lunes, 3 de noviembre de 2014

3:16; Masacre en la galáxia



Hace casi un año que me hice con este juego de rol debido a que me lo encontré delante de  las narices en mi tienda habitual y era pequeñito y barato, y a pesar de que lo probé al poco de hacerme con él, no me había atrevido a escribir nada todavía. ¿Por qué? Pues sencillamente, porque hay reseñas muy buenas en otros blogs y páginas (una aquí mismo) y la simplicidad del juego no dan para mucho más. Pero pensándolo con retrospectiva (no sé si esta palabra es así o qué, pero ya se entiende lo que quiero decir, o eso creo; si no, me lo decís y busco un sinónimo o algo) me he dado cuenta de que lo primero que me llamó la atención no fue su reglamento, ambientación o dibujitos sino la historia que hay tras el juego. Y como soy un amante de la mediocridad, y los cuentos tristes antes de dormir, voy a explicarlo muy rápido.
 
Todo comenzó con un chaval llamado Gregor Hutton que, aficionado a juegos de rol tipo Traveller, wargames estilo Warhammer 40K, pelis como Starship Troopers o Alien y literatura de ciencia ficción en general (ficción científica, como dicen algunos enteradillos), decidió crear su propio juego, y lo hizo a lo grande. Comenzó a diseñar un complejo y completo juego con la intención de presentarlo  a un prestigioso concurso de juegos de rol, pero el tiempo se le echó encima y, viéndose incapaz de terminar su obra maestra para mostrarla al mundo como era debido, pero ansioso a la vez por no perderse el concurso, improvisó un juego a partir de cero, con un reglamento sencillísimo, un montón de copiapegas de otros juegos y unas ilustraciones cutrongas hechas por sí mismo. ¿El resultado? Ganó el concurso y se cubrió de gloria, fans dispuestos a dar su vida por él, chicas frikis arrancándose las camisetas de pokémon a su paso y editoriales dándose de ostias para publicar el juego. Y ahora os preguntaréis, queridos lectores (sí, los tres), que donde está lo mediocre y triste de esta historia y yo os haré mirar atrás, donde en un oscuro callejón húmedo se pudre el primer proyecto de Gregor Hutton, enmohecido por el orín de gato y los excrementos de paloma. Oh, que pena más grande.

Miniaturas de metal contra golosinas... ¿Quién ganará?
Pero el motivo por el que escribo esto es, en realidad, que después de haber jugado un par de partidillas improvisadas en su día, hace muy poco decidí volver a la carga y probar el juego con una ambientación distinta a la presentada en él (zombis, sí, la originalidad tampoco es lo mío) y con una partida de fabricación propia para ver cómo funciona el juego “en serio”. La misión era sencilla: Los jugadores (un equipo especializado en la exterminación de no-muertos) debían colarse en un hospital infestado para recuperar la fórmula de un antídoto para la infección. Y para hacerla algo más interesante, decidí aderezarla con un par de acertijos simples, un encuentro con un pnj y poco más. Por otro lado, como este juego tiene un elemento claro de juego de tablero al tener que posicionar a los personajes en una pequeña plantilla de distancias, decidí utilizar miniaturas de Infinity para ellos y golosinas que representarían el valor de peligro de los zombis. El resultado: Una partida rápida, con mucha coña y jugadores mosqueados porque no les salían las tiradas y no se comían ninguna chuche. Pero vamos, que bien al final.
 
Concentracion maxima durante la partida.


Como conclusión diré que este juego forma parte de esa nueva generación de juegos llamados “indis” y que aparecen como setas entre los grandes diosaurios del rol (véanse vampiros, rolemasteres y runequestes) y que, aunque no dan pie a crear grandes campañas o partidas memorables sirven igual que cualquier otro a pasar una tarde (o mañana) divertida sentado en una mesa de juego, que es al fin y al cabo el motivo por el que estamos todos metidos en este curiosos mundillo. ¿O no?

2 comentarios:

  1. A mi me gustan los juegos que permiten desarrollar el pj a lo largo de las partidas y sesiones. Dicho esto, jugué contigo a Masacre en la Galaxia y me lo pasé bien. Podrías habernos hecho una foto también :P

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    1. No sé si te habrás fijado, pero el nivel de belleza física de este grupo y el del vuestro no tenían punto de comparación. Las fotos se hacen cuando deben hacerse.

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