Como
veo que todo el mundo está comentando sus regalos de reyes en sus
correspondientes blogs, yo no voy a ser menos y continuar con lo que ya comencé
con la crítica literaria dos entradas más abajo, para analizar en profundidad
mi segundo regalo: La caja de Caballeros Negros/ Espectros Condenadores del
Warhammer Fantasía.
Como ya
comenté en su instante, esta bonita caja incluye cinco miniaturas de caballería
que, si se compran sin descuento-oferta-modificación alguna cuestan la “módica”
cantidad de 27€. En ella se incluyen 5 corceles esqueléticos y las piezas para
montar 5 jinetes esqueleto o 5 espectrillos. Mi idea era montar estos últimos,
pero una vez vistas las miniaturas en las matrices, cambié a los esqueletos por
ser más bonitos con diferencia.
Los Caballeros negros (arriba) son esqueletos montados en esqueletos que corren que se las pelan y atizan de lo lindo con su "golpe letal".
Abajo, los Espectros condenadores son etéreos como el amor y se dedican a ataravesar literalmente las tropas enemigas para arrancarles el alma de cuajo en el proceso. Eso si, son tan frágiles como el amor (¿Había dicho amor ya?
Así que
me pongo manos a la obra, monto primero los caballunos y después paso a los
jinetes. Por supuesto, en el proceso voy dejando de lado aquellas piezas
exclusivas de los espectros: Brazos con guadañas, piernas con túnicas en lugar
de armaduras, lo mismo con los cuerpos, cabezas llameantes… Un momento, lo que
está quedándose en las matrices no son “piezas sueltas” sino los espectros
enteritos. Extrañado por tal idea, en terminar los Caballeros Negros me pongo
con los espectros y allí los tengo: Cinco Espectros Condenadores, llameantes,
furiosos… y espatarrados a más no poder sin caballo alguno que les sostenga.
¿Cómo puede ser? ¿Qué sentido tiene tal forma de vender un producto? Hasta que
en mi celebrito se me enciende la bombilla de la sapiencia. “Muy astutos”,
pienso. “Estos nos dejan con 5 miniaturas huérfanas de montura para que nos
compremos los caballos por separado y así terminemos gastando más”. Pero cuál
es mi sorpresa al entrar en la página de Games Workshop y descubrir que no se
venden caballos esqueléticos sueltos. ¿Qué sentido tiene entonces? Ninguno que
se me ocurra ahora mismo.
Si lo
que quieren es vender más productos deberían, o bien vender caballos sueltos o
poner ambas unidades en cajas distintas. Tal como está montado esto, la única
opción para tener una unidad de cada es comprar dos cajas… Y quedarte con diez
jinetes espatarrados. Pero yo soy un hombre de recursos y con la sangre tan
fría como un hombre lagarto comiéndose un polo, así que cogí el teléfono y
llamé llorando al dueño de “La última fortaleza” (una maravillosa tienda de
miniaturas, en general, de Alicante) y le pedí ayuda de rodillas. El hombre,
muy amablemente me explicó que yo era tonto y que lo mejor que podía hacer era
comprar unos caballos élficos que por tamaño y estrechez, encajarían en mis
espectros. Vi la luz (y también como se me esfumaban 13€ más) y así, he podido
aprovechar por fin mis espectros, aunque monten sobre caballitos con trenzas en
las crines.
En fin,
un desastre de experiencia. Pero ya no me pillan más con el rollo ese de “Monta
esto o lo otro, con total libertad, no te vamos a decir nada”. A partir de
ahora habrá que informarse bien de qué lleva cada caja antes de comprarla.
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