lunes, 28 de noviembre de 2011

HeroQuest, lo que pudo ser y no fué


Hace ya tiempo que tengo el rol algo abandonado en este blog con tanto muñequito y tanta chorrada, así que vuelvo a la carga con una asignatura pendiente: El heroQuest.
Cuando aparecieron los primeros rumores de su aparición, todos los veteranos Gloranthanos y RuneQuestianos nos agitamos como cañas al viento. Una reedición del viejo Rune, con reglas nuevas, estética moderna y suplementos actuales sonaba cuanto menos, al paraíso. Todos soñamos con una nueva era dorada del rol con el HeroQuest por bandera y con masas enfervorecidas demandando más y más. Pero había dos problemas: Los dias de Joc no iban a regresar jamás y lo más significativo: El HeroQuest fué un fiasco.

Las reglas eran difíciles de entender, la creación de personajes confusa y el sistema de magia imposible. Algunos echaron las culpas a la traducción, otros a la edición original y los más optimistas dijeron que se trataba de un juego demasiado avanzado para su época y que además pilaba a la gente demasiado condicionada por reglas típicas como las del Dungeons and Dragons. pero no, simplemente era malo y paso a dar mis impresiones.

1º: El sistema de dados (tiradas enfrentadas de D20) era sencillo, rápido y claro. El problema eran las habilidades. No existían. Cada jugador inventaba las suyas al crear el personaje y por muy bienintencionados que fueran esos jugadores, la confusión estaba servida.
2º: En esa misma creación de personajes, además de las habilidades debíamos escribir en la ficha infinidad de cosas de modo que al final valía la pena ignorarlo todo y limitarse a jugar con cuatro habilidades básicas.
3º: Para quien piense que la magia del Rune era complicada, que se pase por aquí. La sensación que a mi me dió era como cuando llevaba media hora viendo la peli porno codificada del Canalplus y de golpe me daba cuenta de que era un reportaje de animales.
4º: Los ejemplos de personajes, juego y aventurillas tenían un aire infantil y simplista que no venía nada bien a masters ya peludos como era (y es) mi caso.

Por todo esto el HeroQuest no convenció ni a los mas obstinados, a pesar de que el tema ambientación si era correcto y los suplementos posteriores si me gustaron. Pero con una entrada en el mercado así, ni Glorantha ni leches.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Warhammer 40K (Primera batalla)

Aunque no fué la primera primera, si fué la primera batalla con escenografía, tranquilidad y un ejército más o menos decente. me ahorraré los detalles técnicos y solo diré que mis tropas (1000 puntos) consistían en un cuartel general (armadura crisis), tres línea (2 de casta y 1 de kroot), tres miméticas como élite, dos piraña de ataque rápido y un cabezamartillo en apoyo pesado.
En el lado izquierdo los guerreros del fuego.Y en el izquierdo los kroot al completo.
La verdad es que jugar con escenografía de calidad es una gozada. Edificios, bosques, ruinas y eso de poner un cráter cada vez que un vehículo explota da gusto.
En lo que refiere al juego en si, las reglas no son demasiado complicadas y con algo de práctica se agiliza bastante. Desgraciadamente a mi me queda mucho por aprender, y mi rival, un experto sin piedad ni amor por los animales, no tardó en ganar ventaja. En el segundo turno ya no quedaba ni rastro de las miméticas y mis kroot y casta estaban a punto de ser asaltados (con catastroficas consecuencias).
Se masca la tragedia
Al final eso, los mios hechos trizas y los rivales, que eran eldars oscuros pisoteandome por ahí. Pero ya llegará el tiempo de la venganza.
Los últimos supervivientes, resistiendo como podían.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Un apunte literario


Recientemente ha sido publicado el libro "Bocados Sabrosos" por la Asociación cultural de Escritores/as noveles. Dicho libro recopila hasta 300 microrrelatos de otros tantos escritores noveles entre los cuales me encuentro yo. Los que me conozcais sabreis que llevo muchos años escribiendo relatos más o menos largos (sin tener nada que ver con los reyes magos ni nada de lo que publico en mis blogs) y ésta es la primera ocasión en la que me publican algo en papel. me hace ilusión, lo reconozco, a pesar de que no són más que cuatro líneas y que como siempre, me queda la sensación amarga de ver cómo el microrrelato ganador no tiene la calidad que yo esperaría.
Pero esto es lo de menos. El libro está ahí y se puede pedir en la página web de la librería Argot de catsellón http://www.argot.es/ , donde el dia 3 de diciembre será la presentación del mismo o (como he hecho yo) preguntando en cualquier otra librería del mundo a ver si hay suerte.
Y ahora, para que nadie se sienta con la obligación de comprarselo para quedar bien conmigo, paso a publicar mi microrrelato tal y como viene en el libro.

Intentando derribar un muro de hormigón con el poder de su mente, se hernió.
Cuando volvió del médico tuvo que decir a su familia que se lo había hecho con la bombona de butano.
No podía dejar que descubrieran que era un soñador.

martes, 8 de noviembre de 2011

A jugar en casita (Videojuegos pt 4)

En algún momento de los años noventa aparecieron las primeras videoconsolas con juegos decentes. Por decentes entiendo que son aquellos juegos que recordaban o estaban a la altura de las maquinas recreativas del momento. Ya llevaban muchos años de andadura los juegos con cinta de casette de los ordenadores primigenios y los juegos de una pantalla de videoconsolas rudimentarias. Pero con la llegada de las consolas de 8 bits y posteriormente las de 16, y la guerra entre SEGA y Nintendo, comenzaron a aparecer juegos decentes, entre ellos algunos muy interesantes. El objetivo era vender juegos a los chavales y para ello había que emular los juegos de las recreativas. La Megadrive (Genesis en otros lares) consiguió el Goleen Axe y el Streets of Rage, los cuales exprimió a más no poder con secuelas de los mismos y la Supernintendo (Superfamicmom) en la otra punta del mundo hizo lo propio con el Final Fight y el todopoderoso Street Fighter 2 (yo me la compré solo por ese juego, como casi todo el mundo). Pero quien me iba a decir a mi que encontraría por casualidad una de las grandes joyas del rol universal: Legend of Zelda, A Link To The Past (o el Zelda de la Super para los amigos.

Este juego lo tenía todo: Desarrollo del personaje (mejorando armas, equipo y vida), una búsqueda épica por varios mundos, puzzles y una música bonita. Este juego abrió la puerta a cientos que vinieron después, y aunque no fue el primer Zelda ni el primer juego de rol para consolas, si fue el primero al que jugué yo. A partir del Zelda muchas cosas cambiarían en la forma de ver los videojuegos Pero esto será otra historia. Otra entrada, vamos.