sábado, 27 de octubre de 2012

Discos que me salen: Draconian Times (Paradise Lost)




Debo reconocer que no tengo este disco en mi colección (todavía) y que en la época en la que solía escucharlo yo no era muy amigo de ese tipo de sonido sino más bien de la estridencia, la velocidad y los agudos del HeavyMetal de toda la vida. Y el DRaconian Times es un disco muy gótico; Denso, profundo, oscuro, melancólico y en definitiva, magistral dentro de su estilo.
Pero estilos musicales aparte, el motivo por el que este disco me gusta más cada vez que lo oigo es porqué sus sonidos me evocan imágenes de mi mismo algunos años atrás, en el hueco de la escalera de la casa de un amigo (si, teníamos nuestra base en un hueco de escalera, qué pasa), improvisando partidas de RuneQuest, jugando a las cartas de Gandalf, Sauron y compañía, creando personajes de Aquelarre a granel y jugando al Alex Kidd de la MasterSystem.
No es por simple melancolía. Esa no fue una época mejor (emocionalmente yo era tan estable como una central nuclear made in China)), pero sí una etapa útil y necesaria para convertirme en lo que ahora soy. Una etapa que merece ser recordada de vez en cuando, gracias a un disco que merece ser escuchado.

lunes, 22 de octubre de 2012

GloranthaHammer



Hace algunos meses (puede que años, publiqué esta entrada (y también esta) en la que proponía utilizar miniaturas del Warhammer para ambientar las partidas del RuneQuest y HeroQuest. La propuesta tuvo más aceptación de la esperada, por lo que comencé a barajar la posibilidad de crear ejércitos enteros para representar batallas gloranthanas, cosa que escapa de la mayoría de reglamentos de rol.



Por este motivo elegí un ejército de todos los disponibles y decidí construirlo lentamente, a la vez que redactaba a modo de diario, las vivencias del comandante en “La saga de Kash’ el Roto”. Desgraciadamente, tal proceso (elegir, comprar, montar, pintar, escribir…) me ocupa demasiado tiempo y las ideas se me amontonan. Es por ello que he decidido, al margen de la creación de un ejército propio, detallar pequeñas listas de ejércitos, legales para las reglas de Warhammer y que también puedan funcionar en el mundo de Glorantha para representar pequeñas batallas. El reto es conseguir que las listas queden equilibradas, sean variadas, y que supongan el menor desembolso económico posible.



¿Y porqué Warhammer? Con la cantidad de juegos de miniaturas existentes, algunos más sencillos, más económicos y con reglamentos gratuitos, os preguntareis el porqué de una elección tan típica. Y la respuesta es esto mismo. El Warhammer es el juego más jugado desde hace muchísimos años, posee la mayor variedad de ejércitos y miniaturas, éstas tienen una calidad excepcional y además pueden encontrarse en la mayoría de ciudades, en tiendas especializadas o tiendas Hobby. Reglamentos y libros de ejércitos, a no ser que busquemos la última edición, salen a muy buen precio y si no, siempre se puede tirar de Internet y fotocopiadora. Además, creando los ejércitos siguiendo las reglas del juego tendremos la oportunidad de echar una partida de Warhammer con el primero que se nos cruce por la calle.



Y ahí van los ejércitos que iré detallando:
-Condes vampiro representando a los No-muertos en general.
-Hombres bestia como Broos.
-Elfos silvanos como Aldryanis.
-Enanos, sin comentarios.
-Guerreros del caos convertidos en Orlanthis.
-Hombres lagarto como Slarges o Dragonuts, según vea.
-Bretonia como caballeros occidentales de Fronela o Carmania.
-…y muchos más (mentira, a no ser que se me ocurra alguno al final)



Y si me da tiempo y me alcanza el intelecto, diseñaré un sencillo y práctico sistema de conversión para trasladar nuestros personajes favoritos de RuneQuest al sistema Warhammer y así poder incorporarlos a esos ejércitos y verlos participando en batallas épicas. Pero esto será otro día; De momento me centraré en ir poniendo las listas, siendo la primera de ellas, claro está, la de muertos vivientes.

