viernes, 29 de mayo de 2015

De rol y sadomasoquismo




Hace muuuchos, pero muuuchos años, los miembros de mi grupo de rol nos pusimos en contacto con Nk, un tipo extraño, veterano del rol,  bastante mayor que nosotros, con el que entablamos una amistad saprófita con la clara idea de aprender más acerca de los juegos de rol (él tenía muchos) a la par que él volvía a dirigir.

Debo puntualizar que estaba realmente loco. Era un tipo excéntrico que a veces decía cosas sin sentido y cuya estabilidad mental parecía pender de un hilo, pero como ya he dicho, tenía muchos juegos que nosotros ni siquiera conocíamos (Traveller, Mutantes en la Sombra, Ars Magica…) y tal tesoro compensaba la incertidumbre de estar junto a él.

Además de todo eso, Nk tenía un discípulo con el que yo tenía cierta amistad de antes y ello me facilitaba mucho la tarea de ir y venir a su casa y quedarme largos ratos allí leyendo. Pero vamos a dejar a Nk y a empezar con el tema.

Hallábame yo en casa de Nk investigando el sistema de magia del Ars Magica, al que pensábamos jugar en breve, junto a éste y su discípulo, cuando sonó el timbre y apareció una chica de la edad de Nk, bien parecida (eso significa que estaba buena, pero dicho de una forma fina) y que llevaba en las manos una especie de látigo corto de cuero negro. Nk parecía emocionado.

-A Xxxx (no recuerdo su nombre) le va el tema sadomaso. –Nos dijo con toda la alegría del mundo. -¿Queréis probar?

El discípulo salto de la silla como empujado por un muelle, pero yo decidí quedarme leyendo. No tenía demasiados conocimientos sobre ese tipo de actividades sexuales, pero lo poco que sabía no me atraía especialmente. Así que Nk y su discípulo se encerraron con Xxxx en la habitación mientras yo trataba de comprender lo de los “verbos y formas” con los que los magos canalizan las energías. Al poco comencé a oír unos chasquidos extraños que venían de la habitación y los grititos que dejaban escapar Nk y el otro; y así pasé un buen rato intentando concentrarme para entender cómo funcionaba eso que, amparado bajo la confusa etiqueta de “rol narrativo” obviaba las estrictas reglas que regían a otros sistemas de magia con los que yo estaba más familiarizado como el del AD&D o el Runequest. Pero cuanto más leía menos entendía y los sonidos en creciente magnitud que venían de la habitación no me ayudaban a llegar a ninguna conclusión, hasta que tuve una revelación divina.

Estas cosas me pasan habitualmente. Yo estoy normal, haciendo cualquier cosa y mi cerebro, que por lo visto siempre está trabajando en segundo plano (algo que me convierte en una persona ausente y antipática), de pronto llega a una conclusión esclarecedora sobre algo en lo que no estaba pensando activamente. Algún día tendré un accidente de tráfico por culpa de eso.

La cuestión es que de repente me di cuenta de que quizás estaba perdiéndome algo por no haber entrado en ese cuartucho. Quizás la chica se había desnudado y estaba perdiéndome las primeras tetas reales de mi vida; o igual eso de que te azoten con un látigo lleva implícitas otras cosas más placenteras. Y yo allí, leyendo un manual de rol como un pardillo… Así que me armé de valor, me levanté y fui hasta la puerta. La abrí muy decidido y me decepcioné al ver lo que había en el otro lado.

La chica seguía vestida; no se había quitado ni la chaquetita que llevaba al entrar; y tanto Nk como su discípulo estaban acostados boca abajo en la cama, sin camisetas y con la espalda como si se hubiesen quedado dormidos en la playa una tarde de agosto. Al verme entrar se interrumpieron los latigazos.

-¿Quieres apuntarte? –Me dijo Nk al verme aparecer.
-No. Es que… No entiendo eso de los verbos y las formas. –Me apresuré a decir.
-Es muy fácil en realidad. La forma  hace referencia al tipo de magia como fuego, aire, ilusión, etc… mientras que el verbo es la manera en que la manifiestas. De ese modo combinas formas y verbos y obtienes crear fuego, o controlar agua o cosas así. ¿Lo pillas?

-Sí. Creo que sí. - Y cerré la puerta de nuevo para volver a mi lectura.

Al cabo de un rato salieron los tres. Ella se marchó sin decir ni adiós y nunca jamás la volví a ver, mientras que ellos dos se sentaron de nuevo en la mesa intentando no rozarse mucho con los respaldos de las sillas y con expresiones cansadas en sus rostros.
-¿Empezamos con las hojas de personaje? –Dijo Nk animado.

sábado, 16 de mayo de 2015

Una pequeña reflexión sobre el destino y el sentido de la vida (ahí es poco, pasen y vean, que me queda más largo el título que la entrada en si misma)




Me considero una persona racional. Muy racional. Quizás demasiado para el gusto de muchos, que ven con cierta rabia mi indiferencia frente a sus historias fantásticas de “aquella vez que vi un fantasma” o “el día ese que me desperté desnudo y con símbolos arcanos dibujados en mi cuerpo”. Pero a pesar de eso, a veces me pasan cosas en la vida que me hacen pensar que hay algo más.


