lunes, 30 de enero de 2012

Pulpos en el desierto (Chicas en el rol)

En los años noventa las cosas no eran como ahora; En esos tiempos encontrar una chica en una tienda de cómics era algo raro de cojones y verla sentada en una mesa de juego, a no ser que fuera la novia de alguien, una anécdota a recordar. Como es el caso que voy a contar.

En esos días oscuros, el jugar a rol no significaba nada; Términos y etiquetas como “friki” no existían y era fácil convencer a cualquiera para venir a jugar. Que regresaran a repetir ya era algo más difícil. La primera vez que convencimos a una amiga para venir recuerdo pasarnos toda la tarde creando las hojas de personaje del Cyberpunk, con un master que nunca antes lo había hecho y la cosa fue aburrida hasta para los que estábamos allí por voluntad propia. La chavala nunca volvió.

La segunda vez fue mas impactante. Una chica apareció de repente, asegurando que le gustaba el rol, que quería dirigir y que antes quería aprender a jugar observándonos. ¡Una tía observándonos! Aquello era altamente irregular, como ver a una hembra interesarse por el fútbol, el básquet o eso de los cochecitos que se persiguen. Pero no pensamos en nada, solo en su escote. Y es que la muchacha estaba muy bien, y además de su apariencia física, tenía el valor añadido de estar allí, con nosotros, y eso para unos chavales a los que las chicas cambiaban de acera al vernos llegar era toda una maravilla.

No recuerdo las partidas que jugamos, o los juegos, ni siquiera quienes éramos, pero si recuerdo que ella estaba en un extremo de la mesa y cada vez que se estiraba sobre la mesa para alcanzar un dado, se oían golpecitos debajo de la mesa (penes adolescentes en erección) y que cuando nos miraba y sonreía, nos temblaba el pulso y nos sudaban las manos. Un buen día dejó de venir; Nos dolió pero lo esperábamos en el fondo. No estábamos preparados para eso y sinceramente, no disfrutábamos del juego del mismo modo cuando estaba ella. Así que desapareció y nosotros seguimos con nuestras partidas de siempre. Lo único que nos quedó de ella fue un bonito recuerdo y unas cuantas hojas de personaje escritas con muy mala letra con anotaciones ininteligibles en la parte de atrás.

12 comentarios:

  1. En internet (ahora) si que es muy común encontrar un buen porcentaje de chicas (30%?) aunque la cosa decae bastante cuando hablamos de rol de mesa o rol en vivo (5-10%). ¡Si es que no se puede jugar tranquila cuando te sientes observada! :P Estos hombres...

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  2. La verdad es que en la actualidad la cosa ha cambiado mucho y lasc chicas se dejan ver en bastantes grupos de rol y sobretodo en el rol por web. Pero antes, cuando yo todavía era un macho receptivo, nada de nada.
    Por cierto Danfive, bienvenida y gracias por comentar.

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  3. ¡Pero qué miedo tanto "macho receptivo suelto"! Lo que no sé es cómo aguantó tanto, ya le debía de gustar. Por cierto, se supone que ya no eres un macho receptivo, entonces, ¿qué debo pensar después de leer "ocurrió en verano" en el otro blog?

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  4. Hola Lolita.
    La explicación a tu duda es que entre la fase de "Jovenzuelo cazador de hembras" y la conocida fase de "Viejo que mira obras en la calle" hay una fase (en la cual me encuentro yo) de "Hombre que mira hembras por la calle". ¿Triste? Por supuesto.

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  5. Me encanta tu puto blog, capdemunt! Eres un genio! Ya tenía linkeado en mi blog tu foro (el del rey tritonido) pero en cuanto me he dado cuenta que no estaba tanta "mediocridad" he corrido a linkearlo... Ay! La de años que tardamos en mi grupo en jugar con ¿chicas? por aquel entonces eran seres muy raritos. En la última campaña que dirigí, mucho tiempo después y algo más adultos (vale, ya sé que muchos pasamos la treintena) sí que jugamos con chicas -mujeres ya- regularmente... eran nuestras novias, las únicas que nos aguantan el frikismo!

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  6. Gracias Bayo. Veo que este tipo de temas nos tocan a todos de algún modo u otro.
    Por cierto, si te gusta este blog, vas a flipar con el otro. Busca el enlace aquí a la derecha.

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  7. Con todos mis respetos, me parece absurdo y machista. Si esos chicos no supieron ver a la chica como una más y solo pudieron fijarse en sus tetas, la culpa es de ellos por babosos. Yo juego a rol en una partida con cinco hombres y hasta la fecha no se han sentido coaccionados por mi físico ni yo me he sentido cohibida por su presencia. La verdad, nosotras no tenemos la culpa de nuestro físico. Absurdo y machista, es lo que me parece.

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  8. Uy, uy, que la liamos.
    Ante todo, bienvenida Angie a este blog. Como verás si lees cualquier otra entrada, todo lo que escribo aqui es en tono de humor y trato de exagerarlo lo suficiente para que no sea tan soso.
    Siento que te haya parecido machista (lo de absurdo ya lo acepté hace tiempo), y te invito a seguir pasandote por aqui, donde serás recibida sin baboseos ni nada parecido.

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  9. Pobre Josep!! No te preocupes, es sólo que te ha tomado en serio, no entiende que si contaras las cosas tal y como suceden a nadie le importarían, porque serían cotidianas y carentes de emoción. Eso y que la chica tiene mala leche, eso también.

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  10. Hola, Capdemut y compañía

    Interesante tema...

    Pongamos por delante de todo que los tiempos han cambiado. Ahora es bastante normal que haya chicas roleras igual que hay chicos roleros, pero es cierto que por las razones que fueran no siempre fue así.

