lunes, 19 de enero de 2015

El ogro tonto. Pero tonto, tonto (Reto Arcanum 2)

Después del chasco del enano-mago-guerrero que no me dejó pasar de Tarant, decidí probar otro personaje que me resultaba gracioso: Guurmush. Un semiogro que se vió obligado a luchar como gladiador desde niño y que como consecuencia, se convirtió en una mala bestia en el combate pero sufrió graves daños cerebrales, dejándole una inteligencia limitadísima. ¿Podrá sobrevivr semejante idiota en un mundo como el de Arcanum?

Nada más empezar el juego, en el encuentro con Virgil, me doy cuenta de que Guurmush no sólo es incapaz de articular una palabra correcta, sino que le cuesta horrores entender a los demás, olvida los nombres propios y apunta mal las misiones en el diario. Por contra, kites y lobos no son rivales para él y llega hasta la primera parada, Colinas Cubiertas sin despeinarse siquiera. Pero al llegar allí las cosas cambian. Aunque podemos seguir el hilo principal del juego, muchas misiones secundarias no llegan a ofrecerse, al considerarle los pnjs demasiado tonto para confiarle sus cosas. Así que hay que olvidarse de la mina de Bessie Toone, de los encargos de Jungle Doone y muchas más misiones. Pero no pasa nada, ya que cualquier otro problema se puede arreglar a base de fuerza bruta. ¿Abrir un cofre? A patadas. ¿Destarancar una puerta? Cabezazo. ¿Terminar una discusión difícil? Manotazo en la cara.

La verdad es que no quería jugar tanto con el pobre Guurmush, pero teniendo en cuenta que es incapaz de aprender magia o cualquier disciplina tecnológica, no nos queda más que aumentar sus puntos en combate, fuerza y destreza, por lo que a nivel 10 ya es una bestia imparable que machaca todo lo que se le cruza, sube niveles, se vuelve más fuerte y al poco de salir de Tarant ya es capaz de llevar un espadón con una mano y despedazar a todo aquél que se cruce en su camino.
Resumiendo: El semiogro idiota convierte el Arcanum en un juego fácil y rápido. Divertido también, hay que reconocerlo, pero con el que nos perderemos mucho de lo que este mundo de magia y tecnología puede ofrecernos. Aunque hay que fijarse en el trabajo de los programadores para adaptar todas las conversaciones y anotaciones, que tiene su mérito y merece ser admirado; mención aparte para la traducción de la gente de Clan Dlan que consiguen, no solo traducir, sino mantener lo cómico de las confusiones y malentendidos que nuestro personaje sufrirá.

Actualmente Guurmush es un bicharraco de nivel 30 que a pesar de no encontrar armaduras en condiciones de su talla, no poder usar algunas armas y carecer de afinidades mágicotecnológicas, se la pela todo. Y eso mola.


5 ataques por asalto, doble bonificador de daño, 100% de acierto... Éste lo peta en el RuneQuest

PD: Me estoy dando cuenta de que ultimamente estoy utilizando un lenguaje un poco vulgar para mis entradas. Será que me estoy relajando, o que me dejo influir por las malas compañías que frecuento. No sé. Venga, para la proxima entrada prometo una crítica literaria o algo por el estilo para compensar..

2 comentarios:

  1. Esta claro que con fuerza bruta se suele conseguir todo lo que uno desea, pero como la mayoría deberíamos saber esa no es la manera de hacer las cosas ya que se pierde el encanto de la vida o del videojuego, en este caso. Esperando con ansia más personajes.

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  2. Pues el siguiente va a ser todo lo contrario, así que ya veremos...

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