miércoles, 8 de enero de 2020

Mortal Realms 1, análisis del fascículo.



Ayer mismo día siete de enero salió a la venta el primer fascículo de Mortal Realms, una colección de Salvat para introducirnos en el maravilloso mundo del Warhammer Age of Sigmar, al igual que el año pasado hicieron con el 40K de la mano del Conquest. La idea de esta colección es proporcionar todo lo necesario a lo largo de unas 80 entregas para poder jugar a este bello juego (que sí, que no es tan malo como algunos aseguran) sin tener que desembolsar grandes cantidades de pasta de golpe ni tener que pensar qué comprar, como y cuando. Pero vamos al lio, que me quedo sin tiempo.

¿Qué es eso del Age Of Sigmar (a partir de ahora AOS)?
AOS es el resurgir del Viejo Mundo de Warhammer de toda la vida, el de Fantasía, los juegos de rol o el Bloodbowl entre otros. Resulta que la cosa acabó mal cuando Nagash, que es el dios de la muerte, se llevó por delante a casi todo el mundo, derrotando a Sigmar, el dios principal que velaba por el bien y el orden. Sin la divina figura el Viejo Mundo se vio abocado al caos y la entropía, con huestres de espíritus atormentando a los pocos pueblos libres que quedaron y el caos y los monstruos campando a sus anchas. Pero Sigmar volvió como todo buen héroe al encontrarse en el éter a un dragón que le resucitó gracias a siete bolas que… No, creo que lo de las bolas del dragón no era aquí, pero es igual. Sigmar resucitó, volvió al mundo mortal y empezó una cruzada contra su viejo enemigo gracias a sus nuevos soldados, unos tipos altos como picas, fuertotes y armados con fe y armas grandotas llamados marines esp… Perdón, otra vez me ha pasado… Llamados Stormcast Eternals. Y en ese punto empiezan las tortas de nuevo.

¿Qué contiene este primer fascículo?
Pues muchas cositas. Por un lado tenemos el fascículo en sí, que es un librito de láminas a todo color que nos explica un poco el trasfondo, las facciones, ayudas para montar las miniaturas, las reglas básicas para mover y atacar, así como una primera partida lista para jugar. Además viene un mapa, un póster que no pienso colgarme, un medidor de distancia de doce pulgadas de plástico, un pequeño tapete de cartón, seis dados y unos cartoncitos que nos animan a convertirnos en suscriptores de quiosco, normales o premium, que luego explicaré en qué consiste cada cosa, aunque seguramente yo no me haga. Ah, que casi se me olvida, las miniaturas.

¿Qué sería de un wargame sin miniaturas?
No voy a responder esta pregunta pero sí a describir un poco las minis que trae este fascículo, que no son pocas ya que por un lado tenemos tres sequitors, que son unas gentes de buenas espaldas con martillos, escudos pavés y unas armaduras que ríete tu de la Pedroche este fin de año. En el bando de los muertos nos vienen diez chainswrap, que son los espectros de aquellos que fueron condenados en vida, poco más que cráneos envueltos en harapos y todavía encadenados que luchan con espadas, mazas, hachas y lo que se encuentren por ahí.
Sinceramente y sin querer causar ningún tipo de histeria colectiva debo decir que estas miniaturas en tienda costarían entre treinta y cuarenta euros, cuando el fascículo vale 1,99. No es de extrañar que haya gente que se haya hecho con diez, veinte o incluso cincuenta ejemplares supongo que para meter todas las minis en la bañera y hacer un American Beauty warhammero.

¿Pero eso no es especulación?
Aquí ya entramos en opiniones personales pero como es mi blog voy a concederme esa licencia. Eso de comprar cincuenta ejemplares puede ser especulación o no; habría que buscar al tío y preguntárselo porque quizás las ha comprado para iniciar a jóvenes con problemas de desestructuración familiar en el hobby y apartarlos así de la calle y las drogas, aunque a nivel económico se van a acabar gastando lo mismo. Pero ya os digo que seguramente sea para hacer lo de la bañera.
Vender estas miniaturas en Wallapop y similares puede ser complicado porque seguro se van a devaluar muchísimo y al fin y al cabo ahora mismo se pueden pedir en la web de Salvat. Quizás dentro de algunos años la cosa cambie pero ahora mismo yo no haría tal cosa. Además, si acaparamos todos los ejemplares del pueblo le estamos quitando la oportunidad a nuevos jugadores de entrar en el hobby y eso es malo para todos a la larga. Pero dejo aquí mi opinión y voy a por la conclusión final.

La conclusión final:
Mortal Realms es una buena opción para introducirse en este mundillo, quizás la mejor si no queremos empezar desembolsando una gran cantidad de pasta de golpe. Aunque 80 fascículos a 10€ nos salgan por un total de 800€uracos, si la hacemos a medias con un amigo y teniendo en cuenta que sale un fascículo a la semana, ni notamos el gasto y al final tenemos dos ejércitos decentes, pinturas, escenografía, bellos fascículos, etc. Si te encuentras en mi lugar, en cambio (solo, económicamente deprimido, sin espacio en casa para tanto trasto, etc.) igual no merece tanto la pena. Es por ello que yo no me voy a suscribir y me iré pillando los fascículos del quiosco hasta que dejen d ellegar como pasó con el Conquest y que me quiten lo bailao.

Y hasta aquí este análisis.

Sed felices y no os traguéis ninguna peana, que luego cuestan de expulsar.

2 comentarios:

  1. Son 800 € que divididos en 80 entregas da lugar a una cuota de 40 pavos al mes durante año y medio a sumar a todas las demás (en mi caso spotify, la colección de lo mejor de Vértigo, patreon...).

    Vivimos en un mundo donde prorrateamos el consumismo para que no parezca tanto, pero al final es lo que es, un pastizal.

    Eso sí, el primer número yo si lo veo por ahí lo compro (aunque a estas alturas de la película estará agotadísimo).

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    1. Por supuesto que el dinero es el mismo. Pero si te lo haces a medias con un amigo ya se queda en 400 y en cómodos plazos de 20 al mes. Está claro que no te lo reglan y no me hice el Conquest precisamente por eso, pero es otra forma de meterte en el Warhammer sin apoquinar 100€ de golpe en minis, libros y demás equipo.
      Y no desistas con el primer número. Esta vez han sido generosos y han distribuido una burrada de ejemplares.

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