No voy a entrar en ningún caso concreto. Para contar batallitas ya tengo el otro blog y sólo hay que verlo para darse cuenta del éxito que tienen (ironía). Pero la cosa es que algunas veces me encuentro con personas, situaciones o conceptos metafísicos que me hacen pensar que detrás del telón de este escenario que llamamos vida, hay un plan preconcebido por una inteligencia lógica que hace que todas las cosas sigan su cauce como un guion bien escrito. Otras veces, en cambio, me pasan cosas tan carentes de sentido, situaciones tan poco trascendentes y me topo con personas tan absurdas y prescindibles, que me da la sensación, en cambio,  de que en algún lugar allá arriba hay un dungeon master tirando en una tabla de encuentros aleatorios.

 

lunes, 4 de mayo de 2015

Cazafantasmas en el Expomanga





Este fin de semana se celebró en Novelda (Alicante) la sexta edición (creo) del Expomanga, evento dedicado a la cultura japonesa y todo lo relacionado con ese bello arte de los tebeos. Y ahora os preguntaréis: ¿Otra vez te has metido en un sitio de éstos? ¿No tuviste suficiente con el Salón del Manga de hace apenas tres entradas? Pues sí, amiguitos, porque esta vez tenía excusa ya que además de los talleres de fabricación orejas de gato, los concursos de disfraces cosplay y el softcombat (una especie de combates con armas de corcho donde los frikis desahogan su frustración sexual), organizaron una partida de rol y mi amigo/compañero-rolero Km/h, me llamó a mí para llevarla a cabo.
 
Aquí vemos a KM/h, dispuesto a impartir justicia con una espada en cada mano
 
Debo reconocer que Km/h me avisó con tiempo y que mi primera idea era la de preparar una partida relacionada con el manga. Estuve investigando para ver qué series estaban de moda en el momento y finalmente opté por One Piece porque va de piratas, tienen poderes y salen muchos personajes. Me decidí por el sistema xd6 y ni corto ni perezoso me puse a visionar la serie desde el episodio 1 para que la cosa saliera bien, pero cuando iba por el episodio 50 (y no demasiado entusiasmado, la verdad), descubrí que habían más de 600 (¡600!) episodios y mi moral se desmoronó. No tenía tiempo para ver la serie entera y tampoco de preparar algo diferente, así que decidí tirar de algún juego de mi estantería. Hice un pequeño sondeo entre mis jugadores habituales y otras personas ajenas a mi grupo para decidirme entre los tres que tenía en mente: Cazafantasmas, Tortugas ninja y Superhéroes INC; y para mi sorpresa, ganó el Cazafantasmas por unanimidad absoluta.
 
Hete aquí el juego elegido
Hacía poco que tenía este libro, el cual me deslumbró por el logotipo rojo y negro de Joc Internacional y lo adquirí de segunda mano sin demasiadas esperanzas de jugarlo; la verdad es que ni siquiera lo había abierto a falta de un par de semanas del Expomanga y me puse a ello sin tener mucha fe en él. Pero para mi goce y deleite, el libro resultó ser, además de sencillo y ordenado, una lectura muy divertida; posee un tono desenfadado que me recuerda al Feng Shui (uno de mis juegos favoritos), donde incluso las descripciones del equipo te arrancan una sonrisa. Es por ello que preparé la primera partida que viene en el libro básico y me encomendé a Stafford para afrontar el reto.
Ya en el Expomanga tuve que enfrentarme al que era mi mayor miedo: Los jugadores. Al parecer, desde la organización se habían olvidado de anunciar la partida y temía verme sentado en una mesa vacía sobre la que rodaran alicornios (las bolas esas del oeste, a ver si estudiamos botánica), a la vez que temía que ante mí  se sentaran media docena de desconocidos sin idea de jugar a rol, dispuestos a amargarme la tarde. Pero no. Tuve un grupo compuesto por tres de mis jugadores de siempre y un par de nuevas incorporaciones de calidad.
 
Una instantánea de la partida, cortesía de nuestro viejo conocido Mr. E (primo de KM/h)
Como era la primera partida, decidí hacer algo diferente y que los jugadores se interpretaran a sí mismos como candidatos a cazafantasmas. Para ello tuvieron que rellenar formularios, firmar contratos y papeleos varios a la vez que iban rellenando las hojas de personaje para, una vez admitidos en Cazafantasmas Internacional, enfrentarse a su primer caso de poltergheist. Y no estuvo nada mal. El juego se puede resumir en dos palabras: Sencillo y divertido. Los jugadores pasaron la tarde persiguiendo fantasmas por un chaletito en Alicante mientras destrozaban todo el mobiliario y eran agredidos por las manifestaciones sobrenaturales, hasta que encontraron a los fantasmas, la cagaron, se tuvieron que enfrentar a un inesperado monstruo final y acabaron cruzando los rayos de protones aún a riesgo de cargarse el universo entero para capturarlos y terminar el trabajo.
 
Fué algo así pero diferente.
Y yo, como soy un director de juego más bien mediocre, suelo comprar a mis jugadores con comida y chucherías; pero esta vez, al estar fuera de mi casa no me fue posible, por lo que antes de recurrir al viejo truco de las felaciones sorpresa, decidí preparar diplomas (oficiales, eh) de cazafantasmas para entregar a los jugadores supervivientes después de la partida. Y el truco funcionó para entusiasmo de unos y estupefacción de otros, que se marcharon a sus casas con la sensación de haberse convertido en personas mejores de lo que eran. Los pobres.
 
Y aquí uno de los diplomas que ya seguro, adornan sus paredes.