    Recuerdo que no había publicación sobre los juegos de rol que tarde o temprano no acabara sacando un artículo sobre el poco interés de las mujeres por los juegos, muchas veces enredándose en complicadas argumentaciones. La cosa se percibía como un misterio, y generalmente se analizaba desde el lamento de que media humanidad se estuviera perdiendo el divertido hobbie del rol y con tintes de ese frecuente espíritu evangelizador que existía en la época ("este hobbie es la leche, hay que contarle cómo mola a todo el mundo").

    Sea por lo que fuera, sí que hace 15-20 años era difícil que una chica se acercara a las mesas de juego para echar una partida, de igual forma que había menos chicas interesadas en el rock o en la fantasía épica y menos chicos dispuestos a ir a clases de baile, cuidar su imagen o salir a comprar ropa. Existía una compartimentación cultural (negativa a mi entender) que hoy día afortunadamente se ha difuminado (aunque todavía quedan especímenes que para dar de comer aparte).

    También se daba una mezcla de causas. Yo recuerdo un par de experiencias. Por una parte, éramos todos más jóvenes y eso influía mucho. Capdemut, tú lo has descrito a la perfección con el ejemplo de las hojas de personaje: intentar presentarle a alguien el hobbie y luego someterle a una de las cosas más aburridas del mismo, que es la creación de personajes, es garantía segura de que la persona, sea chica o chico, va a irse aburrida y con la seguridad de no querer volver a pasar por esa tortura. Es algo en lo que yo caí también, y claro, aburrí al personal.

    Ahí el tema de la juventud: no éramos buenos planificadores, ni buenos vendedores del hobbie, ni nada. Seguramente ahora haríamos las cosas de distinta forma. Presentaríamos el juego de una manera más divertida, pasaríamos por encima de los "trámites" aburridos y de las reglas complicadas y haríamos todo lo posible por resaltar lo divertido del juego (si no, es que somos unos frikies incurables). Para equilibrar las cosas, también hay que decir que la mayoría de las chicas que finalmente se atrevían a acercarse a una sesión de juego, muy lógicamente percibida desde fuera como una afición extraña y poco gratificante, no ponían demasiado de su parte, sino que más bien iban a que las "entretuviesen".

    Como digo, muchas cosas han cambiado, y espero que muchas más sigan cambiando (y por ejemplo acabemos viendo juegos de rol en el sistema educativo ¡mejor nos iría!).

    Saludos y paz
    Cabeza de Plomo

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  11. Hola, Capdemut y seguidores del blog

    Interesante tema...

    Pongamos por delante de todo que los tiempos han cambiado. Ahora es bastante normal que haya chicas roleras igual que hay chicos roleros, pero es cierto que por las razones que fueran no siempre fue así.

    Recuerdo que no había publicación sobre los juegos de rol que tarde o temprano no acabara sacando un artículo sobre el poco interés de las mujeres por los juegos, muchas veces enredándose en complicadas argumentaciones. La cosa se percibía como un misterio, y generalmente se analizaba desde el lamento de que media humanidad se estuviera perdiendo el divertido hobbie del rol y con tintes de ese frecuente espíritu evangelizador que existía en la época ("este hobbie es la leche, hay que contarle cómo mola a todo el mundo").

    Sea por lo que fuera, sí que hace 15-20 años era difícil que una chica se acercara a las mesas de juego para echar una partida, de igual forma que había menos chicas interesadas en el rock o en la fantasía épica y menos chicos dispuestos a ir a clases de baile, cuidar su imagen o salir a comprar ropa. Existía una compartimentación cultural (negativa a mi entender) que hoy día afortunadamente se ha difuminado (aunque todavía quedan especímenes que para dar de comer aparte).

    También se daba una mezcla de causas. Yo recuerdo un par de experiencias. Por una parte, éramos todos más jóvenes y eso influía mucho. Capdemut, tú lo has descrito a la perfección con el ejemplo de las hojas de personaje: intentar presentarle a alguien el hobbie y luego someterle a una de las cosas más aburridas del mismo, que es la creación de personajes, es garantía segura de que la persona, sea chica o chico, va a irse aburrida y con la seguridad de no querer volver a pasar por esa tortura. Es algo en lo que yo caí también, y claro, aburrí al personal.

    Ahí el tema de la juventud: no éramos buenos planificadores, ni buenos vendedores del hobbie, ni nada. Seguramente ahora haríamos las cosas de distinta forma. Presentaríamos el juego de una manera más divertida, pasaríamos por encima de los "trámites" aburridos y de las reglas complicadas y haríamos todo lo posible por resaltar lo divertido del juego (si no, es que somos unos frikies incurables). Para equilibrar las cosas, también hay que decir que la mayoría de las chicas que finalmente se atrevían a acercarse a una sesión de juego, muy lógicamente percibida desde fuera como una afición extraña y poco gratificante, no ponían demasiado de su parte, sino que más bien iban a que las "entretuviesen".

    Como digo, muchas cosas han cambiado, y espero que muchas más sigan cambiando (y por ejemplo acabemos viendo juegos de rol en el sistema educativo ¡mejor nos iría!).

    Saludos y paz
    Cabeza de Plomo

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    Respuestas
    1. Gracias por el comentario. E imperdonable por mi parte el haber tardado dos años y medio en responderte, pero anadaba muy liado con... unas cosas.
      Tienes toda la razón en todo. La madurez nos arruga y nos encanece pero nos da la sabiduría para ver esos errores que ya nunca podremos arreglar y el saber sacrle provecho a situaciones que ya nunca se nos volverán a presentar.
      ¡Ah, los años!

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