
En primer lugar debo decir que nunca he sido amigo del "Mundo de tinieblas" y su idea del rol interpretativo. No me caen bien los vampiros ni los hombres lobo y el sistema de reglas no es mi favorito. Pero el Wraith me gustó. En él se presentaba un mundo más allá de este, en el que los recién fallecidos seguían existiendo a costa de las ataduras con el mundo mortal; Cuanta más gente recordara al fallecido o más legado hubiera dejado tras de sí, más sólida sería su existencia en el otro lado. Aquél sin ataduras acabaría desapareciendo en el olvido, una especie de agujero negro en continua expansión. ¿Complejo? Eso no es nada. Resulta que el otro mundo estaba regido por una especie de dictadura que quería evitar a toda costa el avance del olvido; Para ello, los fantasmas con poca consistencia eran moliados (transformados) en cosas tan útiles como soportes para libro o armas para sus soldados. Pero los rebeldes siguen, como siempre, defendiendo la libertad para actuar y volver a morir como les diese la gana. Y como no, facciones, poderes fantasmales capaces de controlar a los vivos, crear ilusiones, volar y aplastar un coche de un puñetazo.
Desgraciadamente, y aunque lo intenté, no fui capaz de engancharme al juego mas que como lector. La complejidad de los personajes sumada a ese "lado oscuro" que debía manejar el master y a esas tiradas de dados que no me gustaban me hicieron desistir y dejar el libro en la estantería de buenos juegos. La única minicampaña que pude dirigir satisfactoriamente fué con tan solo dos jugadores: Un rolero ya experto y una novata que después de fallecer, tuvieron que impedir desde el otro lado un atentado con bomba nuclear incluida. recuerdo que habían indios con caballitos muertos, agentes del gobierno (del mundo de los vivos y de los muertos) y un tipo con Harley Davidson escuchando Motorhead a todo trapo.
Después aparecieron algunos libros mas como la pantalla del master y algún manual de los gremios, pero eso ya estaba lejos de mi interés y seguí con mis RuneQuestes y ravenloftes por algún tiempo mas.