de la tercera parte colaboró un oscuro dibujante de comics, un tal Frank Miller, fascinado por aquel entonces por la cultura japo y que acabó abjurando de la peli porque aseguraba que los productores le destrozaron la idea. Muchos años después vendrían 300 y Sin City, pero eso es otra historia.
ResponderEliminarPor lo visto, tras el éxito de la primera parte, Frank Miller se encargó del cómic de Robocop y del guion de la segunda parte, el cual fué desestimado por ser "infilmable", pero a pesar de eso, la 2 y la 3 están basadas en ese guión que presumo que será paralelo al de los cómics.
EliminarLo que tengo claro es que tras ver la trilogía enterita, me reafirmo en mi amor por la primera parte y añado las otras dos, que por algún motivo pensaba que serían muy inferiores y no es así.
Gracias por comentar.
Gracias a ti por hablar de estas cosas, muchacho.
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