domingo, 31 de marzo de 2013

La furia de Esthebanus (segunda batalla WF)



Tocaba partida de nuevo, esta vez con 1500 puntos (todo lo que tengo) y aunque pensaba que me enfrentaría a condes vampiro, finalmente ha sido el imperio mi rival. Perfecto. Una oportunidad para la venganza.


Despliegue: Tras su humillante derrota, el señor de la guerra Mih-Kimaus no ha dejado de acaparar más y más efectivos con la única idea de acabar con ese humano que le aplastó. Con un puñado más de guerreros, algunos esclavos comprados a bajo precio y algunas otras tropas de apoyo, como los acechantes del clan Eshin, un par de ratas ogro cedidas por los Moulder y un cañón de disformidad apoyado por un grupo de tiradores de jezzail, el señor de la guerra está listo para la venganza; Dos ingenieros brujos y una escolta de guerreros alimaña completan la fuerza de combate de ‘Kimaus. El desafío está lanzado y a la hora acordada, Esthebanus aparece liderando a sus tropas. Esta vez no se trata de la caballería sino de infantería apoyada por múltiples ingenios de guerra tales como cañones, lanzapostas y arcabuces. El general rival luce en su cabeza un yelmo fabricado con el cráneo de un skaven; Tal visión hace que los hombres rata chillen y agiten sus armas con odio. El primer cuerno de guerra suena, los estandartes se alzan, la batalla comienza.




El bando skaven observa a sus enemigos humanos en el horizonte, tratando de calibrar sus fuerzas.





El ejército imperial, en perfecta formación esperan a que las ratas muevan para disparar con toda su potencia de fuego. 









Turno1: Las ratas corren en busca de sus enemigos, gritando y llenando el aire a su alrededor de un olor acre y pestilente pero los hombres del Imperio no mueven un músculo. Los skaven corren aprovechando el inmovilismo humano, pero todo forma parte de una estrategia bien planeada por Esthebanus. A una orden suya, uno de los cañones apunta con precisión a la unidad de alimañas donde está el líder skaven y dispara una enorme bola de plomo. El proyectil vuela hacia ellos y en el momento del impacto alguien empuja al comandante justo en su trayectoria. Sus guardaespaldas no hacen nada por salvarle. Mik’ Kimaus es destrozado por el proyectil antes de poder pensar siquiera en la palabra “traición”; El líder de las alimañas observa a su despedazado líder y toma el control del combate. Si consigue la cabeza de Esthebanus su ascenso será fulminante.

Entre fuego de mortero, flechas y virotes, un ingeniero brujo se traga un fragmento de piedra bruja e invoca a los vientos de la magia que se condensan en torno a él y con un gesto de sus manos, una explosión ígnea incinera a los hombres de Esthebanus, quien salva la vida y corre a protegerse entre sus lanceros. Desgraciadamente para el brujo y para todos aquellos a su alrededor, la acumulación de energía mística en el condensador brujo de su espalda es demasiado alta y éste estalla, volando por los aires al desafortunado ingeniero y a la mitad de guerreros de su dotación.
 
La artillería imperial siembra la destrucción entre las filas skaven.



Turno2: Los skaven siguen corriendo entre una lluvia de proyectiles. Caen a decenas bajo las explosiones de las salvas imperiales pero a pesar de ello no retroceden ni un paso. Los ballesteros diezman la unidad de ratas ogro; Los arcabuceros disparan sin descanso sobre los esclavos en vanguardia y el campeón alimaña, ahora al mando, ordena al segundo brujo que use su magia. Con un movimiento de manos, el ingeniero desaparece para reaparecer justo detrás de un grupo de espadachines y arrojar el temido orbe de bronce; La esfera se rompe a los pies de éstos y un portal dimensional absorbe a un gran número de hombres al plano del caos.


Turno3: La artillería imperial da una pequeña tregua al verse atacada por la retaguardia por los acechantes nocturnos del clan Eshin y permite a los esclavos cargar sobre la unidad de Esthebanus;  Los skaven no tienen ninguna posibilidad, pero las escasas bajas causadas son más que suficientes. El cañón de disformidad destroza el cañón de salvas imperial con una explosión de energía disforme. Las ratas ogro caen, pero son un mal menor: La balanza se inclina del lado no-humano.
El asalto de una horda de esclavos.


Con estas tiradas, hay cañonazos que se vuelven decisivos.
Turno 4: La unidad de Esthebanus se enfrenta ahora a un pequeño grupo de guerreros del clan; No resistirán mucho, pero todo sigue el plan de la alimaña traidora, que lame el filo de su arma ansiosa por bañarla en la sangre del humano. Los escasos lanceros caídos acercan a Esthebanus a su muerte. Los acechantes siguen con sus ataques implacables sobre las unidades más rezagadas del imperio, pero un cañonazo certero destroza el cañón skaven. Son malas noticias, pero ni eso puede terminar con la moral skaven.
 


 

 
El cañón de disformidad es un arma temible. No puede decirse lo mismo de los jezzail, los pobres.
 
Turno 5: Mientras los acechantes se ceban con la artillería rival y los últimos guerreros atacan a los espadachines, el combate se resuelve en el centro del campo de batalla, donde Esthebanus  y sus lanceros se enfrentan  al pequeño grupo de alimañas lideradas por el traidor. Es un combate desigual en número, pero los skaven siempre tienen un as en la manga; Lo que parecía ser un simple estandarte de batalla comienza a rezumar un líquido espeso y ardiente que cae sobre los lanceros, abrasándoles  sin piedad. Esthebanus es alcanzado por el desagradable líquido y el Traidor ve la ocasión para acabar con él; Desgraciadamente para el skaven, Esthebanus es un hombre capaz de invocar poderes divinos, y hace que su cuerpo brille con un fulgor ardiente, quemando vivas a sus alimañas. El Traidor se da cuenta de que no tiene ninguna posibilidad justo antes de caer bajo la espada del humano. La batalla ha terminado.

Resumiendo (por si no habéis entendido nada de lo de arriba): Una partida muy reñida, con grandes oportunidades para ambos bandos y con mucho protagonismo de los dados, en la que hemos podido contemplar el poder de la mágia skaven (con todas sus consecuencias), la capacidad destructiva del cañón de salvas, lanzapostas y cañon de disformidad y cañones normales, y que los tiradores jezzail mejor se quedan en casita la próxima vez.


Epílogo: Los supervivientes skaven se reúnen lentamente en un goteo de heridos, agotados y mutilados. El Traidor, habiendo fracasado en un intento de triunfar donde su antiguo señor había fallado hace un recuento de sus tropas supervivientes. Deberá dar explicaciones y hacerse con nuevos efectivos para buscar la venganza, pero una figura situada a su espalda acaba con sus sueños de grandeza. Un skaven pequeño y de pelaje blanquecino le apunta con uno de sus dedos garrudos y pronuncia una palabra ininteligible; El cuerpo del traidor se hincha y estalla como un globo de vísceras que se desparraman varios metros alrededor de donde ahora solo quedan sus patas. El vidente gris observa los restos del combate y toma una determinación: Esthebanus es un humano peligroso y debe ser eliminado lo antes posible.