jueves, 25 de abril de 2013

Estrenando códex (séptima batalla WH40K)



Tenía la intención de comentar mi última partida del 40K con las habituales fantasías heroicas detallando además el transcurrir de los asaltos y las vicisitudes del reglamento, pero no. Esta vez he decidido cambiar de modus operandi por tres razones bien justificadas. 1: Era la primera partida con el nuevo códex y ello merece un análisis aparte. 2: El punto 1 me ponía en el compromiso moral de querer ganar, y eso hace que el juego se disfrute de otra manera. Y 3: He perdido la hoja donde apuntaba las notas del combate turno a turno. Así que, sobre todo por el punto 3, paso a resumir (mucho) esta cruenta batalla.

Nuevo códex, viejas tropas. Así es, tener un nuevo codex no significa haberse comprado todo (ni siquiera nada) de las nuevas tropas, así que iba a probar mi lista de siempre pero con las reglas actualizadas. Esta vez tocaban los Eldar Oscuros y jugábamos a 1750 (la partida más grande hasta la fecha). Y mis tropas quedaban así: Cuartel General: Un comandante en crisis con escolta y un Fireblade con las tropas de línea. Élite: Cinco miméticas, Dos crisis enfocadas a la cadencia de fuego y otra solitaria cazatanques y cosas gordas. Tropas: 9 castas por un lado, 6 por el otro y 20 kroot con 5 perretes y 2 monitos. Ataque rápido: 2 pirañas y 4 rastreadores. Apoyo pesado: Una apocalipsis (de las viejas, claro) y un cabezamartillo con cañón acelerador y el nuevo piloto dentro.

Primeras impresiones: Los Tau comenzaron la batalla dominando claramente con una cadencia de fuego superior (esos cañones de inducción nuevos y el fireblade convirtiendo a los simples soldaditos en verdaderas ametralladoras vivientes) y  una precisión total (aumentando el HP y eliminando coberturas con los marcadores telemétricos desde el turno 1, mejorando el disparo preciso a 5 o más y con visión nocturna de serie en casi todas las unidades). A la hora de recibir disparos, eso sí, recibían como siempre y las motos a reacción eldar causaban verdaderas escabechinas.

Segundas impresiones:  En el segundo turno entran los kroot (una unidad enorme) por un flanco y sorprenden a los transportes eldar, mientras el resto de tropas responden con fuego a corta distancia a los atacantes.  De no ser por las motos y el caza estilete, la situación estaría dominada. Los kroot son asaltados y, ahí si que no cambia la cosa, mueren como ratas. Cuando las tropas de línea llegan al asalto sale a relucir la nueva regla especial de “Fuego de Apoyo”, que, aunque limitada en distancia y usos se muestra mortífera, especialmente con las miméticas apoyando con 20 disparos a 5 o más. El único obstáculo insalvable era ese tal “Parásito de cronos”, casi invulnerable a mis armas con su resistencia 7. En turnos siguientes la cosa se equilibra y sin la ventaja de la distancia, los Tau vuelven a ser lo que eran antes: Un ejército vulnerable y frágil ante el fuego enemigo y sobretodo ante el combate cuerpo a cuerpo.

Conclusiones: Los Tau han mejorado considerablemente en su punto fuertes que es el disparo, ganando alcance, cadencia de fuego y mejoras al disparar mientras que siguen siendo vulnerables a los asaltos (aunque mejorados con el fuego de apoyo y las granadas IEM de serie de muchas unidades), con lo que tenemos un ejército mejorado pero sin romper con lo que era antes. Quizás habría que reprochar el hecho de que ahora muchas armas pueden sobrecalentarse, algo que iba en contra de los principios Tau de no poner nunca en peligro a las propias tropas, pero no deja de ser algo opcional y anecdótico. Finalmente fue una victoria por puntos muy ajustada para mí, por lo que habrá que ir pensando en alguna nueva adquisición para ver qué tal funciona.

Y como siempre, algunas fotitas de la épica batalla. 




El despliegue de mis tropas, como es habitual, escondidas yacojonadas de la vida tras los edificios más altos que encuentran.



Las fuerzas enemigas al completo, a excepción de su comandante que decidió entrar flanqueando y apareció cuando la cosa ya estaba casi perdida. 










La entrada heróica de los kroot, destruyendo un vehículo eldar y dejando a sus ocupantes en medio de un cráter humeante (o eso dicen las reglas)




Los mismos kroot enfrentandose al asalto que acabaría con todo ellos de un plumazo. 










Las turbomotos chiripitifláuticas son una terrible unidad capaz de causar muchísimos daños a unidades lejanas en el tablero. Las odio.











Aunque ver una unidad de miméticas, dos crisis, una de guerreos del fuego, un mantarraya, un aerodeslizador piraña y cuatro drones de combate enfrentandose a un solo bicho, pueda parecer algo desproporcionado, creedme, no es así. El Parásito de Cronos aguantó más fuego que todo el resto de su ejército junto... y sobrevivió.

3 comentarios:

  1. ¿Eso quiere decir que has ganado tu segunda batalla? Me siento en la obligación de felicitarte cómo es debido, pronto serás un gran héroe y los juglares escribirán cantares sobre ti.

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  2. Así es. Gané. Pero fué una victoria algo amarga, ya que la misión requería capturar una reliquia que representamos en el escenario con una moneda de céntimo de euro... y me la olvidé allí.
    Y es que en la guerra, incluso la mayor victoria tiene una lado oscuro.

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  3. Enhorabuena por la victoria. Me alegro de que las nuevas reglas tengan un efecto palpable sobre la mesa y que los Tau se muevan y peguen un poco mejor. La verdad es que es un ejército atractivo; uno de los que podría elegir yo si decidiera jugar.

    ¡Que siga la racha!

    Un saludo

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