martes, 22 de diciembre de 2009

La balada de los hermanos "Sacodemierda"

Con el paso de los años nuestras partidas fueron mejorando lentamente hasta alcanzar la tan ansiada mediocridad. Siendo cuatro en el grupo y poseyendo las reglas del AD&D creímos perfectamente lógico el hacernos cada uno con una de las campañas existentes del juego; y al ya jugado "Reinos Olvidados" se añadieron el "Dark Sun", un mundo desertificado a causa del mal uso de la magia, el conocido "Dragonlance", con sus variopintos dragones y el "Ravenloft", el cual tuve el placer de dirigir hasta hace bien poco.
Como decía antes, pasamos de ser unos niñatos que no comprendían las reglas a ser unos niñatos que comenzaban a pillarle el truquillo a eso del rol y la cosa comenzaba a funcionar. Desgraciadamente, uno de los Dungeonmasters parecía no acabar de encontrarle la gracia y sus partidas comenzaron a aburrirnos cada vez más. No es que fuera mal chaval, de hecho ni siquiera nos caía mal pero el juego dejaba un regusto a agrio, a pasado de fecha y no eramos especialmente felices jugando con él. Ojo, no quiero ofender a nadie (ni a él ni a los que con él puedan ser identificados), tenía sus momentos buenos como todo, pero no atreviendonos a decirselo a la cara, un dia vimos la luz al final del túnel.
Nuestros personajes acababan de morir horrriblemente. No recuerdo exactamente como, pero seguro que fué de forma violenta y algo humillante, así que nos vimos obligados a crear nuevos personajes. Lanzamos los dados obteniendo tiradas muy parecidas y el master aprovechó la ocasión para salir a comprarse la merienda mientras nos pensabamos qué tipo de personaje hacernos.
No eramos gente brillante, ni siquiera un poco listos, pero en situaciones desesperadas incluso un cerebro inmaduro puede sacar provecho de sí mismo. Además eramos tres. En una centésima de segundo nos pusimos de acuerdo y nos apresuramos en crear nuestros personajes.
Cuando el señor master regresó con sus donuts de chocolate descubrió que tras nuestras sonrisas cómplices se escondía algo terrible: Los hermanos "Sacodemierda"; tres hobbits trillizos, ladronzuelos de profesión con las mismas características, armas, ropas y forma de hablar. Una pesadilla para cualquier master. Se le atragantó el donuts y no era para menos.
A partir de ahí, como cabe suponer, la cosa comenzó a decaer. Nos dimos cuenta de que debíamos ampliar nuestras miras con nuevos juegos y nuevos jugadores. Y así fue.

3 comentarios:

  1. Coño pues no me acuerdo de eso de los hermanos sacodemierda (o mas bien tengo un recuerdo muy muy vago) pero espero q no fuera yo el master aburrido XDD desdeluego reconozco q al principio no era muy buen master, suerte q eso con el tiempo se va pillando.

    ResponderEliminar
  2. Pues si, siento decirte que el master en esa ocasión eras tu. Pero no te sientas mal, ni demasiado despreciado porque todo lo descrito ha sido pura dramatización.
    En ésa época los cuatro eramos igual de aburridos como masters.

    ResponderEliminar
  3. Hola,

    Para no ofender a nadie, sólo diré que me ha encantado esta entrada. Como he dicho por ahí, me gusta que los jugadores y directores de juego cuenten sus vivencias. Me he reído un rato, también.

    Ün saludo y sigue escribiendo, por favor.
    Cabeza de Plomo

    ResponderEliminar