
El Señor de las Runas fué el bonito nombre que le pusieron a la pantalla del master y que incluía algunas ayudas para el master así como una aventura lista para jugar. Lo que mas llamaba la atención era el dibujo mostrado al desplegar la pantalla en el que se veía a un tipo despistado que se cruzaba en el camino de otro que iba a realizar un salto de altura con pértiga. El resultado: obvio ostión entre ambos.
Un suplemento del juego casi casi indispensable para jugar y al que hay que ponerle solo un pega: La pantalla era tan alta que a no ser que el master superara los 2 metros de altura, se veía obligado a levantarse continuamente de la silla para ver las tiradas de dados de sus jugadores.
Pero se les puede perdonar.