sábado, 20 de octubre de 2012

Sun County (RuneQuest en Prax 2)


En este libro se presenta el Condado Solar, situado justo al norte de las “Borderlands” y justo al sur de la ciudad de Pavis (en futuras entradas). El libro incluye gran cantidad de información sobre la región, personalidades y se presenta como una buena forma de continuar con una campaña iniciada en “Borderlands” En mi opinión, este libro podría haber aparecido en lugar de alguno de los suplementos de ambientación Gloranthanos tales como “Genertela”, “El mundo y sus habitantes” o “Secretos antiguos”. No es que crea que ninguno de esos suplementos carezca de calidad, pero sostengo la opinión de que lo que un grupo de juego busca es jugar partidas, y para ello necesita de libros como este Sun County.
Trasfondo y personajes: Al contrario de lo que sucedía con “Bordelands”, donde la campaña estaba perfectamente estructurada, este libro ofrece gran cantidad de información para que un director de juego algo hábil pueda desarrollar su propia historia. Para ello nos ofrece varias opciones, tales como elegir personajes pregenerados, crear los propios siguiendo las reglas del RQ o importar los ya existentes en la campaña de “Borderlands”. Y aunque el Condado Solar es tierra de Yelmitas, lanceros y templarios, los jugadores no tienen porqué limitarse a ellos.
Modulos: El libro presenta un número limitado de aventuras que pueden desarrollarse de muchos modos. Así pues tenemos la “Garhound contest”, una especie de celebración local que consiste en una serie de pruebas en las que los personajes pueden competir y en la que un director hábil puede desarrollar varias tramas alternativas. También tenemos una “dungeon” más clásica y un par de localizaciones tales como un antiguo templo solar y una torre abandonada para explorar. Pero la gracia del suplemento, como ya he dicho, está en explotar la faceta política del mismo y que cada uno desarrolle sus tramas.
Extras: Además de la completa información del lugar, personalidades y mapas, el libro contiene un pequeño apéndice con ideas para aventuras, algo simples quizás, pero perfectamente aprovechables.
En definitiva, un buen suplemento, quizás no sea el mejor de los ambientados en Prax, pero es una buena forma para hacer que unos personajes algo experimentados se muevan, conozcan mundo y adquieran experiencia para jugar en otras aventuras algo más complejas.

martes, 16 de octubre de 2012

Bastard!, espada, brujería y testosterona



Cuando yo era un chaval, en plena efervescencia rolera y con una gran tendencia a impresionarme, me topé de bruces con un manga llamado “Bastard!”. Fue una casualidad, ya que lo vendían junto con el que ha sido mi cómic favorito de todos los tiempos (y del que algún día hablaré) “El Puño de la Estrella del Norte”, y me fascinó.
“Bastard!” tenía todo lo que yo le podía pedir a un tebeo: Una ambientación fantastica, con magia, monstruos y conflicto, referencias al Heavy Metal varias (personajes sacados directamente de portadas de discos, nombres copiados, incluso músicos dibujados, espada en mano) y tetas, muchas tetas.
La historia comenzaba de forma algo convencional: Un antiguo hechicero malvado, cruel y lujurioso vivía encerrado en el cuerpo de un niño inocente, pero el repentino ataque de las fuerzas del mal (los antiguos súbditos del hechicero), obliga a los adalides del bien a liberarlo e implorar su ayuda. La cosa sale medio mal, lo que también implica que medio bien, lo que da pie a multitud de escenas eroticoheróicas y demás. Pero todas las historias tienen un fin, y como no, tras un buen final siempre viene una segunda parte a cagarla, y así fue. 
Dark Schneider, el mago del fuego, protagonista del manga.

