sábado, 31 de agosto de 2013

Falta un dia.
Haciendo cambios.

jueves, 29 de agosto de 2013

La Ciudadela Del Caos




Hace algún tiempo visité por casualidad una de esas tiendas de basur… objetos de segunda mano y me topé con un ejemplar de Lucha Ficción por el módico precio de 1€, con lo que lo compré disimuladamente y me lo llevé a casa… sin saber que con ello estaba abriendo una puerta a una nueva obsesión en mi vida (como ya habréis comprobado si sois lectores habituales del blog) que es la de recuperar la pasión por esos bellos librecitos de jugar.

No voy a extenderme en lo que es el libro en sí, ya que todavía no lo he terminado con éxito, pero si lo resumiré a grandes rasgos porque posiblemente no lo acabe nunca. La serie de Lucha Ficción fue creada por Steve Jackson e Ian Livingstone (supongo) y nos introduce en el mundo de Allania, donde debemos encarnar a diversos héroes para librar a tan castigado mundo de villanos varios. En este libro, el número 2 de la colección seremos un joven mago que debe infiltrarse en una ciudadela repleta de monstruos y acabar con su malvado líder Balthus Dire. Para llevar a cabo tal proeza disponemos de unos cuantos conjuros que elegiremos con mucho sentido común y de los objetos que iremos encontrando a lo largo del camino. El libro se estructura en “embudos”, es decir que podremos elegir entre varios caminos que nos llevarán irremisiblemente a un punto concreto donde una vez más dispondremos de varias rutas a seguir y así hasta llegar al final. El problema que le veo es que para tener éxito al llegar al punto final, deberemos haber ido por un camino en concreto, lo que hará que tengamos que morir (seguramente cayendo desde una ventana, ya veréis ya, si no lo habéis leído todavía) unas cuantas veces hasta que lo averiguemos. El librillo en si está bien, lleno de personajes y situaciones curiosas y siguiendo un mapeado sencillo pero lógico, pero cuando ya te has caído cinco veces por la misma ventana, la verdad, no da ganas de volver a intentarlo.

Pero lo más curioso para mí fue el prólogo, donde un señor/a cuyo nombre no consta se esforzaba por convencernos de las virtudes del autor del libro que teníamos en las manos que allá por el año 1983 (hace ahora 30 años, señores y señoras, ancianos todos) había participado en los juegos d erol RuneQuest, D&D y Traveller y que además había sido miembro fundador de la Games Workshop, una empresa dedicada a las miniaturas que ya contaba con cinco (¡Cinco!) tiendas repartidas por todo el reino unido. Sin duda, si ese prologuista hubiese visto el monstruo de hacer dinero en que se ha convertido la Games Workshop hoy en dia, con cientos y cienes de tiendas en todo el mundo, le habría dado un síncope.

lunes, 26 de agosto de 2013

Infinity: Primera escalada y primeras partidas en condiciones.



Esta semana hemos completado la primera fase de la escalada, que cabe decir que era la más compleja ya que teníamos un mes para seis miniaturas; pero como somos la hostia (y además ha habido vacaciones, lo que ha facilitado la tarea), hemos cumplido dentro del plazo, hemos adquirido la/s miniatura/s para el mes de septiembre y para rematar la faena, hemos jugado un par de partidas. Todo ello y nada más, en esta megaentrada repleta de bellas fotillas.

En primer lugar paso a mostraros cómo han quedado las miniaturas. Por un lado tenemos a las Órdenes Militares, sectorial de Panoceania, defensores de la paz en el mundo y pintadas por mi compañero Esteban.



A la izquierda tenemos al Caballero Teutón, mala bestia de la escalada del mes.


A la derecha el Caballero Magistral, otra mala bestia pero no tanto.
 









Izquierda: El Sargento especialista, francotirador y especialista en camuflaje termoóptico. La pesadilla de todo alienígena.






A la derecha y los dos de abajo son los Sargentos de la orden. Infantería ligera armada con el basico rifle combi pero de los que no te puedes fiar ni un pelo.
















Y aquí abajo, los componentes del "starter set" al completo.





Y a continuación los Shasvastii del Ejército Combinado, invasores espaciales pintadas por mí.








Este simpático bichejo amarillo es el Maligno, el francotirador invisible.

Aquí vemos a los tres Soldados Semilla, llamados así porque comienzan el juego metidos en huevos que luego eclosionarán para diversión de sus enemigos.










La Asesina Especular es capaz de infiltrarse entre las líneas enemigas para asestarles un golpe por la espalda.













 Aquí arriba el Amortajado, minador camaleónico y justo a la derecha la tropa al completo.


Como podéis ver, todo se puede mejorar, pero tampoco hace mucha falta.

Y muy brevemente hablaré de las dos partidas que pudimos jugar esa mañana (si, si, dos partidas en una mañana y no demasiado apretada) contando ya con las miniaturas sin pintar de la segunda escalada.
Ambas partidas se jugaron a 200 puntos y en ellas mi rival probó las reglas de los enlaces y alguna cosilla nueva mientras que yo hice lo propio con aquellas habilidades especiales de mis bichos que se me habían pasado por alto. El resultado fue más que satisfactorio, con los shasvastii ganando la primera escaramuza pero muriendo como chinches en la segunda, mucho más rápida y sangrienta. Habrá que seguir jugando, puliendo la técnica y aprendiendo a usar cada miniatura ya que aquí, cada muñeco sobre la mesa es único. Así que os dejo con las fotos y no os doy más la brasa. Hasta que vuelva. Que volveré.
 







 Y para acabar, unas fotillas más a boleo, que el blogger este me va a reventar con tanta imágen. Adios.

(Editado con la inestimable ayuda de Esteban. Qué sería del mundo sin ti.)


viernes, 23 de agosto de 2013



Parece que los zombis están de moda (aunque para mí siempre lo han estado) y este blog, aunque mediocre, no puede quedarse desfasado. Es por ello que he decidido que este mes de septiembre va a ser el “mes zombi” en Mediocridad. Hablaré sobre el origen de los zombis, películas, libros, rol y videojuegos relacionados con este fenómeno, así como muchas otras sorpresas maravillosas que no os podéis ni imaginar*.
Así que estaros atentos este próximo mes, porque la cosa se va a poner (más) fea y putrefacta (de lo habitual).

*Esta última frase puede no ser completamente cierta.