Allá por principios de los 90 se anunció
a bombo y platillo por la televisión autonómica catalana la llegada de una
superproducción catalano-americana en forma de serie que revolucionaría el
mundo de la televisión tal como lo conocíamos hasta el momento. Combinando la
experiencia y profesionalidad de la industria norteamericana y el ímpetu y
entusiasmo del sucedáneo de país mediterráneo. El resultado fue una serie de
polis y vengadores, oscura y nocturna (claro), que no dejó indiferentemente a
nadie. Pero no, no corráis a descargarla como animales en celo, esperad a leer
más y luego os lo pensáis.
El prota era un juez bastante cutrongo
que veía como los malos se escapaban de la justicia aprovechando los huecos
legales del sistema y no podía hacer nada por evitarlo (a pesar de ser el juez,
que digo yo que algo podría rascar el hombre ya que tenía la certeza de que
eran culpables). Cansado de este rollo, el tío por las noches se vestía de
cuero, y se largaba a impartir justicia a lomos de su moto. El esquema era el siguiente:
1: Hay un juicio que el malo gana y tanto
él como su abogado (que también es malo, aunque esto no es ninguna sorpresa),
se regodean en su cara. Antes de salir a la calle el malo se acerca al juez y
le dice “La justicia es ciega” y él muy serio responde “Pero puede ver en la
oscuridad”. El malo le mira algo extrañado pero no hace caso y se larga.
2: El juez llega a su casa, se suelta la
melena, se viste de tío duro y se monta en la Harley, en busca del malote de
turno. Le encuentra pronto, reincidiendo generalmente, y le da una lección de
justicia a base de puntapiés y garrotazos. El tipo no sospecha que el tío duro
que le está zurrando es en realidad el juez repeinado de hace un rato.
3: Aparecen las pruebas milagrosamente,
el malo vuelve a ser juzgado y al final acaba en la cárcel. Justo al final, el
pobre delincuente ve algo raro en la sonrisita del juez y se da cuenta de qué
ha pasado. Fin.
Quién iba a sospechar que estos dos tipos tan diferentes eran el mismo ser? |
El esquema se repetía en todos los
capítulos, una y otra vez, por lo que la cosa no cuajó y al final dejaron de
emitirla. Lo único que recuerdo y que resume mucho mejor de lo que yo he hecho
la serie, es una frase de mi padre justo al final de un episodio: “Estos
americanos se van a reír de nosotros”, dijo
No tenia ni idea que la seria era parte catalana
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