La segunda saga de “Bastard!” no solo no tenía la frescura de la primera, sino que se nos presentaban tantísimos personajes en ambos bandos y la guerra tenía tantos frentes abiertos, que acababas sin saber qué estabas leyendo ni quién era quien. Pero de todos modos, algunos momentos de genialidad hacían seguir confiando en la serie. Y como no, tras una segunda parte floja, viene una tercera peor.
Al autor se le fue la olla o algo y continuó la historia en una especie de limbo raro donde ángeles y demonios luchaban por controlar algo que no quedaba muy claro. El tebeo era como una especie de galería de arte que se movía entre bellezones y monstruos gigantes y cuya trama argumental parecía haber desaparecido en un mar de explosiones, conjuros que ocupaban dos páginas y cosas abstractas que ocupaban cinco. “Bastard!” se había convertido en un un rollo, pero era nuestro rollo y los lectores fieles ahí estábamos, esperando que la cosa se salvara. Y no solo no se salvó, sino que fue a peor. Los de Planeta de Agostini anunciaron que la publicación se cancelaría temporalmente debido a que el ritmo de edición en Japón era muy bajo y no había material para seguir; Pero que en cuanto se reuniera material suficiente para otro tomo, saldría, que nosotros tranquilos. Y desde entonces, gota a gota, año a año, los tomos de “Bastard!” han ido apareciendo y alimentando las esperanzas de los que nos quedamos colgados, con veintitantos tomos en la estantería, esperando completar la colección algún día. Hasta ayer.
El autor nos deleitaba con cosas así para evitar tener que pensar un guión lógico.

Llego a mi librería de tebeos habitual y me encuentro con que hay un tomo más en la estantería (bien, creen en nosotros, los viejos lectores), pero después me entero que la colección va a ser reeditada y publicada en otro formato más grande, redibujado por el propio autor (con aumentos de pechos incluidos), y con una encuadernación de lujo. Muy bonito, si, pero… ¿Significa eso que los viejos tomos desaparecerán? ¿Significa esto que la única forma de ver la colección completa en la estantería será comprando (mejor dicho recomprando) la colección entera desde el principio?
Cuando el librero me informó me entraron ganas de abofetearle, pero es un tio fuerte y no confié en mis posibilidades de vencerle, además de la posibilidad de ver encarecidas mis futuras compras, por lo que solo me queda utilizar el recurso final; Aquello a lo que los hombres solo recurrimos en las situaciones más extremas: Llorar.

 Busca las (dos) diferencias: 
 A la izquierda tenemos un dibujo del manga original y a la derecha el redibujado y reeditado.


 

domingo, 14 de octubre de 2012

Discos que me salen: Use your illusion 2 (Guns N’ Roses)









Los años pasan volando y con ellos los gustos musicales cambian y se transforman, haciendo que algunos discos que antes solían girar en el reproductor lleven años cogiendo polvo en la estantería. De vez en cuando me gusta rescatarlos y escucharlos y mientras que algunos me dejan indiferente, otros me evocan momentos y sensaciones de antaño, cosa que me hace pensar que estoy escuchando un disco “especial” al margen de gustos anteriores y actuales. Así que cuando tenga ocasión, comentaré alguno de ellos y de este modo comparto con vosotros, queridísimos y fieles seguidores, estos momentos de paz.

Si a los 14 años alguien me hubiese preguntado qué album prefería, si el Use your Illuson 1 o 2, posiblemente me hubiese estallado la cabeza cual sandía arrojada desde un tejado. Aunque mi disco favorito de los Guns N’ Roses ha sido siempre el “Apettite for Destruction”,  los dos “Uses…” siempre los he tenido entre el amor y el odio. Amor porque ambos discos tienen grandes temas y odio porque entre ellos, para poder pegarse la vacilada de sacar un disco doble (cuadruple vinilo), tuvieron que meter muchas canciones de relleno (como algunas versiones y otras tonterías) que desmejoraban bastante el resultado final.

Tras muchos años de escuchas, otros tantos de silencios y una rápida audición de ambos discos he decidido finalmente que me gusta más el dos, el azul. En él están las (en mi horripilantemente anodina opinión), los dos mejores temas del grupo: “Civil War” y “You Could Be Mine”, así como “14 Years”, compuesta y cantada por Izzy Stradlin, cuya marcha del grupo causó la inminente fragmentación de sus miembros y desaparición de la banda tal y como se había formado. 

Un minuto de silencio por una época que ya no volverá.

sábado, 6 de octubre de 2012

Diario de Kas' el roto, Parte 3



Venganza

Esta va a ser una noche larga. Al anochecer hemos salido de nuestro escondite, una decena de necrófagos liderados por Roehuesos y yo. Nos hemos deslizado sigilosamente tras los barracones y a una distancia prudencial he invocado uno de los oscuros conjuros del libro. Los necrófagos confían en mi y tras ver los efectos de mi magia todavía más; Se han vuelto más veloces e implacables y lo han demostrado con creces en el ataque. Han saltado sobre mis antiguos compañeros sin piedad, cuando estaban desprevenidos o durmiendo. No han tenido ninguna posibilidad. Una veintena de soldados inexpertos, mal equipados y sorprendidos contra unos seres nacidos para arrancar la carne y destrozar los huesos. Yo aguardaba en las sombras, sanando a aquellos que eran heridos y viendo con una mezcla de terror y satisfacción, cómo aquellos que me habían humillado durante años eran salvajemente destrozados por mis nuevos compañeros.
Cuando saltaron las alarmas y llegaron los refuerzos solo quedaban un par de cuerpos en los barracones. Los necrófagos se habían llevado a los demás, para completar la segunda parte de mi plan.
Trato de dormir pero no puedo. Oigo como ellos les devoran. Siguen mis órdenes pero sé que disfrutan con el festín. Lo merecen, unos y otros. Solo lamento no haber dado la cara; No haberme presentado ante ellos para que supieran quién iba a acabar con sus vidas. Puede que haya sido un cobarde una vez más, pero lo importante es la victoria y que… todavía no he terminado con ellos.

Y aqui tengo mi microejército por el momento: Kash' y una unidad de 10 necrófagos. En la proxima entrada del diario... ¡Esqueletos!

martes, 2 de octubre de 2012

Reglas caseras: Experiencia pt2 (RuneQuest)



Regla casera 2: Progresa adecuadamente.

Con 15 años jugábamos con tanta asiduidad, que el progreso de los personajes era lento pero contínuo. Más tarde las partidas sin fin se convirtieron en campañas que aunque largas, tenían una duración limitada; Eso hacía que las habilidades típicas como Otear, Buscar, Escuchar o las de combate fueran muy altas pero las demás se quedaran por los suelos; Eso en RuneQuest es especialmente “peligroso”, ya que hace que los jugadores siempre tengan éxito en lo mismo (y por lo tanto sean aún mejores en eso) y fracasen en lo demás (y por lo tanto no puedan subirlo nunca). Actualmente mis partidas son pequeñas campañas via foro y eso hace que necesite un aumento de habilidades más rápido y sobretodo constante, sin sorpresas de “uy, no te sube nada” con los consiguientes desequilibrios (aunque leves) entre personajes. Por todo ello actualmente estoy utilizando un sistema, parecido al que se utilizaba antiguamente en el Aquelarre (desconozco si las actuales ediciones siguen utilizandolo) que funciona del siguiente modo.
1: El jugador marca las habilidades que su personaje utiliza con éxito en la ficha de forma normal, aunque opcionalmente puede aplicarse mi anterior regla opcional “Si duele, vale”
2: Al final de la partida ese jugador recibe, a modo de experiencia, un número de habilidades para subir, que deberían ser alrededor de tres o cuatro. Der este modo fomentamos el “buen rol”, ya que podemos incrementar el número de habilidades que subiremos ya sea por buena interpretación, ideas, etc… Cosa de la que carece el RuneQuest.
3: Cuando ya sabemos qué habilidades van a subir, utilizamos la siguiente tabla para saber qué % aumenta:

Habilidad % ------------------------ Aumento
     0-24         ------------------------     5%
    25-49       -------------------------     4%
    50-74       -------------------------     3%
    75-99       -------------------------     2%
    100+         ------------------------      1%

Con esto seremos capaces de equilibrar los personajes, evitar las frustraciones de las malas tiradas, asegurar que las habilidades bajas suban bastante y las altas aumenten a un ritmo lento pero constante (ese jugador empecinado en subir su espada por encima del 100% podrá conseguirlo tras muchas partidas), al mismo tiempo que fomentamos el buen juego.
Lo dicho: Vía foro y web funciona, pero si alguien decide probarlo en mesa ya me contará.